oxviii. Perder.

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El mayor le acompañó a la puerta y éste salió

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El mayor le acompañó a la puerta y éste salió. Maryannick por su parte al escuchar la puerta de su padre, se levantó y salió silenciosamente al pasillo donde Peter se encontraba de espaldas a ella. No llevaba la máscara puesta.

Guardó silencio, quería esperar tener la suerte para poder ver su rostro y que pareciera un accidente. Esperó y esperó. La charla que tenía con su papá parecía no terminar y cada vez sentía el murmullo más pesado, todo gracias a que quería saber de qué hablaban. ¿Por qué Peter le había dejado ver a su padre su identidad y no a ella? Por supuesto no le reclamaría, pero la duda estaría siempre ahí.

Jean levantó la mirada y al ver a su hija arqueó un poco una de sus cejas y le dijo al menor que debía ponerse la máscara antes de voltear. Peter asintió.

La idea de voltear sin la máscara de manera voluntaria y que Maryannick le viera parecía una buena idea. Al final del día sería una buena forma de romper el lazo y de alguna manera mantenerla a salvo como Jean le había pedido. Pero la realidad es que él no deseaba aquello.

Apretó la máscara en sus manos. No sabía que hacer. Podía perderla. Iba a perderla si giraba y le miraba. Sabría donde le había visto. Y sabía que Maryannick no solo lo reconocería de la escuela, sino de aquella vez que la observaba con Ned. Pensaría que la acosaba. Porque relacionaría lo rápido que apareció Spiderman para llevarla a su casa aquella noche. Era una pésima idea.

Se enteraría que es menor que ella y que todo ese tiempo le había estado mintiendo. ¿Por qué si quiera se esforzó en mentir que era un universitario que estudió medicina? Para impresionarla, por supuesto. Tampoco podía solo dejarla. Jean le pidió que no le rompiera el corazón y tampoco quería hacerlo; ya la apreciaba demasiado. No tenía intención de herirla física o emocionalmente.

Probablemente si salía ileso en el encuentro que estaría por tener con Rupert donde quiera que se escondiese o bien lo encontrara, la mejor manera seria cambiar de actitud. Dejar de verla todos los días o al menos de acercarse, solo mirarla desde lejos y dejar una leve decepción en ella, haciéndole ver que no tenían el suficiente tiempo y tal vez podrían hacerse amigos sin necesidad de que supiera que a su lado era solo... un niño.

—¿Qué esperas? Está atrás de ti, puede verte. Prometiste no romperle el corazón. Si lo haces así...

—Lo sé—dijo y se puso la máscara nuevamente—. Hice una promesa y no pienso romperla.

—Recuerda que también debes mantenerla a salvo—el menor asintió.

—La protegeré con mi vida—dijo antes de girarse a ver a la castaña que aún estaba ligeramente escondida.

Caminó donde ella a paso firme y cuando estuvo frente a ella suspiró.

—Debo irme.

—Iré contigo.

—No, necesito que te quedes aquí. Iré a buscar a... La Niña—dijo un poco incómodo al usar aquel término refiriéndose a una joven de su misma edad—. Quiero que la revises con tu papá. ¿Está bien? Después yo me iré a buscar a Rupert.

EIGHTEEN » PETER PARKER [#1]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora