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Despierta con el cuerpo entumecido. Siente la ropa húmeda y la opresión en su pecho se mantiene latente, escarbando profundamente en su ser.
«Todo fue un sueño» dice una voz con la que se ha familiarizado últimamente.
Cristo, ¡Todo ha sido un sueño!
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Llega al ensayo con una bonita sonrisa plasmada en su rostro. Hoy es su día, puede sentirlo.
En cuanto NamJoon repara en su presencia le devuelve la sonrisa y palmea el piso, en una invitación taciturna para que SeokJin tome asiento junto a él. Y él, por supuesto, no se niega, encaminándose rápidamente en dirección a su líder.
Hablan de todo y nada. Jin siente como si esa tensión implícita que había entre ellos ha desaparecido y ningún silencio que se forma le hace querer correr a esconderse bajo las mantas.
— ¿Jinnie-hyung? — escucha como lo llama el otro y el mayor ladea ligeramente su rostro, ampliando su sonrisa al notar que bajo la piel morena de Nam, el menor tiene las mejillas suavemente sonrosadas.
— ¿Qué pasa, Nam-ah? — pregunta con dulzura.
— Yo estoy saliendo con alguien — suelta sin miramientos y Kim SeokJin puede estar prácticamente seguro de que todo el edificio oyó su corazón romperse.
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