fifteen

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Pasé exactamente dos días en el hospital para poder recuperarme del todo la decaída me había dejado demasiado mal y últimamente no comía casi nada, eso era muchísimo más peor tanto para mí que como para mi cuerpo.

Al salir del hospital fue en busca de Alison para ir a mi antigua casa e ver qué todo estuviera en orden, quizás nos quedaríamos ahí hasta encontrar algún trabajo de medio tiempo durante la tarde.

Al llegar a la casa estaba totalmente sola y destruida, estaba muchísimo más peor que antes y eso me ponía se una manera triste, el verde que antes crecía verde y fuerte ahora era de un color amarillento y débil, me daba un poco de rabia ver cómo mi casa de total la vida estaba en ese estado de verdad me dolía demasiado, sin más miré a Alison.

— Una semana más en la universidad, ¿No estaría mal? —Alison sonrió.

— No te preocupes, estoy cómoda ahí. —Sonreí.

Ella era compresiva pero sabía que yo no podía darle el amor que sus padres nunca le dieron y eso me daba pena, quería convertirme en una mejor persona solo por Alison, así que volvimos a la Universidad, otra vez ahí era un día sábado y hoy empezaba mi nuevo día en la cafetería en donde por casualidad también trabaja Irene y eso me daba algo de terror tener que verla todos los días.

Sin más me comencé a preparar sin antes dejarle comida a Alison para que comiera algo, llegaría tipo 12 de la noche así que no preocupaba por ella, Eliza se quedaría hoy en casa pero aún así le dejé varias cosas para comer.

— Te dejé muchas cosas encima del mueble, acuéstate y no salgas. —Sin más luego de darle varias advertencias salí.

Comencé a caminar camino a la cafetería que cada vez se hacía más eterno el camino, estaba nerviosa, y lo estaba demasiado. Luego de caminar unos varios minutos había llegado, al llegar la señora me recibió con muchísimo amor y me paso me uniforme, yo estaría rotando primero pidiendo los pedidos y entregándolos juntos una chica de cabello largo, era asiática, su nombre era Sian o Shian, no sabía muy bien como pronunciarlo, pero se apellidaba Lee así que ese era muchísimo más fácil de pronunciar.

Sin más luego por último llegaría a la caja y después ayudaría un poco en la cocina, sin más comenzamos a trabajar.

Estaba algo ansiosa pero alguien había llegado, era un chico, conocía muy bien su espalda y de cierto modo era demasiado familiar.

— Milo. — Murmuré.

El chico se giró dándome una sonrisa y yo sólo rodeé los ojos, ¿esto era una broma? sin más comencé a hacer mi trabajo Milo estaba en la caja por ahora y así comenzamos mi primer día.

( . . . )

Eran exactamente las doce y un minuto estaba tan cansada que sólo quería irme pero yo junto a Milo e Irene nos encargamos de dejar todo limpio y ordenado, comencé a ordenar y limpiar las mesas mientras que Irene limpiaba la cocina y Milo sacaba la basura, luego de terminar eran las doce y quince minutos, sin más me despedí de ellos tome mi bolso y salí de ahí.

No soportaba estar más tiempo con ellos dos en un lugar tan pequeño era como el juego de quién mata a quién primero. Sin más comencé a caminar el frío traspasaban mis huesos y dolían de cierto modo, en mi bolso le llevaba pequeñas cosas dulces para que Alison comiera.

Un auto se paró al lado mío, me giré y era Milo, prefería mil veces caminar pero me moriría de frío y cada vez caminaba más lento, sin más me subí a su auto en silencio, me abroche el cinturón para tomar el café que este me ofrecía.

— Gracias. — Comenté educamente mientras le sonreía.

Era raro, tener a Milo a mi lado nuevamente aún no me acostumbro a tener que verlo todos los días y no poder abrazarlo o besarlo como antes, eso me ponía de cierto modo triste, él era simplemente mi todo.

El camino fue en silencio, no quería hablar y menos con él. Al llegar a la universidad Milo se estacionó, en cuanto le iba agradecer este se acercó a mí invadiendo mi espacio personal.

Dime qué ya no me amas y te dejaré en paz para siempre... dímelo.

Esto era una locura, todo era una locura.

broken heart - ❝ milo manheim ❞ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora