EIGHTEEN » PETER PARKER [#1].

oxiv. Gases.

—¿Estas diciéndome que la dejaste para que fuera con su papá? ¿Por qué? Si hubiera sido tú, no la hubiese dejado, me habría quedado con ella toda la tarde. La idea ni siquiera habría aparecido en mi cabeza. Menos si la estuviera viendo tan cerca como tú haces.

—Amigo, eso es egoísta.

—Tal vez, pero, hacía mucho no la veías.

—La vi ese mismo día, solo que ella no lo sabía.

—Lo sospechó.

—Seguramente. Pero aún así la vi y hacía mucho ella no veía a su padre, yo la veré de nuevo hoy—dijo Peter cerrando su casillero con su cambio de cuadernos en la mochila mientras se encogía de hombros.

—Eres un buen chico, yo sería tremendamente egoísta. Una universitaria guapa enamorada de ti no lo tienes todos los días—se encogió de hombros.

—Ella no está enamorada de mi.

—Como sea, cuéntame tu cita.

—¿Mi cita?—preguntó sonriendo, haciendo que su mejor amigo lo mirara con una ceja alzada.

—¿La besaste?—preguntó haciendo su boca una O mientras abría enormemente los ojos.

—No—dijo y su amigo suspiró—. Quiero decir, si. Es complicado. Realmente ella me besó, Ned.

—¡Ella te...! ¡Esto es increíble! ¿Fue con lengua?—preguntó entusiasmado a lo que su amigo frunció el ceño.

—No te voy a decir eso.

—Fue con lengua—afirmó riendo mientras movía su cabeza de manera aprobatoria exageradamente—. Y decías que no está enamorada de ti—sonrió.

—No amas en tan poco tiempo, Ned. Es demasiado pronto. Además, un beso no significa nada de eso.

—Claro, entonces, ¿qué? ¿Esperaras como con Liz?

—Maryannick es diferente.

—¿Por qué?

—No me conoce.

—Te conoce más de lo que Liz alguna vez hizo. Conoce a ambas versiones de ti, la versión rara que arma estrellas de la muerte de lego conmigo y come churros; hasta el increíble Spiderman. ¡Podría incluso conocerte más que yo! Ni siquiera sé porque me emociona eso, pero el punto es que te conoce y le gustan ambas partes, ambas versiones de ti.

—Conoce al chico con la máscara, Ned. No sabe como me veo. Podría decepcionarse.

—Escúchame bien, si no sintiera lo mínimo—dijo creando un minúsculo espacio con sus dedos en un gesto—, ya habría dejado de hablarte.

—¿Y si ha querido hacerlo pero la he estado acosando?

—A veces no entiendo tu negatividad, Peter. Escucha, está el inglés ese que hablaste antes, ¿no? ¿Ronald?