"¿Puedo llevar su desayuno a la mesa para que pueda comer allí?" preguntó Jungwoo después de que Yukhei tomara las pastillas y el ojinegro dudó antes de contestar.
El joven esclavo debería estar descansando, no moviéndose sin cesar desde buena mañana.
Pero al verlo con los ojos atentos y brillantes, ansioso de poder hacer algo por él, no pudo negarse.
"Claro, ven." dijo Yukhei sonriendo y después de que el menor alzó el plato con los panqueques, lo guió hacia la mesa.
Cuando Jungwoo iba a poner el plato sobre la mesa, sintió un mareo y se dio un pequeño tropezón. Yukhei rápidamente lo tomó del torso con un brazo y con el otro atrapó el plato con panqueques para que no cayera y se perdiera todo el trabajo del esclavo.
"Lo siento, Señor." dijo Jungwoo en un susurro y se separó un poco de Yukhei para mirarlo con una pequeña sonrisa. "También le hice café, se lo traeré enseguida—"
"No pequeño." dijo Yukhei jalando una silla de la mesa y Jungwoo lo miró confundido. "Siéntate y yo lo traeré. Tienes que descansar."
"No, S—Yukhei." dijo Jungwoo mirando hacia el piso. "Solo fue un pequeño mareo, ya se me pasó—"
"Déjame cuidarte." interrumpió Yukhei con un susurro y el menor alzó su cabeza y lo miró a los ojos. Yukhei se quedó mirándolo un instante y luego alzó la mano para limpiar la harina que tenía el menor en la mejilla. "¿Ya te he dicho que pareces un cachorrito?"
Un sutil sonrojo subió por las mejillas de Jungwoo al escucharlo y a la vez se sintió extraño; no estaba acostumbrado a que se dirigieran a él de aquella manera.
A pesar de eso, el castaño asintió y Yukhei sonrió. Acercó su rostro al otro para dejar un suave beso en su frente y luego caminó hacia la cocina.
Allí dentro encontró a su madre terminando de alistar su parte del desayuno.
"Después de comer debe descansar." dijo su madre cuando lo vio entrar a la cocina.
"Lo sé." respondió Yukhei y sacó jugo del refrigerador. "Acaba de marearse y casi se cae. Le daré de esto para que le suba un poco las energías."
"Eres increíble, Yukhei." dijo su madre y Yukhei la miró, sonriendo al ver la sonrisa orgullosa que tenía ella en los labios. "Yo llevaré esto y el café, tu lleva lo demás."
Juntos caminaron hacia la mesa y Yukhei frunció su ceño al no ver a Jungwoo sentado en alguna de las sillas. Al llegar al lado de la mesa se dio cuenta de porqué no lo veía; Jungwoo estaba sentado en el piso, al lado de una de las sillas.
Con un suspiro, Yukhei puso las cosas sobre la mesa y se agachó al frente del castaño.
Sintió cómo su estómago se retorcía al ver al menor mirarlo con una sonrisa, como si fuera normal que tuviera que comer a los pies de su dueño.
Para Jungwoo, sí era normal.
"Jungwoo, quiero que te sientes a mi lado en la mesa." dijo Yukhei y Jungwoo, una vez más, abrió sus ojos como platos. "¿Harías eso por mi?"
Inmediatamente el menor asintió con su cabeza. Yukhei sonrió al darse cuenta que aquella podría ser la manera en que lograría que Jungwoo hiciera ciertas cosas a las que no estaba acostumbrado. Al menos por ahora, luego tendría que aprender a hacerlas por sí mismo y no por Yukhei.
Con su ayuda, Jungwoo se levantó y se sentó en una de las sillas. Yukhei prosiguió a poner el jugo frente al menor y sirvió un par de panqueques en su plato y en el de Jungwoo.
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「libérame」 「luwoo」 「terminada」
Hayran KurguUn mundo en el que todos los seres humanos libres deben por ley ser poseedores de esclavo. Yukhei desearía no tener que vivir en este mundo.