ー¿Estás Bien? ーPreguntó Mateo medio dormido.
ーSi... No preocuparte ーRespondió Erunestian.
ー Tienes pesadillas de nuevoー se quejó ー. Tienes pesadillas casi todo el tiempo.
ー Perdón...
ーTrata de dormir.
ー Lo intento...
Es la tercera noche en la semana en que él no ha dormido. En su aburrimiento, salió al balcón a escuchar el rugido de las olas y sentía el viento en su rostro. Extrañaba el sol y la luna, su cuerpo estaba sediento por algo de luz para diferenciar el día de la noche.
Sin saber qué más hacer, fue a la cocina a beber agua. Buscando con sus manos un vaso, por accidente tiró unos cubiertos al suelo. El ruido despertó a Isabel, quien lentamente bajó a la cocina también y encendió la luz parpadeando mucho.
ー Lamento despertarte de nuevo... yo ...
ー No puedes dormir... No te preocupes cielo. Es normal ーdijo Isabel mientras se agachaba a recoger las cosas que Erunestian había tirado.
ー ¿Cómo normal? Ya he aprendido que es normal para los humanos dormir toda la noche. Pero en el mar dormimos menos. Descansamos, pero no hay que dejar que nos hundamos y hay que despertar para respirar cada tanto.
ー Es normal para ti Eru... Si tus ojos no perciben luz, luego tu cerebro no sabe cuándo es de noche y no te da sueño cuando es preciso. El tener pesadillas también es común para la gente que no puede ver.
ー Pero bueno... Me da sueño después.
ー No, no es bueno ーle puso la mano en el hombro ー. Los humanos necesitan dormir mucho, además, de día siempre hay cosas que hacer, hay que trabajar. Por eso tenemos que dormir de noche... Y dejar dormir a los otros ーrió.
ー¿Qué puedo hacer?
ー Busca algo con qué entretenerte, pero hazlo en silencio, y ya cuando tengas sueño dormirás. Yo te prometo que mañana mismo, esta vez sí, compraré una medicina para ayudarte a dormir ー Erunestian le agradeció y ella volvió a su habitación.
Durante tres días más la tía Isabel olvidó comprar medicina para Erunestian. Y por seis noches más un blanco fantasma deambuló por la casa torturado de aburrimiento, y por las mañanas y tardes, ignorando que el sol brillaba en lo alto, un príncipe durmiente podía ser encontrado en cualquier parte de la casa. El pobre ya tenía un horario todo alterado y parecía una criatura nocturna.
ー ¿Qué hiciste esta noche Eru? ー Preguntó Helena un día.
ー Pensar... Y conversar...
ー ¡¿Conversar?! ¡¿Con quién!?
ー Cyrene trae noticias
ー ¿Siempre habla contigo?
ー No no, solo a veces...
Esa noche mientras Erunestian contemplaba desde el balcón el sonido del mar, su hermosa ave había venido a posarse sobre su hombro. Le contó muchas cosas con el pensamiento. Cosas que parecieron preocuparle mucho. Después de eso, durante sus noches de insomnio, Erunestian se paraba descalzo en el césped del jardín, con el viento frío soplándole el rostro, las olas murmurando en la orilla y los grillos cantando con fuerza. Frente a él había un árbol joven cuyas hojas pequeñas susurraban con el viento. Sentía el césped puntiagudo bajo sus pies, y eso le agradaba.
Dio un paso arrastrando el pie por el suelo, sintiendo cuidadosamente el terreno. Tenía su lanza en la mano derecha, la empuñó con fuerza y realizó varios tajos y estocadas en el aire. Insatisfecho, repitió los mismos movimientos incontables veces. Era un guerrero experto en su arte, tratando con ahínco de hallar la manera de adaptar las formas de lucha submarina a la tierra.
Sus movimientos eran poderosos, diseñados para ser veloces bajo el agua. Sin agua, eran aún más efectivos. Pero su nuevo cuerpo no estaba acostumbrado al combate, así que tenía que entrenar más arduamente. El sudor rodaba por su frente cuando el sol empezaba a alzarse, muy fatigado, volvía a casa y dormía sin importarle nada.
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In Tenebris
Fiksi RemajaErunestian es un príncipe intrépido que no tolera más el ver a su pueblo llevando una vida de sufrimiento. Está dispuesto a hacer cualquier cosa por sacarlos del oscurantismo en el que viven, aunque eso signifique renunciar a uno de sus bienes más p...