El príncipe del Inframundo [#3]©

Capítulo nueve

Narradora:

La transferencia de Jordán fue un éxito, los estudiantes hablaban de él sin haberle siquiera conocido.

Narra Jordán:

Me levante temprano, me arregle lo más pronto que pude y es que el ganarme el odio del líder no era beneficioso para mí, aunque también lo era.

—Apresúrate novato—grito mientras tocaba la puerta—Estoy listo—respondí mientras salía del cuarto.

Tal como esperaba, él me iba traer cortito, pero tampoco era tan malo después de todo.

«El será el testigo de mi propia coartada.»

con el vigilándome tan de cerca nada puede salirme mal. 

Caminamos hasta la habitación donde se reunían los miembros de su equipo, en cuanto llegamos todos ya estaban ahí.

—Este es Jordán, será parte de nuestro equipo—habló el tipo mientras intentaba no hacer una mueca, no estaba contento de tenerme ahí y yo menos tenerle que ver la cara todos los días.

—Un gusto, soy Jordán—me presente, apenas lo hice el primero en presentarse fue un castaño—Soy Dan, el arquero—sonrió mientras seguía hablando—tu plan fue grandioso, eres un genio, el genio de los gen... —no pudo terminar porque lo interrumpieron.

—Soy Christian, el francotirador—dice con una sonrisa el chico de ojos cafés, luego señala a un pelinegro—Él es Tomas, es el estratega—menciona

Observó al chico pero este ni siquiera me mira—un gusto conocerte—dice sin quitar la vista de donde la tenía.

—Casi no tiene confianza—dice aquella chica que mire antes—Soy Catelyn, la especializada en defensa y francotiradora.

Le sonrió—¿Ángel en que te especializas?—pregunto sin tratarle con respeto.

El me mira serio—trátame como tu superior porque eso soy—alardea—y soy el mejor en espadas—dice con orgullo.

Catelyn solo ríe—No sabía que el líder se llevará tan bien con el nuevo—dice—Y tu en que te especializas además de estrategias.

Si supieras—pienso—Tortura hasta morir—mencionó en mi mente.

—Bueno pues además de la estrategia, uso de armas y defensa—obvio no pienso decirlo todo lo que se, menos lo que hago comúnmente, ella sonríe—Genial, entiendo porque estas en nuestro equipo.

Ángel solo rueda los ojos ante lo que ella dice y los demás solo se miran entre ellos.

—Sus habilidades todavía no están comprobadas—aclara, es verdad pero nunca dijeron que las pondrían a pruebas—así que habrá que comprobarlas.

Los ojos de Catelyn y Dan se abren con sorpresa, los otros dos parecen no comprender, mientras que Dan es el primero en hablar—Estas loco, es un novato—casi grita—Ni hablar líder.

—Ya lo habíamos hablado—dice Catelyn enseguida de Dan, los otros no dicen nada al contrario preguntan—¿de que hablan?

Yo solo escucho, en realidad no es como si me importara la prueba que me fueran a poner.

—Hablamos de aquella prueba que solo se rige a los más capacitados sobre la resistencia—dice dan con preocupación—Es algo que no puedes ponerle a un novato.

Cállense, muero por gritarles que guarden silencio y que no tomen decisiones por mí, pero me abstengo de hacerlo.

Al contrario bufo al oírlo—en realidad no me importaría realizarla—digo encogiéndome de hombros, sin darle importancia.

—¿Estás loco?—pregunta ella preocupada—vas a morir.

Su vos asegura que dice la verdad pero es que yo ya no le temo a la muerte, además no puedo morir, estoy ya muerto y además vengo del infierno—Eso no me va a matar—murmuro riendo—al contrario me divertiré—susurro en voz baja mientras sonrió sin que lo noten

Ya lo escucharon—dice el líder—la prueba durará unos 3 días, durante ese tiempo comprobaremos las habilidades.

Todos asienten y se retiran, Catelyn mira mal al líder y sale enojada, el solo niega, cuando nos quedamos solos habla—Espera tu castigo.

Lo espero ansioso—digo con tranquilidad—Veamos quien sale peor—menciono mirándolo con superioridad, él se acerca y jala mi cabello hacia bajo—odio esa mirada tuya, eres desafiante pero veamos si vuelves a mirarme así después de lo que te espera.

Suelto una carcajada mientras retomó la distancia—Si te miro así es porque no eres más yo—suelto mientras levantó una ceja—puedes ser mi superior en este lugar pero allá fuera solo eres uno más de ellos.

Sin dejarle decir nada me retiro dando un portazo que retumba por todo el pasillo.

«La superioridad no se basa en un cargo, sino en la confianza que tienes en ti mismo.»