Capítulo 7

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Sebastián no entendía porque esa muchacha se abrazó a él con tanta tristeza. Sintío aquello como una punzada en el corazón. Verla así, no sabía por que, le hacía acelerar su corazón. Adriana se abrazó a él hundiendo el rostro en su pecho, Sebastián sentía como las lágrimas de aquella muchacha se hacian dueñas de su camisa. "Será una fan" -pensó él.
Pero Adriana era algo más que eso.
-Linda- le dijo aquello levantando su rostro. -dime que te pasa. -Adriana le miraba pero no podía gesticular palabra.
-No muerdo, puedes hablarme tranquilamente. -y ella sonrió- Almenos te hice sonreír.
-Como te llamas, hermosa? -le preguntó.
-Adri. -pudo decir. -Que lindo nombre, yo soy Sebas.
-Lo se. -él sonrió al saber que efectivamente le conocía. -y que haces aquí sola?
-Si te contara... no lo creerías...
-Pruebalo, la verdad que tengo todo el tiempo del mundo... -dijo eso cogiendo la mano de Adriana y indicando que se sentaran en el prado. Ella le siguió y se sento junto a él. Pero se separó unos centimentros de él. Algo no le dejaba respirar con amplitud cuando le tenía tan cerca.
-No se si estoy preparada para decírtelo... -puso sus manos sobre su rostro. -Sé que solo conoces a la parte artista... pero olvídalo puedes confiar en mi.
- Lo se, Sebas... pero es algo muy duro... es que ya me conoces de antes, veo que no te acuerdas. -De antes? -De echo hace unas horas...- Antes que continuara ella hablando Sebas se quedó sorprendido y acto seguido habló.
-Tu eres la chica del hospital?- No sabía que decir ni hacer. La verdad que no le había tratado muy bien...
Los dos se quedaron callados, mirándose, había algo que les unía pero ellos aún no sabrían el que.
-Lo siento.- Solo consiguió susurrar aquello Sebastián.
-Yo si que lo siento... por mi culpa...- y no pudo seguir.
Adriana se levantó del lado de Sebastián y emprendió camino. Sebastián se quedó unos segundos sin reaccionar.
-Adriana! -le llamó, pero ella no se dió la vuelta. "Por su culpa, que?" -pensó.
Esta vez fue Sebastián el que fue detrás de ella. No podía quedarse así. No entendía nada. Aceleró el paso y consiguió coger su brazo y girarle para que volvieran a estar cara a cara, mirada frente mirada.
-Yo fui quien te atropelló. -tras el silencio logró decirselo.
En aquel momento, el único impulso que salió de él fue abrazarla. Llenarla de toda su energia. Algo que ella agradeció con una mirada complice. No dijeron nada, tan solo se abrazaban.
-No te preocupes, Adri, no me acuerdo de nada... -dijo burlón. -Estoy bien, soy fuerte. -Adriana sonrió, mientras él enseñaba sus musculos.
-No veia nada, Sebas. Estaba oscuro, me despisté... no tenía que ir tan rápido pero... -estaba muy nerviosa. -Tranquila, estoy bien. -Pero, Sebas... no deberías ir a casa? -dijo ella con pena.
-Tienes razón... mi mamá estará muy preocupada... ¿Me acompañas? -ella negó con la cabeza.
-No, debo ir a casa. -y los dos empezaron a andar.
Andaron un buen rato hasta volver a la civilización. Ella le había explicado como había vivido todo el accidente, que le había ido a visitar también pero se encontró con Roberto y los chicos de seguridad que no le dejaron pasar a verle.

-Nos volveremos a ver? -le dijo Sebastián.
-Puede ser. -dijo ella deshaciendose del abrazo. -Adiós, cuídate.

Tras aquello ellos dos se volvieron a separar.

Sin ti   (Sebastián Yatra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora