Verso 3 Nuevo comienzo

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Shui

Nada más levantarse de la cama notó un terrible dolor en las piernas, se había olvidado de estirar como había dicho su padre. ¿Cómo iba a entrenar ahora? Ese dolor insoportable no se le iría en unas semanas, mientras andaba como podía hacia la cocina, vio a su padre calentándose el café. Mientras que ella misma se hacia el desayuno su padre le comento que había terminado de rellenar la solicitud de la universidad por la noche, y también le pregunto sobre la prueba de baile, ella le contó lo sucedido y terminó llevándose uno de sus discursos diciendo que debía ser más cuidadosa, que podría ser un mafioso, o un pederasta que podían hackear su cuenta de GWord y muchas cosas más que hicieron que le se pusiera la piel de gallina. Le preguntó si la podría acompañar por si las moscas. El asintió. Se despidieron y se dirigió a la universidad.

La universidad era enorme, pero la dinámica era más o menos la misma que la del instituto aquel día no darían clase, sino que les enseñarían el edificio, y las normas que debían cumplir también les informaron de que las clases no empezaban hasta dentro de dos meses y medio. Dejándoles un tiempo para descansar. Lo cual Shui agradeció porque así podía preparar se la audición de baile y luego si la aceptaban pensar si seguía en la universidad o no. Cuando terminaron se fue al centro comercial para pasar el rato. Y entró en una cafetería donde servían el té que a ella le gustaba, no lo frecuentaba mucho pero siempre que podía iba. El establecimiento no era muy grande, y no tenía muchos clientes aquel día solo tres personas cada una en una mesa diferente, callados, hablando por teléfono y con el ordenador, fue a la barra y esperó a que el camarero la atendiera. Se dio cuenta disgustada de que no era el mismo establecimiento, siempre estaba a rebosar de gente incluso tenían mesitas fuera del establecimiento para la gente que no cabía dentro, ¿Cuánto hacía que no pasaba por allí? El establecimiento era nuevo, pero aun así decidió probar como estaba.

-¿Qué desea?-le dijo el camarero con una sonrisa. En lo primero que se fijó fue en sus ojos azules como el hielo puro pero además oscuros, y en sus rasgos no era de por allí. Además tenía un acento bastante peculiar al hablar y lo hacía un pelín alto para su gusto.

-Un té rojo frío con bolitas de regaliz, por favor-respondió después de ver la enorme carta que tenía el mostrador, no tenía mala pinta.

-Marchando...-el chico se dio la vuelta para prepararle lo que le había pedido. Mientras tanto miró de reojo el establecimiento, era bastante peculiar no se parecía a los establecimientos de por aquella zona, segura mente fuera una firma extranjera.

-Bonito ¿A qué si?-comentó el muchacho.

-Si... Es... Peculiar...-respondió un poco insegura si había hecho el comentario adecuado.

-¿Verdad? Es el único en toda la ciudad-suspiro para sus adentros no le había ofendido. Miro una foto que estaba encima de la caja registradora, donde estaba un hombre tocando una guitarra española y un niño imitándole con una más pequeña.

-¿Ese eres tú de pequeño?-le preguntó.

-Sí, y ese es mi padre, el establecimiento es suyo-dijo orgulloso.

-¿Te gusta la música?-pregunto con curiosidad

-Sí, mucho, la música siempre ha estado presente en mi familia. ¿Y a ti?, ¿Te gusta la música?

-Sí...

-No lo dices muy convencida...

-Me gusta, pero prefiero leer...

-Vaya que interesante ¿Y qué lees?

-Un poco de todo, sobretodo novela negra...

-Yo soy más de poesía... pero la prosa también está muy bien. Por cierto ¿Cómo te llamas?-le preguntó

Shui (내가 널 찾을 때까지) Hasta que te encuentre SUB EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora