Casa de Junior y Blas
-Acá estamos- sonrió el bartender dándole el último giro a la llave - Voy a abrir las ventanas...-
-Esperá - dijo Junior tomándolo del brazo para que lo mire
-Qué pasa? - preguntó el mayor entre risas al notar la hermosa sonrisa de Junior casi saliendo de su cara. Sus ojos brillosos de alegría. Estaba genuinamente feliz
-Estamos en casa Blas- respondió el menor como si acabara de caer
-Si mi amor acá estamos - dijo el mayor no pudiendo evitar tomarlo del rostro y besar su sonrisa
Junior le respondió y rodeó su cuello con sus brazos, cortando el beso finalmente para apoyar su mentón en el hombro de Blas. El menor tomó una respiración profunda y luego la largó con fuerza , como si así dejara todos los días pasados atrás.
Blas lo contuvo en sus brazos, sabía lo que significaba para los dos volver a su hogar, su isla como solían llamarla.
Dejó que el menor se refugiara en él hasta que sintiera alivio, de a ratos balanceándose haciéndolo bailar porque sabe que eso siempre logra hacerlo reír.
Finalmente Junior lo soltó pero solo para acomodarle algunos rulos desprolijos detrás de su oreja.
-¿Cómo estás de sueño ? - preguntó el bartender dejándose hacer
-Tengo un poco -
-Bueno tranqui, vamos a que te acuestes. Yo voy a limpiar un poco la casa mientras dormís la siesta-
-No, vení conmigo dale? Después limpiamos juntos - pidió él más chico haciendo su clásico puchero
Blas no lo dudó un segundo y se fue con él.
Contento Junior fue en busca de su pijama que consistía en una remera blanca de escote redondo y unos pantalones con cuadros azules y celeste pastel. Casi saltando se metió a la cama como cuando era chiquito y llegaba la hora de dormir.
Quedaron enfrentados mirándose uno al otro, el mayor acarició el rostro del contrario con dulzura, éste sonrió con los ojos cerrados dejándose acariciar.
-Por fin- susurró llevándose la mano de Blas a los labios para besarla
-Vení- pidió el mayor tomándolo de la cintura para acercarlo y así poder abrazarlo contra su cuerpo
Junior lanzó un pequeño suspiro y se dejó envolver por su novio a la vez que depositaba su rostro en su pecho.
-Perdón por dormir tanto, es hasta que termine con la nueva pastilla - susurró estirándose para frotar su nariz contra el cuello del mayor
-No pasa nada, yo también estoy un poco cansado-
-Fueron días difíciles no ? - preguntó el menor incorporándose para mirarlo y apoyar su mano en el escote de su remera
-Si, digamos que mucho no dormí, pero ahora voy a poder...Todo lo que necesito está acá- agregó tomando al menor de la nuca con delicadeza
-Blas perdoname yo...-
-No digamos mas nada . Lo único que quiero es que me beses y te duermas en mis brazos - pidió el mayor acariciando uno de los hoyuelos del más chico con el pulgar.
Junior se mordió el labio inferior derritiéndose ante el pedido del bartender. No tardó nada en tomarlo del rostro y besarlo dulcemente. Besó su frente, sus mejillas , su nariz y luego sus labios, suave y entre suspiros tranquilos.
Blas recibió y correspondió cada beso.
La casa era puro silencio, la luz de las tres de la tarde se colaba por las cortinas oscuras de su habitación. Era uno de esos días fríos y nublados que invitaban a taparse hasta la nariz.
Entre besos y caricias mutuas terminaron abrazados con sus piernas enroscadas debajo del cobertor.
El cuerpo de Junior fue amoldándose al de Blas mientras poco a poco se sumía en un sueño profundo , acurrucado en el mayor, tal como éste le había pedido.
