Está sonando Tove Lo - Shivering Gold
11 de Agosto del 2018
Base Naval
Rota, Cádiz, España 8:48 pm
Ella abre la boca todo lo que puede e intenta morder el taco intentando no llenarse. Se le cae la mayoría al plato y le doy una servilleta mientras me río.
— Esto ha sido una mala idea —dice limpiándose.
— Oh, no, no lo ha sido.
— Nunca se lleva la primera vez a una chica a cenar.
— Bueno, me gusta saber cómo comen las chicas antes de hacer cualquier cosa.
Lía me mira sorprendida aún con el taco en su boca y se ríe. Cuando me dijo que jamás había comido tacos, sabía que tenía que probar uno conmigo y sí, aunque había más comida fuera que dentro de su boca, aun así, me gustaba. Después de cenar y aunque a veces nos resultaba un poco difícil comunicarnos, vamos a beber tequila como le dije y observo su cara en el segundo tequila cuando arruga su nariz.
— ¿Me vas a emborrachar?
— Jamás haría eso, quiero pasarlo bien.
— Esto es como una ciudad —dice.
— Sí, tenemos de todo. Es como vivir en Estados Unidos pero... encerrado en una base.
— ¿Echas de menos a tu familia? —Pregunta.
— Sí, pero lo llevo bien —se encoge de hombros—. Aunque a veces me aburro mucho.
— Pero te entretienes con el fortnite —sonríe.
— Exacto, y hablando contigo.
— Solo han sido casi tres semanas.
— ¿Y no es eso suficiente? —Alzo mis cejas y pago los tequilas para después levantarme del taburete y tenderle mi mano.
Ella la acepta y se baja del taburete. Salgo del bar y caminamos hacia mi pabellón en silencio. Lía mira a alrededor, curiosa y sé que quiere hacerme muchas preguntas, pero no las hace. Subimos las escaleras hasta llegar a mi habitación y cuando abro la puerta, dejo que ella entre primero. Cierro la puerta y veo como ella mira a su alrededor.
— No está mal —dice.
Era una habitación con una cama, una mesita de noche y una pequeña cocina. La verdad es que había sido agobiante estar aquí tantos meses. Me acerco a ella y le quito la mochila de su espalda para dejarla en el suelo.
— Ese es el baño —le digo señalando la puerta abierta.
Ella enciende la luz y lo mira. La apaga, mira hacia la cama y después hacia la ventana.
— Persianas —sonríe.
— Sí, muy español.
Me acerco a la ventana y cierro las cortinas.
— Imagino que te vas mañana.
— Ajam.
Me giro y la veo de espaldas, viendo un libro que tengo al lado del ordenador. Me acerco a ella y echo su pelo hacia atrás dejando un hombro libre. Pongo las manos en su cintura y dejo un beso en su hombro. Lía deja el libro de nuevo en la mesa y pone sus manos encima de las mías. Su cabeza se echa un poco hacia atrás y dejo pequeños besos en su cuello.
Lía se gira y pongo una de mis manos en su mejilla para acercar mi rostro al suyo. Rozo mis labios sutilmente con los suyos y ella se alza sobre la punta de sus zapatos para llegar mejor a mis labios, sujetándose en mi pecho. Nuestros labios chocan y los movemos en sincronía. El tequila sigue en nuestras lenguas y está pasando a nuestras cabezas ahora. Bajo mi mano hacia su trasero y lo aprieto, haciendo que su cuerpo choque contra el mío.
— ¿Sabes cuántas ganas tenía de besarte? —Susurro en sus labios.
No sé si ella me ha entendido o no, pero no me importa porque quiero seguir besándola, y lo hago. Pongo mi otra mano en su trasero y la alzo, poniendo mis manos en sus muslos y haciendo que ella rodee mi cadera con sus piernas.
Sigo besándola y camino poco a poco hacia mi cama. Quiero sentarme y quito una de mis manos de sus piernas para tantear la cama. Cuando mis piernas dan con el colchón me dejo caer haciendo que nos desestabilicemos y caigamos. Lía se ríe y la pongo derecha en mi regazo. Sus brazos rodean mi cuello y sus labios vuelven a mi boca.
Meto las manos por dentro de su camiseta tocando la cuerda de su bikini y tiro de ella. Mi lengua busca la suya hasta que se encuentran. Siento sus manos por mi cuello hasta llegar a los botones de mi camisa. Sigo besándola mientras ella desabrocha los primeros y me separo de ella para dejar que siga con los demás.
Paso la lengua por mis labios y pongo mis manos en su camiseta haciendo que ella deje mis botones. Levanta sus brazos y la saco. Miro sus pechos aún metidos en su bikini. Llevo mi boca al hueco que hay entre sus pechos y sigo recorriendo con mis labios toda esa parte hasta llegar a su cuello.
Su respiración es agitada y sujeto a Lía contra mí y nos doy la vuelta para estar ahora tumbados en la cama. Me echo sobre ella presionando mi cuerpo contra el suyo y le sonrío.
— Esto es mejor que Snapchat —le digo.
— Sí que lo es.
Llevo mi mano a su cuello y Lía se incorpora un poco. Suelto la cuerda de su bikini con un poco de dificultad y ella me ayuda. Quito el bikini y lo tiro a un lado de la habitación, fuera de la cama.
— Son mejores que en las fotos —pongo una mano en uno de ellos—. He soñado con ellos.
— ¿Qué has soñado con ellos? —Lía suelta una carcajada y me río con ella.
Bajo un poco mi cabeza y beso su pecho, con cuidado, dándole toda la atención que merece. Desabrocho sus pantalones y me incorporo para terminar de quitarme los botones de camisa y tirarla al suelo.
Ella pasa sus manos por mi abdomen y las cojo para llevarlas a mi boca y besarlas. Aprovecho para quitar sus pantalones con su ayuda, ya que levanta la cadera y los tiro a un lado.
— Bonito bikini.
— Gracias —sonríe.
Me pongo a su lado y paso una de mis manos por su cuerpo hasta llegar a la parte baja de su bikini. La miro y meto su mano poco a poco dentro para tocarla. Muerde su labio inferior y alza sus caderas mientras una sonrisa se forma en mi rostro.
— Me alegra ser el primero que te toque —la beso y ella corresponde con ganas.
Mis dedos se mueven en círculos y de arriba abajo, esperando para poder meter el primer dedo, lubricándola. Nuestras lenguas están en una lucha interminable. Ella jadea en mi boca y alza un poco sus caderas.
— Tus dedos son mágicos —susurra en mi boca y no puedo evitar sonreír.
— ¿Cuántos dedos cabrán? —Susurro divertido.
Meto uno y sus ojos oscuros miran los míos. La beso de nuevo y muevo mi dedo dentro de ella para después meter otro haciendo que ella se agarre a mi hombro y ponga una de sus piernas encima de mi para abrirlas más.
— Nick... —susurra mi nombre.
...
Queda solo una parte...
Gracias por votar y comentar algo por aquí! Espero que os haya gustado este capitulo. Quien fuese Lía....

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One-shots.
Kısa HikayeUn aspecto esencial de la creatividad es no tener miedo al fracaso - Dr. Edwin Land