Capítulo 13: Delito Milenario

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Erunestian corrió con su corazón palpitante de emoción. Había esperado esto por mucho tiempo, y aunque el nuevo mundo en el que estaba viviendo le había traído muchas alegrías, añoraba desesperadamente aunque sea una pista de su antigua vida. Ahora no le quedaba nada más que el constante arrullo de las olas y una que otra noticia de Cyrene.

Jubiloso, se detuvo sobre el muelle y gritó con todas sus fuerzas. Como no podía ver, luego de cada grito debía escuchar con atención por si obtenía algún ruido en respuesta, pero no había nada. Él estaba seguro de que había alguien ahí, así que intentó algo distinto, empezó a hacer sonidos extraños con su boca. Silbaba y chasqueaba la lengua lo más fuerte que podía. Fue entonces que pudo oír algo como un chapoteo en el agua. "¡Delfines!" pensó emocionado y continuó haciendo esos sonidos a medida que los animales se acercaban hacia él. Escuchó a dos o tres saltar por el agua. Erunestian se mantuvo en silencio. Dos delfines ya estaban cerca, silbaban y chasqueaban, pero había un tercero que permanecía en silencio. Ese debía ser su amo, un hombre del mar.

ー ¡MANGLUIENAN! ¿BHEIMTRUHÉACH?ーgritó casi llorando de alegría. "¿Criatura del mar, ¿Quién eres?" Exclamaba en su lengua. Pero este no le respondía.

Erunestian se acostó boca abajo sobre el muelle para poder alcanzar el agua. Los delfines sacaron sus cabezas y lo saludaron contentos. Acarició su piel suave y resbalosa.

ー Qué buenos chicos. Se han portado bien. Os daré un premio ーles decía en su idiomaー. Traed a su amo ¡Vamos! ー. Los delfines de la gente del mar son inteligentes y están muy bien amaestrados. Obedecieron a Erunestian y de inmediato se sumergieron para convencer a su amo de salir.

Erunestian se arrodilló con solemnidad y dijo con un tono autoritario ー ¡LAI MANGLUIENAN! ¡ERUNESTIAN LAITRU! (Ven criatura del mar, Erunestian te llama).

Apenas dijo esto, la criatura salió del agua, y con una velocidad impresionante colocó su lanza apuntándole directo a la garganta ー Bheim Erunestian, sa dochaséte! (Si eres Erunestian, ¡pruébalo!) ーGruñó.

Erunestian levantó ambas manos y habló en su lengua ー ¡Soy yo! Erunestian Máfortion, príncipe de Erymannen. Yo soy a quien buscas, pero en cuerpo de tierra ー hizo una pausaー ¿Por que no confías en mi? ¿Qué hombre de la tierra podría hablar tu lengua y saber el nombre de Erunestian? ー entonces bajó la lanza lentamenteー. Has hecho bien, ahora dime quién eres ーel hombre dudaba y se mantenía a la defensiva. Erunestian estaba seguro de que era alguien a quien conocía, pero hasta no escuchar su voz no podía reconocerlo y eso le desesperaba. Así que tratando de sentir su presencia, adivinó ー ¿Desträiel? ¿Iriden? ... ¿No? ... ¡Satragtinel! ¡Sí! Eres Satragtinel, mi amigo.

Satragtinel aläitru Erunestian-traiu (Stragtinel te saluda mi señor Erunestian) ーdijo. El recelo se notaba en su voz.

Erunestian estaba emocionado como nunca. Se acostó y estiró la mano para saludarlo. Satragtinel también lo hizo aunque con timidez. Erunestian hizo el saludo que está de moda entre los jóvenes de su clan. Satragtinel no podía creerlo.

Erunestian-traiu bheimtru...

ー ¡Erunestian-traiu nai! ーrióー ¡Ná Erunestian!  Satrag somos amigos, trátame como tal.

ー ¡Amigo mío! ¿Por qué nos abandonaste? ーcontempló cuidadosamente la apariencia de Erunestian ー¡Tienes el cuerpo de un demonio! Sin embargo estoy feliz de que estés vivo ーdijo consternado.

Lágrimas rodaban por las mejillas de Erunestian. Su emoción era incontenible. El recuerdo de su vida en el mar a veces le parecía un sueño, pero la presencia de su amigo le recordó que todo era cierto.

In TenebrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora