Beso [I]

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Mina Pov:

Recuerdo caminar por el pequeño parque siendo tú mi única compañía, aun soy capaz de sentir las veces en que tu exquisito roce del dorso de tu mano izquierda hacia contacto contra mis ansiosos dedos, estaba extasiada, no lo puedo negar, anhelaba el poder tocar mis palmas contras las tuyas obteniendo de esa manera la unión de nuestras almas. 

El aliento quedó atrapado en mi garganta en el instante que giraste tu rostro observándome de aquella manera peligrosa; de esa forma que lograba colocarme de los nervios. Te sonreí por instinto queriendo no demostrar lo asustada que estaba por tu mera presencia, lo admito, no quería que fueses testigo del nerviosismo que me provocaba tu simple belleza. Recuerdo escuchar tu risa, aun tengo presente la manera en que tu nariz se arrugaba mientras que el color de tus ojos se perdía por el largo de tus pestañas. 

—Eres adorable.

Comentaste en el instante que debí girar mi rostro para esquivar tu mirada, ¿Pero que querías que hiciese? tu belleza despampanante me había obligado el dejar de observarte, sinceramente no soy digna de verte a la cara.

Mi piel se eriza ante el solo recuerdo de la manera en que tus labios se movían al compás de tu habla, no lo negaré, no estaba prestando ni la mas mínima atención, pero no puedes culparme, me estabas observando como si en cualquier instantes los impulsos pecaminosos que se escondían en lo más profundo de tu alma estuviesen anhelando en saltar contra mi cuerpo dispuesto en devorarme en cualquier momento, y no lo negaré, deseaba que aquello sucediera. 

Al sentir tu tacto mi cuerpo reaccionó por instinto, entre nerviosa y asustada di un paso hacia atrás, tú me miraste preocupada, casi como si estuvieses discutiendo contigo misma, para luego volver a sonreír como si no hubiese sucedido nada. Parpadee confundida al verte comenzar a caminar, podía oír tu voz desde lejos, clara y concisa, como si supieras que te estaba presentando atención. Aun lo recuerdo cariño, aún pudo sentir el golpe de tus palabras contra mi pecho desnudo,contra mi corazón al descubierto.

—Eres linda Myoui, demasiado linda.

Lo dijiste con tanta naturalidad que me sentí mareada, lo siento por no reaccionar en el instante, lamento quedarme de piedra como si fuese una boba perdida por tu amor.
Te observé actuar como si nada, como si no fueses si quiera consciente de lo que tus palabras provocaron en mi interior.
Quizás te di pena, ¿Eso fue verdad? Por eso tomaste la decisión de girar sobre tus talones para acercarte a mi. Te vi nuevamente reír como si en lo más profundo de tus deseos te estuvieses burlando por mi actuar. Tragué saliva notando como estirabas tus manos entrelazando tus dedos contra los míos, diablos, aún recuerdo la textura de tus palmas, la suavidad de tu piel, ¿A caso fuiste real?

Tiraste de mi cuerpo hasta llegar a una zona alejada del camino principal, me quedé en silencio como las tantas veces que lo había hecho cuando estaba a tu lado, al parecer aquello te gustaba, ¿Te gustaba mi silencio Nayeon? Quise llorar cuando tus dedos se alejaron de mi tacto, quise reclamar como una niña pequeña por no tener tu contacto, realmente quería sentir tu piel contra la mía.

—Eres suave.

Comentaste ante el prologando silencio que nos envolvía, al parecer deseabas entablar una conversación, pero yo no podía acompañarte, no cuando lo único que tenía en mente era tu nombre. Sentí tu peso caer contra mi pecho, tu cabeza recostada cómodamente contra mis clavículas a la vez que tu caliente respiración chocaba contra la piel expuesta de mi cuello,¿A caso querías matarme? Porque casi lo consigues. Mi cuerpo se paralizó mientras que mi corazón comenzaba a latir como desquiciado, aún lo siento Nayeon, aún siento tus labios rozando mi ardiente piel. Creí que te quedarías ahí, que toda tu atención sería en ponerme de los nervios, pero me equivoqué.

Entreabrí los labios en el instante que te alejaste de mi cuerpo, tu cálida mirada se posaba contra mis nerviosos ojos en busca de algo que aún no puedo descifrar, elevaste las comisuras de tus labios en el instante que hice contacto con tu mirada, observé por el rabillo de mi ojo derecho como elevabas una de tus manos tocando mi quijada con una suavidad extrema. Tragué saliva sintiéndome débil ante tu ser, aún soy capaz de sentir tu cálido aliento chocando contra mis labios, era consciente Nayeon, era malditamente consciente de que me arrepentiría de tu exquisito tacto.

—Eres un ser puro Myoui, malditamente puro.

Y tenías razón, lo era hasta que te conocí.

Me quedé helada en el instante que tus labios chocaron contra los míos, fue maravilloso, algo que jamás en mi vida volveré a sentir, tus cálidos labios se apoderaron de los míos como si no tuviese más voluntad. Di un brinco al sentir tus calientes palmas introduciéndose en el interior de mi camiseta, aún recuerdo como, sin alejar tus labios de los míos te subiste ahorcadas a mi cuerpo para así apropiarte por completo de mi ser. Reíste, aun siento tu bonita risa chocando en las paredes de mis tímpanos, no sé realmente el por qué me deje llevar por qué decidí corresponder aquel error, ¿Por qué lo hice Nayeon?

Las dudas me carcomen, Nayeon, aun me cuestiono el por qué me besaste si no me amabas. 

Doce Besos Y Un Adiós. (Minayeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora