- Mi amor, -se dirigió a mí Sebas- ha sido todo tan hermoso... -la verdad que le noté extremadamente tierno.
- Que te pasa, lindo? -le dije acariciando su rostro. Sabía que algo rondaba por su cabeza.
- Yo también quiero que seas mi esposa, una boda de ensueño... Tener nuestros hijos, formar una bonita familia y ser siempre felices juntos. Ya nos merecemos estar en paz, en calma.. Ser felices de un vez. -dijo todo aquello tan rápido que hasta me asusté de tantos planes que tenía junto a mí.
- Espera, espera... -le tranquilicé. Él se extrañó ante mi respuesta. Yo también quería todo aquello pero de repente se estaba precipitando.
- Ahora mismo en lo que tienes que pensar es en tu carrera... Yo siempre voy a estar para ti. Recuerda que te prometí que nunca me iría de tu lado.. -le dije.
Él no puso una de sus mejores caras. Yo, de repente, me había asustado. No sabía por qué pero saber todos esos planes que el futuro tenía preparado para mi, me asustaba. Pero le amaba, eso era indudable.
- No quieres ser mi esposa? Vuelves a dudar de mi? -se molestó. Yo sonreí.
- Es lo que más deseo en el mundo, estar contigo para siempre... Pero de repente me asustaste.. -le imité un poco para que él también pudiera sonreír.
Casi todos los invitados ya se habían ido.. Nosotros nos despedimos de los novios y también abandonamos aquel lugar. Como no, Sebas, llamó a su chofer para que nos llevara a casa. En tan solo unos minutos estuvo allí. Supongo que ya le habría avisado antes y no estaba muy lejos de allí.
- Gracias por traernos. Buenas noches -le dije al amable chofer.
- Que tengan una linda noche, señores! -nos dijo.
Sebas y yo entramos en casa. Agotados, pero con una sensación de felicidad en el pecho que no nos dejaba respirar. Pero era un sensación muy bonita. Por fin sentíamos alegría. Por fin podíamos estar felices. De una vez por todas sentía que podía estqr tranquila a su lado, que nada más nos iba a separar. Esta vez no.
Narrado por Geogy:
Me sentía rodeado de tanto amor.. Que estaba feliz. Mis padres y parte de mi familia habían podido viajar hasta España para celebrar nuestra boda aquí. La verdad que no sabía explicar por que pero sentía que teníamos que hacerlo aquí en España. Y sino ya volveríamos a casarnos en Colombia.
Sonreía tanto que ni de los pasos de Carol sentí. Lo que sí sentí fue su piel sobre la mia.
- Amor. Estás bien? -me preguntaba extrañada Carol.
- Demasiado bien.. Feliz. Casado con la mujer de mi vida. -sonreímos y de un golpe la empujé a nuestra cama. Tan rápido que no pudo esquivar ni mis cosquillas seguidas de mi besos y caricias. Fue la noche más feliz de nuestros días. Quería estar así para siempre.
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Sin ti (Sebastián Yatra)
RomanceAdriana se levantó como cada mañana al lado de Pablo. Ella siempre despertaba antes que él, le gustaba ver como dormia. Era tan dulce -pensaba ella- sonreía y arrancaba su día cantando y bailando. Ella era bastante risueña y nada perezosa así que le...