Verso 20 Negociación

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Shui

El anochecer hizo su presencia unas horas antes el mafioso llamó para ver donde se alojaban, sus compañeros ya se habían puesto en marcha hacía la fábrica, en aquel lapso de tiempo no habría tanta vigilancia, y ellos aprovecharían para entrar por una zona de emergencias que se usaba en el caso de que hubiera un cualquier accidente, Shui y Ming-wang le dieron la dirección y se subieron a una furgoneta que les estaba esperando en la puerta del humilde hotel donde se alojaban, les recibieron dos hombres, ambos llevaban tres discos duros cada uno, al parecer tenían tanta información que no cabía en uno, a pesar de que tenía muchísima capacidad, les abrieron las puertas dentro había más gente, y la furgoneta parecía mucho más grande que por fuera. Les acompañaban siete hombres y el conductor, les llevaban como si estuvieran detenidos, no decían nada, Shui evitaba mirar a los ojos a aquellos hombres porque la intimidaban mucho, sin embargo Ming-wang se mostraba tranquilo, aparentemente, porque no paraba de mover el pie de un lado para otro, las ventanas de la furgoneta estaban ahumadas y era un cristal muy grueso, seguramente a prueba de balas, ellos iban atrás en el medio con dos hombres a los lados, y los demás en frente suya. Les entregaron los discos duros. Cuando se lo ordenaron.

-¿No había dos bolsas repletas?-preguntó uno de los hombres al ver la poca cantidad de discos duros que había.

-Hemos pensado que les ahorraría mucho tiempo si juntábamos la información en muy pocos discos duros, los demás al estar vacíos y como no los íbamos a volver a utilizar pues los tiramos...-le respondió el muchacho sin pestañear.

-¿Esta todo?-pregunto el hombre no muy convencido

-Todo...-respondió

-Bien

No volvieron a hablar, en esa situación el tiempo se ralentizaba de una forma asombrosa... miro hacia una de las ventanas, solo se veía oscuridad, y el brillo muy tenue de las estrellas, desde que murieron sus abuelos no había vuelto a la casita rural que tenían donde vivían tranquilamente, por las noches salían a ver las estrellas, era una imagen muy hermosa, y lo que más le gustaba era poder capturar aunque solo fuera por unos segundos una estrella fugaz... esa increíble visión era imposible en la ciudad, en casa de su madre se veían las estrellas principales, pero poco más, por la contaminación lumínica, mientras miraba vio pasar una, la cola del astro era de colores cálidos como el fuego, su abuelo decía que ese tipo de estrellas fugaces significaban que habría un nuevo comienzo, como cuando después de un devastador incendio en un bosque empezaban a brotar las semillas que sus ancestros habían dejado, para que su legado continuase, en esa situación le alentó una llama de esperanza en el corazón. Pensando que ese nuevo comienzo sería con la destrucción de la mafia y el reencuentro de su hermana.

Volvió a mirar al frente, estaba decidida a llegar hasta el final... sabía que su deseo de que la mafia se disolviera, era muy difícil, eran muy poderosos y no estaba muy segura de que salieran de allí ilesos, por así decirlo. El vehículo se paró y el frenazo tan brusco que dio le saco de sus pensamientos, abrieron las puertas, y los hombres que estaban en frente suya salieron. A continuación salió Ming-wang la siguiente era ella, cuando fue a salir noto que una mano se posaba sobre su hombro, giró la cabeza asustada. El hombre que le había puesto la mano sobre el hombro tenía dos fotos suyas con un rotulador permanente, no sabía que decir ni que hacer.

-Antes de que te bajes y negocies con mi superior... me gustaría... que me firmases un autógrafo...- le pidió susurrando para que los demás no lo escucharan, sus ojos rasgados se abrieron mucho al escuchar esa petición, le parecía una situación surrealista, además como llevaban la cara escondida tras un casco la aterraba, al ver su expresión se quitó el casco -son para mis hijas, son muy fans de Peachjuice...-explicó al ver la cara de asombro de la muchacha- Obviamente no saben nada de esto... ni mi mujer ni mis ellas, pero debo de llevar comida y sustento a mi familia-dijo con tristeza-Hoy es el cumpleaños de la más pequeña, me pedía una muñeca muy cara que no nos podemos permitir... y he pensado que esto la haría más feliz, siempre han querido conocerte...- Shui cogió el rotulador que él le ofrecía.

Shui (내가 널 찾을 때까지) Hasta que te encuentre SUB EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora