Atracción Infernal © (En Edición)

CAPÍTULO IV ¿TE ESPERO EN MIS SUEÑOS?

"La atracción mental es mucho más fuerte que la física. De una mente no te libras ni cerrando los ojos". 

Tras ver a Ethan Cooper abordar aquel lujoso automóvil, comienzo a tomar el control nuevamente de mi cuerpo y mis pensamientos. Sin embargo, un ligero temblor en mis piernas me hace dudar de mi caminar.

Estoy aquí, con sentimientos encontrados, cuestionándome una y otra vez por lo sucedido. Aunque les confieso, quiero creer que tengo la convicción de que lo que buscaba hoy en este callejón, sin duda alguna pude encontrarlo.

Me dirijo con pasos un poco inseguros hacia la salida, miro de un lado a otro para asegurarme de que ninguno de sus secuaces siga permaneciendo en el lugar y opto por dejar atrás aquel encuentro.

Caminar hasta mi departamento me tomaría aproximadamente 1 hora o más, por lo que prefiero tomar el transporte público.

En aquel asiento del autobús me sumerjo un poco en mis pensamientos hasta llegar a mi destino.

¿Realmente Ethan Cooper fue el protagonista de aquella escena de anoche?

Un homicida que va al lugar del crimen tampoco es muy sagaz de su parte, y aún así tuvo la osadía de llamarme a mí "poco inteligente".

¡Bah! Al fin y al cabo es un asesino, deja de prestarle tanta atención...

Pero, es que, hay algo en él que me hace dudar de sus intenciones, hay algo en él que me grita desde su interior "corre", hay algo en él que me indica que buscarle las 5 patas al gato me podría traer muchos problemas... Así como también, sé que hay algo en él que me hace entrar en combustión cada vez que recuerdo su respiración tan cerca de mí...

¡Aff!... ¿Es en serio? sácalo de tu mente Kailey, ¿qué te sucede? ¡ES UN HOMICIDA!..

Por fin, he llegado al edificio en el que vivo, y bastante alivio que me trae esto, y es que, andar discutiendo sobre moralidades contigo misma definitivamente es agobiante.

Tomo el ascensor para ganarle unos minutos al contrarreloj, marco el piso número 5 rápidamente y al abrir la puerta del elevador me encuentro de frente con mi vecino el Sr Martins.

¡No por favor! Otra vez, no...

—Srta Kailey, ¿cómo se encuentra?, anoche no la oí llegar.

¡Alucino! ¿Ahora debo darle explicaciones sobre por qué no llegué anoche?

Si las miradas mataran estoy completamente segura de que hoy también me volvería una homicida.

—Sr Martins gracias por su preocupación -finjo una pequeña sonrisa-. —Pero le recuerdo que soy una mujer joven, que aún puede disfrutar de salir en ocasiones sin retornar a mi departamento -sonrío falsamente-.

—Poo, por supuesto Srta Kailey, solo estaba un poco preocupado, no lo tome a mal.

—Tranquilo, solo deseo llegar a mi habitación y descansar. ¿Podría, por favor darme permiso para continuar con mi camino? -busco abrirme paso- ¡Gracias!

Sin siquiera responder a mi pedido verbalmente, el Sr Martins se hace a un lado para dejarme libre lo que queda de trayecto.

Al abrir la puerta de mi departamento, me encuentro como todos los días con el mejor de los recibimientos, ¡Bagui es un perro excepcional!

¡Qué distinto sería nuestro mundo si aprendiéramos a ser más como ellos!

Luego de acicalarlo un poco, me pongo en marcha con mi investigación, saco de mi bolso aquel expediente y empiezo a indagar un poco sobre el pasado de Ethan Cooper.