-Tranquilizate... tan solo es una absurda noticia.
- Ya.. pero me preocupa Pablo. - le dije a Maria.
-lo entenderá, si es un buen chico!
-Debo decírselo antes de que lo vea, me voy! Mañana regreso.Salí volando de allí pensando que le diría a Pablo para que me creyera. Era lo que nos faltaba. Nos habíamos reconciliado hacía unas pocas horas y ahora esto. Estaba agobiada. Mi mente estaba colapsada.
Narrado por Pablo:
Adriana hacia un rato que se había ido y yo me quedé en casa recogiendo un poco. Hoy no debía ir a trabajar así que ordenaria la casa. Estaba muy metido en la limpieza hasta que de pronto recibí un mensaje de uno de mis compañeros. Decidí mirarlo.
"Ella no es Adri? Tu novia?" Y seguidamente abrí la noticia que me enviaba pudiendo leer el titular: "Conocemos a la novia de Sebastián Yatra"
Me cayó de golpe la taza que tenía en la mano al ver que, efectivamente, la que salía en la foto era Adri. Un calor recorrió mi cuerpo. No sabía cómo reaccionar, que pensar. ¿Nos acabamos de reconciliar y de repente esto?
Apagué la pantalla de mi teléfono y lo dejé encima de la mesa. Decidí recoger lo que había tirado pero mientras lo hacía oí la puerta. Era Adri. Llegaba bastante agitada. Se le veía nerviosa.
- No me digas nada. - le dije, parandole los pies y alejandome de ella.
- Pablo... No.. - le corté.
- Me da igual saber si es verdad o mentira... empiezo a estar un poco harto... Si quieres meterte en ese mundo hazlo pero conmigo no cuentes...- le dije yendome de la cocina. Ella me seguía.
-Pero Pablo... - le volví a interrumpir.
-He estado todo este tiempo a tu lado, entendiendote... siendo paciente... acompañandote... pero es que últimamente veo que cuando estás con ellos no me necesitas. Tienes otro brillo en los ojos... empiezo a creer que le amas. -aquello traspasó nuestros corazones. Pensar que lo amaba a él en vez de a mi me destrozaba.Ella se quedó en shock. No me debatió ni uno de mis reproches. No sé si porque tenía razón o simplemente no quería discutir. Pero su mirada era triste... así que intenté dejarle hablar. A pesar de que estaba muy decepcionado.
- Pablo, de veras... es cierto que me siento muy bien junto a esa familia pero no por nada en concreto. Simplemente porque son muy tiernos y cariñosos conmigo.. tu mismo lo has visto.
-Pues alejate de ellos.. Ya déjale, no vayas a visitarle más..
-En serio no puedes estar pidiéndome eso cuando justamente está mañana no tenías ningún problema.. que ha cambiado?
-En serio te parece poco esa noticia? -empezaba a sentir que se estaba riendo de mi.
-Pero ya sabes como es la prensa... Y más si se trata de un famoso. Que es falso!!
- Me da igual, pero no vas a dejar de salir en noticias a partir de ahora si no te alejas.
- Ya, pero es que no quiero alejarme hasta que sepa que está bien. Fue mi culpa, no puedes entender que me siento mal? - me dijo con lágrimas en los ojos y alzando la voz.La verdad que esta era la vez que más discutíamos. Nunca habíamos discutido de esta manera. Pero yo no estaba dispuesto a aguantar más. A que dijeran que mi novia estaba con Sebastián Yatra. No quería ese mundo para mi, y si ella lo quería estaba dispuesto a alejarme de ella. Me dolía en el corazón pero era lo que iba a hacer.
Después de esas últimas palabras no nos dijirimos la mirada ni una sola vez en lo que quedó de día. Ni si quiera dormimos juntos. Y yo sentía en el alma que ese iba a ser el último día que compartíamos juntos para siempre.
Narrado por Adriana:
Estaba cansada de explicarlo todo. De que me tomara por mentirosa. De que creyera a la prensa antes que a mi. Sinceramente estaba cansada de esta situación, de este mes de peleas por Sebastián y ahora me pedía que dejara de verle. No entendía como después de todo no creía en mi. Yo no estaba enamorada de Sebastián. Quizás si que me sentía muy bien junto a su familia pero cualquiera lo haría. Tienen un vínculo inquebrantable. Todo el que quisiese entrar en esa familia lo trataban como uno más y después de todo en eso me había convertido yo, en uno más de ellos. La verdad que después de pensarlo mucho ya me era indiferente que se refieran a Sebas y a mi como una pareja. Me daba igual. Lo único que me importaba era su salud. Y era el único motivo por el cual yo estaba a su lado. Y no, no me iba a ir. Sentía que lo defraudaria.Pablo aquel día me insinuó que eligiera entre Sebastián y él. Y la verdad que me dolía que me hiciera eso... Y es que no era que me hubiera enamorado de Sebas... sino que el simple echo de hacerme sentir entre la espada y la pared me hacía elegir a Sebastián.
Los siguientes días a aquella discusión sentía que nuestra relación estaba acabada definitivamente. Pablo no dormía conmigo, no me hablaba, no me miraba, no convivía conmigo... Ni siquiera casi le veía por casa. Él seguía viviendo conmigo hasta que encontrara un piso. Ya que la casa en la que habíamos vivido hasta ahora era de mis padres.
Le pedí que mientras encontraba se pensará bien lo que estaba haciendo. Que yo le seguía amando... Pero una vez pusiera los pies fuera... le iría olvidando poco a poco. La verdad que mi corazón hacia días que se estaba curando y yo solo me refugiaba en mi nueva familia y en Sebastián.Como cada día me despertaba, desayunaba, me arreglaba un poco y iba al hospital. Esta mañana sentí como Pablo arrastraba una de sus maletas y entraba en nuestra habitación a recoger ropa. Pese a eso seguí con mis planes.
Al llegar al hospital y entrar en la habitación vi que estaba su madre. Seguramente se había quedado a dormir con él.
-Buenos días, Mami María. -así la llamaba yo hacía unos días. Se estaba convirtiendo en una madre para mi.
-Buenos días, hija. Que pronto llegaste.
-Si, vaya tranquila a casa a descansar. Si quiere hoy me quedo yo a dormir. - le dije.
- No, linda... hoy se quedará Aníbal, no sufras. -dijo levantándose del sillón.
- No, deben descansar. A mi no me importa...
-Está bien, lo tendrás bien cuidado.Me despedí de María, ella se iría a descansar a su casa. Llevaba muchos días sin dormir casi, sufriendo en silencio, por qué ella era una mujer muy fuerte pero aun así estaba triste. Era su hijo. Su amado hijo.
Dejé mis cosas en el armario, ya había traído una pequeña mochila preparada porque ya tenía idea de quedarme. Destape un poco a Sebas y me acomode en el sillón que iba a ser inseparable para mi durante las siguientes horas.
ESTÁS LEYENDO
Sin ti (Sebastián Yatra)
RomanceAdriana se levantó como cada mañana al lado de Pablo. Ella siempre despertaba antes que él, le gustaba ver como dormia. Era tan dulce -pensaba ella- sonreía y arrancaba su día cantando y bailando. Ella era bastante risueña y nada perezosa así que le...