Shadow of the colossus

Celosia, Guardián del Fuego

Al descansar, John fue a por el siguiente coloso. Se subió a Ansel y cabalgó hacia la ubicación de su enemigo. Alzó su espada y localizó dónde estaba, tras lo que fue hacia él. Tardó un rato, pero llegó. Al llegar, vio que el coloso era una especie de toro con un blindaje. A diferencia de los anteriores, este era pequeño. El coloso embistió a John, pero John esquivó su ataque y subió a una columna con una hoguera. Cogió un palo y saltó al suelo. El coloso se asustó al ver la llama, y John aprovechó ese miedo a su favor. Siguió al coloso hasta tirarlo al vacío. Al caer, el blindaje del coloso fue destruido, y John saltó encima de él. El coloso se levantó, y John le clavó la espada en el sello. Su enemigo se resintió, y John le volvió a clavar la espada. Entonces, el coloso lo zarandeó, pero John se mantuvo agarrado y volvió a clavarle la espada. Entonces, el coloso empezó a correr hacia donde estaba antes de caer. John se mantuvo agarrado a él y volvió a clavarle la espada. Su enemigo quedó debilitado, y John volvió a clavarle la espada. El coloso se resintió, y John volvió a clavarle la espada. El coloso quedó muy debilitado, y John volvió a clavarle la espada. Entonces, el coloso cayó muerto al suelo. Como en los anteriores, un alma oscura brotó de sus restos y atravesó el pecho de John. John cayó al suelo inconsciente, y cuando se despertó, volvía a estar en el templo. El ídolo del coloso cayó, y John se levantó y fue junto a Sarah. Tenía la apariencia física más deteriorada; tenía el pelo más oscuro. Se sentó a descansar junto a Sarah, y Dormin habló.
-Ya has derrotado a 11 colosos - dijo Dormin -. Lo estás haciendo bien, John.
-Lo sé - dijo John -. Estoy cansado. Voy a descansar un poco.
-Está bien. Te lo mereces. Descansa. Por cierto, queríamos darte un regalo - entonces, Dormin soltó una capa -. Coge esa capa. Cuando la lleves, infligirás más daño a un coloso.
-Gracias, Dormin.
John cogió la capa se la pusó, tras lo que volvió a sentarse junto a Sarah.