- Hijo que te pasó?- preguntó Nora al abrir la puerta y ver el moretón en el ojo del bartender
- Nada ma- se excusó el joven dejándose abrazar
- Dale que pasó decime?- insistió cortando el abrazo para tomar su rostro y comenzar a inspeccionarlo.
- Ma estoy bien - dijo Blas restando importancia
-Ju me decís? - preguntó la mujer mirando a su yerno
-Fue un partido intenso y hubieron algunas jugadas bruscas pero nada de que preocuparse - respondió el menor
-Mmm bueno a vos te creo- dijo Nora sonriendo y soltando a su hijo
-Ey a mí no me crees? - protestó el bartender
-No hijito, vos sos un especialista en esconder cuando algo pasa -
Junior se tapó la boca para ocultar la risa.
-Ves? tu novio no me deja mentir - dijo la mujer divertida
-Traidor...- susurró el bartender pellizcando el costado de la cadera del menor que protestó con un "Aia" bajito mientras Nora los hacía pasar a la cocina.
-Ma me ayudas? - se escuchó a Ana desde el piso de arriba
-Es que está bañando a Feli que se ensució - se disculpó la mujer - Ahora vengo, papá Tori y Nico están en el jardín- dijo la mujer para luego salir rumbo a las escaleras
El menor y el bartender quedaron solos en la espaciosa cocina de marmol blanco y ventanales que daban al jardín. Se podía ver como Martín charlaba con Nico el novio de Ana, mientras arrojaba un pequeña pelota que Toribio perseguía contento a lo largo del predio.
Junior entusiasmado, salió de la mano de Blas al encuentro del cachorro.
-Dónde de está el perro más lindo de todo el mundo?- preguntó el menor arrodillándose en el pasto esperando al perrito que al escuchar su voz corrió feliz a verlos.
Blas lo imitó y entre ambos acariciaron al entusiasmado cachorrito que no paraba de mover la cola y se saltar de uno al otro.
-Tranquilo chanchito ya volvimos- dijo el bartender al perrito que lamía su cara y luego volvía a Junior para darle besos de la misma manera.
-Estos papás malos que me dejan abandonado- dijo el menor con una voz chistosa mientras alzaba al perrito en sus brazos, quien se acomodó en su pecho y por fin se calmó.
Ya con Toribio a upa se acercaron a Martín y Nicolás.
- Pibe como andás? - dijo el padre de Blas saludando amistosamente a Junior dandole la mano.
- Todo bien Martín, y usted?... digo y vos?- preguntó el menor nervioso. El padre de Blas ya le había insistido varias veces con que lo tuteara.
-Bien, estuve todo el día jugando con mi amigo Tori- respondió el hombre acariciando al perrito
- Boludo que te pasó? - preguntó Nicolas mientras saludaba a Blas al notar el moretón en su cara
-Nada cuñado, cosas del fútbol- respondió el bartender evadiendo los detalles
-Ey Coqui ! con las piernas se juega a la pelota, no la cara - bromeó Martín dandole una palmada en la espalda
-Auch- se quejó el bartender resintiendo otros golpes que tenía en el cuerpo.
Nico y Junior ocultaron las risas ante los comentarios de su suegro en común, y sugirieron entrar a la casa para evitar el frío.
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