Verso 10 Enemigos

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Choisuk

Mientras miraba el bullicio de la ciudad tomándose un vaso de alcohol. Pensó en lo que había ocurrido. Esos críos. Tenía cosas mejores en lo que centrarse desde que recibió la llamada de uno de sus espías, pensaba como librarse de ellos de una vez por todas. El comercio de droga y armas de Europa estaba consiguiendo posiciones a un ritmo alarmante y él quería negociar con ellos para ver si podía hacerse un hueco en aquella zona del mundo y si salía bien. En América. Ya controlaba toda Asia. Quería más. Pero primero se debía ocupar de aquella mocosa y sus amigos. Si descubrían la verdad... Sería muy difícil. Y además tenía contactos en la policía e incluso en los gobiernos. Para salir siempre inmune. Pero no podía dejar la mala hierba en el huerto porque podría crecer hasta convertirse en un engorro. Siempre que actuaba enviaba a varios de sus hombres a vigilar a las familias de sus víctimas, para saber si eran una amenaza o no. Normalmente no lo eran. Dejaban que el tiempo pasara. Pero con aquella familia, no. No era así. Cosa que le fastidiaba. Desde luego la jugada le salió bien pero tuvo que mover muchos hilos para que no le relacionaran con la desaparición de la muchacha. Siempre había sido una mosca pesada y su hermana quería seguir con el juego... Mira que había dicho al jefe de la agencia que no la admitiera. Que era un peligro para ellos. Pero no le hizo caso. Se preguntaba si era tan estúpido como su hermano.

Encima que él le había ayudado a ascender de esa forma. Antes la agencia era una de las miles de poca monda que no ganaban nada y gracias a él había ascendido a lo más alto. Pero parecía que todo lo que había hecho se le había olvidado en dos días. Al principio al saber que la hermana pequeña de Mei quería saber que había ocurrido con ella y que tenía el apoyo de la muchacha de la compositora, sabía que eso no era una buena combinación. Tenía que hacer algo, pero hablo con el jefe de la agencia para situar el concierto en el mismo sitio donde desapareció Mei pero no después de un concierto, no. Sería más discreto. Cuando hizo desaparecer a su hermana lo hizo de una manera totalmente diferente a su estilo. Discreto y silencioso para conmocionar y hundir a aquellos que le querían hundir. Pero aún tenía que pensar cómo hacerlo, quería ser original con su hermana y si le apetecía, haría que Mei viera como le metía un balazo en la cabeza y decirle al oído que ese sería su mismo destino. Aunque se sentía feliz, una mala noticia le llego a sus oídos enseguida, y le amargo la tarde.

Aquellos energúmenos se habían escapado de nuevo, dos hombres que estaban bajo orden de busca y captura se habían escapado de sus garras. Desde luego tenía que renovar su escuadrón. Sus premios de mujeres y fiestas les estaban afectando. Se encargó de quitarles de en medio, por supuesto. No podía permitirse que sus subordinados pensaran que mantenían a unos inútiles, para recordarles que si no hacían bien su trabajo correría su misma suerte. Muertos en una cuneta con la cara tan desfigurada y sin huellas dactilares. Sin identidad de todas las formas para que no encontraran descanso hasta después de la muerte y sus cuerpos se pudran de asco. Pero el daño estaba hecho... Tenía que pensar un nuevo movimiento. Pensó desde un principio involucrar a su hija en el negocio familiar. Pero ella decidió ser una marioneta estúpida que canta delante de unas cámaras y unos escenarios. Explotada hasta la última gota. Seria imbécil. Pudiendo ser ella que explotara a los demás. Desearía haber tenido un hijo. Seguro que habría seguido sus pasos. Eso pensaba. Luego estaba su mujer. Otra inútil. Siempre le recriminaba la falta de ética en su trabajo. Eso era el colmo, encima que la mantenía como una reina. Barajo la posibilidad de dejarla. Podría hacerlo. Era un hombre con un enorme poder y había muchas chicas jóvenes que se casarían con él por la vida que lleva. Pero había algo que lo frenaba. Su hija. Si hacia eso seguro que perdía toda la relación con su hija. Su única heredera de su imperio. Esperaba que quisiera cambiar de oficio lo más rápido posible para que pudiera aprender a desenvolverse en aquel mundo. Sabía que siendo una mujer lo tendría más crudo. Pero teniendo en cuenta de que él había heredado un pequeño imperio en Seúl de su madre. Su hija podía llegar muy lejos. Tenía ese sueño. Y tenía esperanzas puestas en ella. Recibió una llamada. Cogió el móvil y lo dejo en la mesa. Un holograma de un hombre un poco más joven que él le informo que tras dos días registrando la casa. No había ni rastro del disco duro que debían encontrar. Con aparente serenidad pregunto el motivo, porque ya estaba bastante estresado como para recibir más malas noticias, el hombre respondió que se trataba del hijo de aquel hombre. Lo había recuperado. Su cara cambio. Y el hombre que estaba aparentemente sentado enfrente de ella se echó para atrás por puro instinto. "Imposible" pensó nadie debía saberlo. Tuvo que haber un error enorme para que alguien se enterara y no soportaba los errores. Golpeo la mesa con el puño haciendo que lo que estaba encima rebotara violentamente.

Shui (내가 널 찾을 때까지) Hasta que te encuentre SUB EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora