"Es tu boca el portal al inframundo. No es cosa de Dios los deseos que desata". Albert Ribeiro.
—¡Por favor, no te vayas!
Tras esa última oración, mi corazón se acelera incansablemente, pierdo el orgullo y la fuerza de tomar control sobre mí, evitando así que logre marcharme por completo de su vida, y es que...
Díganme, ¿cómo puedo rechazar esa propuesta?
Por más que intente razonar al respecto, por más diferentes que seamos, y por más miedos que tengamos, en ocasiones, debemos dejar a un lado ciertos temores, porqué... ¿cómo pretendemos superarlos si no nos arriesgamos a enfrentarnos a ellos?, ¿cómo sabemos que debajo de nuestra cama no hay algún ser acechandonos, si nunca nos atrevemos a echar un vistazo?
¡Así es! En muchas oportunidades nuestros miedos se resumen en una simple ilusión catastrófica causada por nuestros pensamientos y emociones. Y eso es justamente lo que siento hoy... Miedo... Pero a su vez, tengo ganas de enfrentar mis temores...
Me atrevo a mirarlo fijamente a los ojos, y encuentro en ellos un niño solitario, un hombre que intenta usar de coraza su dinero y armamento para que nadie pueda llegar a lastimarlo.
No entiendo cuál es la razón tan magnética y enigmática que me hace querer estar a su lado, seamos sinceros, apenas y lo conozco, pero, hay algo en él que me resulta familiar, es como si nuestras almas estuviesen conectadas desde hace mucho tiempo atrás, como si por más que quisiera huir de él, hay algo que me impidiese hacerlo.
Solo quisiera que alguien me lo explicara...
Por un instante, me dejo llevar por las emociones y me aferro a sus brazos, resguardarme por unos segundos en su pecho es todo lo que necesitaba para poder soltar esa pesada carga emocional que llevaba en mis hombros desde que llegué a esta caótica ciudad.
Sus brazos tardan un poco en responder, pero terminan por rodear mi cuerpo entero, nunca había tenido la sensación de pertenecer a un lugar o a una persona, sin embargo, eso es justamente lo que siento en este mismo instante.
Me siento completamente desnuda y no hablo precisamente de no llevar puestas nuestras vestimentas, sino de estar aquí, en plena transparencia, a su merced, sin protección alguna que me impida ser suya.
Un gesto de dolor por su parte me devuelve a la realidad, haciendo que me separe de él ipso facto.
—¡Lo siento!, olvidé por completo que estabas herido, discúlpame.
Ethan sonríe dulcemente, y toma con sus manos mi mentón.
¿Les había dicho que este gesto por su parte me embobaba?, ¿no?, Bueno, ahora ya lo saben...
—Discúlpame a mí, por no aguantar un poco más -dice en un tono casi suave y afable tan cerca de mí que me eriza por completo la piel.
Ethan nota mi admiración, por lo que decide alejarse un poco, tal y como si quisiera evitar trastocarme como siempre lo hace.
Se sienta a la orilla de la piscina mientras coge de su pantalón un paquete de cigarrillos, se coloca uno de ellos en la boca y procede a encenderlo.
Su rostro se eleva para contemplar la infinidad del cielo, decorado con la más resplandeciente luna llena rodeada de brillantes estrellas.
Toma unos segundos y tras un suspiro melancólico decide hablarme, sin dejar de contemplar a la preciosa Selene, tal y como si le pidiese a ella responder a todas sus inquietudes.
—Cuéntame Kailey, ¿por qué te has mudado a Nueva York? -me pregunta apaciblemente mientras expulsaba el humo del cigarrillo.
Me siento a su lado, mientras dejo escapar un ensordecedor lamento antes de responder.
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Atracción Infernal © (En Edición)
Romance#1 En la categoría LOVE entre 103K de historias. Fecha: 21/05/19 El fuego puede quemarte, pero el amor es capaz de matarte y para Kailey Campbell esto será un hecho cuando conozca al magnate Ethan Cooper, un misterioso hombre que la hará dejar la r...