VII- Un chico y sus miedos

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Algo estaba mal con Bakugō

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Algo estaba mal con Bakugō. Eso era evidente.

Pero aún, con estos días que tratábamos más, había podido comprobar que tampoco era tan malo. Lo único que parecía volverlo un completo pedazo de carne inútil era Midoriya.

Ese chico también tenía algo extraño. No me gustaba, ni siquiera en nuestro primer encuentro;

Todo el mundo sentado en clase, él llegó el último y fue presentado por el director con exclusividad, ya que bueno, era el famoso sucesor de All Might, conocido por todos. El futuro héroe número uno, perfecto e insuperable.

Pero la primera impresión que nos dio, estoy seguro de que fue la misma. La de amenaza.

No acababa de entender por qué ese chico era el escogido, y mucho menos porque era tan venerado por la gran mayoría si lo que menos transmitía era seguridad. Su mirada parecía insulsa, y su sonrisa falsa. Era una flor de plástico, eso fue lo que pensé en el primer momento. Y no me gustó.

Menos me gustó cuando se fue quitando esa impresión del resto de la clase, siendo excesivamente agradable y amable sin motivo alguno. Obviamente, sé que lo normal es socializar, pero tengo ojos en la cara, y también sé cuándo te fuerzas.

En resumen, la clase en si me parecía molesta, pero él era el miembro más destacado que me causaba un tremendo rechazo. Me sentía un insecto en un tarro, todos pequeños e inofensivos, y luego él, una mantis. Sigiloso y astuto. En una sola palabra, frívolo.

El peor tipo de personas.

A pesar de todo esto, tampoco pretendía llevarme mal ni buscar peleas. Yo iba a lo mío y lo evitaba siempre que podía. Estoy seguro de que lo notó, y tampoco hizo nada para acercarse a mí. Aunque ahora... dios, era jodidamente diferente, eso era evidente.

No tenía ni idea de la relación que tenían entre los dos, pero no era tan insensible cómo para ignorar lo mal que se sentía el imbécil de Bakugō cuando el otro se le acercaba.

El impulso de preguntar el por qué era grande, pero por ahora, ganaba mi actitud esquiva hacía los demás.

Aquel tema me estaba absorbiendo demasiado, y cómo siempre hacía cuando el estrés se acumulaba, me fui a correr antes de cenar. Y después, una buena ducha, eso me calmaría lo suficiente como para dormir sin problemas.

Desconectar por completo... justo lo que quería este fin de semana.

–¡Kirishima-kun! –un grito en medio de la oscuridad de la calle me hizo parar, extrañado y sin saber muy bien a donde mirar. Vi a Todoroki alzar la mano y saludar.

¿Qué diablos hacía éste tan tarde por aquí?

–¡Hola! –se aproximó sonriente y con las manos en los bolsillos–, no esperaba verte por aquí –este tipo también me asqueaba, pero de manera diferente, más bien me daba rabia.

【Inverted】- PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora