Viernes 18:00 hs Parque del Colegio Santa Rosa
La lluvia seguía cayendo, pero Blas y Junior no podían parar de besarse.
La pasión los había llevado hasta arrinconarse contra el árbol del parque. La espalda del menor reposaba mientras Blas lo besaba casi tirándose encima suyo. Las manos de cada uno viajaban por el cuerpo del otro.
Quizás el recuerdo de todas las ganas contenidas en su adolescencia se estaban manifestando ahora, haciendo que les resulte imposible soltarse.
Junior comenzó a frotarse contra él y Blas no pudo evitar levantarle una de sus largas piernas para acceder a más contacto. Lo que provocó que el menor moviera las caderas con más fuerza .
Blas bajó a su cuello y le dió largos besos provocando un pequeño gemido en el menor quien con desesperación acercó las manos peligrosamente al cierre del pantalón del bartender.
Este movimiento por fin hizo reaccionar al mayor.
-Amor...pará...- dijo agitado el bartender tomándole las manos
-¿Qué pasa?- se quejó el más chico.
-Mira dónde estamos, nos fuimos de mambo-
Junior miró alrededor, la lluvia seguía cayendo y ni siquiera eso los había detenido.
-Uy- solo atinó a responder
-Hay que irse a otro lado- el bartender dijo tomándole la mano
- Vamos- respondió el menor siguiéndolo.
Subieron al auto aún sonrojados. Blas comenzó a conducir hasta la casa de ambos. Tenían un largo camino desde el colegio, pero era donde podían estar tranquilos.
La lluvia casi no lo dejaba ver, por lo que iba muy concentrado.
-Blas doblá acá- le indicó el más chico
-Pero por la otra es mejor amor, ¿aparte esta no es la de la fábrica?-
-Haceme caso - insistió el menor
Blas dobló y se encontró con una calle cerrada que daba a un galpón. La encrucijada lo había obligado a frenar.
-Ves Junior te dije que...-
Pero Blas no pudo continuar la frase. Junior ya se había desprendido el cinturón y se le estaba echando encima para besarlo.
Blas lo recibió tomándolo del rostro y le correspondió el beso.
-Estás loco pendejo- susurró el mayor contra su boca mientras sacaba las llaves del auto.
-Te juro que no entiendo Blas...- dijo el menor abrazándolo por el cuello
-¿Que no entendés? -
-No entiendo como tarde tanto tiempo en estar así con vos-
-Lo sé...pero lo vamos a recuperar, todas las veces que podamos- dijo buscando con su mano desesperadamente la palanca debajo de su asiento. Se reclinó hacia atrás y así pudo darle espacio a que Junior se siente encima de él con una pierna de cada lado.
-Me encanta cuando te pones así- dijo el mayor bajando sus manos hasta el trasero de Junior para apretárselo haciéndolo gemir.
-A mi me encantás vos- dijo el más chico sacándole la remera mojada al bartender. Comenzando esparcir chupones y mordidas por toda la piel que encontraba a su paso .
-Sacate...sacate esto- dijo el bartender agitado tironeando la remera de su novio y dejando expuesta su piel.
Fue directo hacia su cuello donde dejaba besos húmedos mientras el menor se mecía contra él.
Sus erecciones se rozaban torturándolos a ambos.
Junior buscó con sus manos el cierre del pantalón del bartender y así pudo acceder a su miembro, frotándolo por encima de la tela del boxer.
