Esta vez menos nervioso, Erunestian fue en el auto hacia su primer día de colegio. Helena y Mateo estaban contentos de ir con él.
ー Y no lo olvides...ーDijo Isabel
ー ¡Nada de leer mentes ni hablar con aves!ーexclamó Erunestian. Se despidieron y entraron al colegio.
Su mochila pesaba mucho, sus cuadernos de apuntes eran más gruesos de lo normal, ya que en lugar de papel común, usaba cartulinas. Cada sección de algún libro de texto que usaba, debía transcribirla a braille, y a mano. Mientras caminaba junto a sus "primos", los estudiantes a su alrededor callaban y le observaban sorprendidos. Nadie murmuraba nada, solo estaban boquiabiertos.
Helena pensaba "aún no han notado que es ciego, lo miran tanto debido a su extraordinaria apariencia".
Ahora Erunestian sí empezó a ponerse un poco nervioso.
ー Tranquilo, solo quédate con nosotros y sobrevivirás ーle susurró Mateo.
ー Hace tiempo que les perdí el miedo a los humanos ーrió.
Cuando entraron al salón de clases, Erunestian se sentó entre Helena y Mateo. Y de a poco todos los pupitres se fueron ocupando. Entonces sí escuchaba susurros a su alrededor, todos le observaban con mucha curiosidad y hablaban sobre él. Pronto la profesora llegó y mandó a todos a callar.
ー Tenemos un compañero nuevo ーdijoー. Voy a pedirle que por favor se presente y nos cuente algo sobre él. Y espero que todos le den la bienvenida y le hagan sentirse a gusto aquí ーella sonreía, pero nadie más lo hacía, todos solo le observaban atónitos ー. Por favor, ponte de pie y cuéntanos sobre ti.
Erunestian se paró con el cuerpo muy erguido, la cabeza al frente, los ojos cerrados, una ligera sonrisa fingida, y dijo: Bueno... Hola... Yo me llamo... Sebastian Blanco... tengo 16 años... vengo del Instituto Keller y... me gusta escuchar música y comer... ーse escucharon algunas risas.
ー Dinos qué esperas de este curso y de este año lectivo ーdijo la profesora todavía sonriendo.
ー Eeeeh... Espero aprender mucho y...
"Y hacer nuevos amigos" ーle susurró Helena.
ー ¡Y hacer nuevos amigos! ーexclamó Erunestian
ー ¡Muy bien! Gracias Sebastian ーdijo la profesora y se escucharon algunas risas nuevamenteー. Ya puedes tomar asiento.
Erunestian se sentó y le susurró a Helena: ¿qué tal estuve?
ー Perfecto, justo como lo ensayamos.
ー ¡Excelente!
La clase empezó, la profesora hablaba y Erunestian se disponía a atender, pero no pudo evitar oír los chismes de sus compañeros alrededor: "¿qué colegio es ese que él dijo?" "Creo que es el colegio para ciegos" "¡Ah! No molestes, sí ha sido ciego" "¿y cómo va a leer los textos, y cómo va a anotar las cosas, ¡cómo va a hacer todo!" "¡Me muero! Yo no podría vivir así ¡Ay!" "Oh por Dios, pero si está guapísimo. Yo si le hago" "No yo no... no es mi tipo"
Condenados oídos tan finos que tengo... ーpensó ー. No basta con saber que no dejan de mirarme, encima me entero de todo lo que dicen.
ー Oye Eru... ー le susurró Mateoー. Sí que estás popular ¿eh?
ー Yo quería mezclarme bien entre los humanos, pero ¡parece que me notan mucho! ーse quejó.
ー Y eso se nota mucho ーrió Mateoー. Hasta yo me siento súper observado.
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In Tenebris
Roman pour AdolescentsErunestian es un príncipe intrépido que no tolera más el ver a su pueblo llevando una vida de sufrimiento. Está dispuesto a hacer cualquier cosa por sacarlos del oscurantismo en el que viven, aunque eso signifique renunciar a uno de sus bienes más p...