Hogwarths Avengers

La Selección

El pequeño estaba nervioso, mucho en realidad, miraba hacia todos lados buscando una cara amigable que le ayudara en aquella situación.

Difícil, ya que se encontraba en el medio del gran comedor a poco de pasar a ser examinado por el sombrero seleccionador, quien le asignaría la casa a la cual pertenecería por los siguientes siete años, y no sabía muy bien que hacer, más allá de apretar fuertemente su túnica en un intento por contener su enorme nerviosismo; aunque fue ahí que pudo observar algo en la mesa de Ravenclaw: un joven de ojos miel le veía con una sonrisa condescendiente; no supo por qué pero esa sonrisa lo hizo calmarse aunque fuera un poquito, y aunque no pudo contestar la sonrisa, si pudo encontrar las fuerzas para avanzar, cuando fue llamado al frente por una profesora, de la que todavía no tenía ni idea de su nombre, ni mucho menos de su cargo... tal vez lo hubieran mencionado pero estaba tan distraído por sus nervios que no se dio por enterado, si es que fue de ese modo.

—Que interesante... —Escuchó la voz del sombrero muy bajito, lo suficiente para que ni la profesora a su lado se enterara de que le decía aquel artefacto hablante.

—¿A qué se refiere señor? —Fue lo que atinó a pronunciar.

—A ti joven Parker, vienes de una familia muggle, pero tienes amplias cualidades, eres astuto, por lo que podría enviarte a Slytherin.—Pronunció haciendo que girara su cabeza a la casa de las serpientes.—Eres valiente así que puedo enviarte a Gryffindor.—Volvió a decir haciendo que girara de igual modo hacia los leones.—También eres leal, lo que me haría enviarte a Hufflepuff.—Y entonces lo hizo mirar de frente a la casa de los tejones—Pero eres igualmente una persona con una exacerbada inteligencia, lo que te coloca con los Ravenclaw... eres muy interesante jovencito, hace siglos que no tengo a alguien tan fascinante a mi escrutinio.—Sentenció haciendo que el joven se pusiera aún más nervioso, pero entonces volvió a mirar al chico que le había sonreído.

—Yo... quisiera estar en Ravenclaw señor.—Su voz sonó tan bajita que incluso temió que no fuera audible para aquel artilugio.

—¿Seguro? ... —Y las arrugas de la tela se curvaron en una sonrisa, aunque se acalló para pensarlo con cuidado, consiguiendo que el niño pronunciara como mantra el nombre de Ravenclaw... —Entonces eso será ¡Ravenclaw! —Gritó el artilugio, haciendo que los profesores se miraran un tanto preocupados, nunca habían visto que el sombrero se tardara tanto en seleccionar a un alumno, sin embargo, la presión de los alumnos restantes hizo que lo desestimaran y despacharan al muchacho con rapidez.

—Hola mocoso.—Aquello fue soltado con un deje de altivez por el adolescente que lo había estado mirando todo este tiempo.

—Ho—hola... —Susurró aún cohibido.

—¿Tú nombre? —Pidió el mayor.

—Pe—Peter Parker.—Susurró sin estar muy seguro de que era lo que debía de hacer.

—Bienvenido Peter, yo soy Anthony Stark, pero dime Tony, ahora siéntate conmigo. Eres hijo de muggles, se ve a leguas, yo te enseñare todo, tranquilo.—Le sonrió dándole un beso en la frente, cosa que consiguió que algunos alumnos se sorprendieran o gimieran en desconcierto.

—Si... gracias.—Sonrió con infantil admiración al joven.

—¡Alumnos pueden cenar! —Se escuchó la voz del director y por arte, literalmente, de la magia un enorme y suculento banquete como jamás el pequeño había visto apareció ante sus ojos.

—Puedes comer lo que gustes, todo esto es para nosotros, por cierto, ese es el director, Nicholas Fury.—Comenzó a explicarle el joven mayor.

—¿Lo vas a tomar como tu protegido Stark? —Les llegó el gruñido de un joven de baja estatura con el cabello en picos para todos lados, incluso parecía que tuviera orejas de algún tipo de animal debido a lo alborotado de su cabello de dos colores, ya que los mechones frontales de su cabello eran más claros que los de atrás, y a pesar de su corta estatura se notaba que era bastante fuerte.