oxv. Wesley.

2.3K 260 40
                                    

Peter al no verla llegar se preocupó bastante, sin embargo, esperanzado que eventualmente llegara, había estado ayudando y regresando al callejón; incluso había tratado de ver a través de la ventana, pero todo estaba cerrado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Peter al no verla llegar se preocupó bastante, sin embargo, esperanzado que eventualmente llegara, había estado ayudando y regresando al callejón; incluso había tratado de ver a través de la ventana, pero todo estaba cerrado. Ella no estaba.

Intentando por primera vez después de alrededor de cuatro horas, Peter llamó al teléfono que la misma castaña le había dado. La idea de que le había dado un número telefónico falso cruzó unos instantes por su mente. ¿Se habrá enterado que era un niño? No, imposible. ¿Era aquella la forma de decirle que se alejara de una vez por todas? Si lo era, lo entendería.

La castaña ayudaba a acomodar a Arya en la camilla, colocando los sueros necesarios y haciéndola sentir cómoda para poder dormir. Al final, dormiría sola en aquella bodega. Definitivamente no sería muy agradable.

—Tu teléfono suena—dijo la niña mirándola escuchando el tono proveniente del bolsillo trasero de la castaña.

—Lo sé—dijo concentrada encontrando la vena para introducir la aguja de uno de los sueros.

—Puedes contestar, mi vena no irá a ningún lado.

—Créeme que podría—rió.

—Solo contesta antes de que cuelguen. Me pone de nervios.

La castaña de manera rápida y precisa, logró introducir la aguja en el dorso de la mano de niña y quitando uno de sus guantes, sacó su teléfono del bolsillo notó que era él mismo número desconocido. Con el ceño fruncido salió de la bodega y contestó.

—Quien quiera que seas más te vale dejarme...

—Wow, creí que dijiste que podía llamar—dijo tratando de esconder un poco de nerviosismo.

—Peter—sonrió—. Y-Yo lo siento—rió—, olvidé por completo que te había dado mi número. ¿Qué pasa?—miró la hora—, oh, vaya, pasan de las 8:00 olvidé que nos veríamos.

—Oh, no descuida. No llamé por eso. ¿Dónde estás?—preguntó esperando que no dijera la dirección de las bodegas o que estaba con Rupert.

—No creí que estuviéramos en esa etapa de la relación—bromeó la castaña sonriendo.

—Es solo que... espera, ¿relación?—sonrió un poco.

—Era una broma. No pienso comprometerte conmigo solo por besarnos.

—No me molestaría—admitió sin pensar el castaño causando un sonrojo en la castaña quien mordió su labio inferior sonriendo.

—Estoy un poco ocupada con Rupert, pero cuando salga puedo llamarte para encontrarnos, ¿tal vez?—dijo esperanzada.

—Necesitas salir de ahí, ahora. Vi lo que sus gases hacen.

—¿Gases? Peter, no utilizaremos gases.

EIGHTEEN » PETER PARKER [#1]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora