El almuerzo más largo de la historia, como luego lo llamaría Blas, estaba llegando a su fin.
Eran las 8 de la noche y Nora insistía a la pareja, que se quedase a cenar:
-Chicos miren que tengo unas pre pizzas en el freezer, las puedo sacar, y así ya se van cenados-
-Ma estamos cansados , hace días que no vivimos en nuestra casa, queremos descansar-
-Bueno pero y si se quedan a dormir? y mañana se vuelven más frescos, es de noche y me preocupo-
-Mamá, si seguís insistiendo, no volvemos a esta casa hasta dentro de 6 meses- respondió Blas cruzándose de brazos
Junior se reía
-Uh que amargado, bueno cuidense mucho los dos y me avisan que llegaron bien-
-Siempre te aviso Norita- dijo Blas rodando los ojos
-Bueno pero si te olvidás, te lo recuerdo- dijo su madre dándole un sonoro beso a cada uno en la mejilla.
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Blas y Junior iban en silencio en el auto. El mayor iba super concentrado, tratando de llegar lo más rápido posible, haciendo reír a su novio que lo miraba de reojo.
-¿De que te reís gil?- dijo Blas sin sacar la vista del camino
-De lo apurado que estás, calmate un poco-
-Bueno perdón, quiero llegar a mi casa , hace días que no vamos, y quiero descansar en mi cama- mintió el mayor
-Si claro como no- Junior sonrió mordiéndose un poco la lengua
Blas contuvo la risa - te estoy diciendo de verdad salame-
-Si se nota- dijo Junior estirando la mano acariciando la pierna del mayor de arriba hacia abajo
Blas se aferró fuerte al volante y respiró pesado- Junior estoy manejando-
-Uy perdón- dijo el menor rozándolo un poco más cerca de su miembro para luego soltarlo.
- Ya vas a ver pendejo-
-¿No era que querías descansar?...- preguntó el menor con un tono provocativo
Blas sonrió y no respondió
Finalmente llegaron a la casa, Junior fue derecho a buscar agua a la heladera y se sirvió en un vaso.
Blas le mando un mensajito a Nora avisándole que habían llegado, y luego dejó el celular y las llaves sobre la mesa.
Junior tomaba agua de espaldas a Blas, se había quedado mirando por la ventana. Finalmente dejó el vaso en la mesada, al mismo tiempo que sintió que el cuerpo de su novio lo aprisionaba por detrás.
Blas lo tenía acorralado, su respiración pesada, que podía sentir sobre su nuca, sus fuertes manos, una en su vientre y la otra cerca de su cuello, donde había empezado a propiciarle besos húmedos.
-Mmm- solo pudo decir Junior cerrando los ojos al tiempo que Blas le susurraba - bienvenido a casa bebé...-
-Lo mismo digo- respondió Junior con la voz agitada, dándose vuelta para encontrarse los labios del mayor, que lo besaron con clara desesperación.
Junior aprovechó para sacarle el cinturón y desabrocharle el botón del pantalón.
Las manos de Blas bajaron a la espalda del menor hasta su trasero apretándolo con fuerza.
Junior dió un fuerte suspiro y tiró con sus manos del buzo y la remera del bartender, que una vez sacada la revoleó al piso.
Blas despojó al menor de su campera y la remera que tenía debajo de eso y empezo a darle chupones y mordidas por toda la piel desnuda que iba encontrando.
La intensidad de sus movimientos los había llevado hasta la pared, en donde Blas tenía arrinconado a Junior mientras succionaba y tironeaba de uno de sus pezones, haciendo que el menor no pare de jadear.
