Vortex (En Revisión)

Culpabilidad Y Miedo.

Marshall se voltea, la horda ya nos había alcanzado, pero eso no era lo más destacable, por la izquierda de la multitud de muertos vivientes caminantes, una atemorizada y cansada chica logramos divisar, al pasar por dichos seres, estos estiran sus flácidos y podridos brazos hacia ella, intentando atraparla, con un poco de agilidad logra esquivarlos moviéndose en la dirección contraria, y continúa su carrera.

-Debe ser Yamila. -Supuso Marshall.

-Por cierto, asquerosa pero ingeniosa idea la de taparse con vísceras de los muertos. Le digo a Marshall, levantando una ceja, señalando su ropa repleta de tripas, cerebro y mucha sangre, solo con sentir el olor a podrido que dispersa ya me da asco. 

-Viniendo de ti, lo tomaré como un cumplido, no te creas el único que sabe pensar. -Responde. -No cabe duda de que es Ella. -Agregó. -Pero, ¿por qué corre despavorida?. -Cuestionó, se le notaba sumamente atemorizada.

-¡No se detengan!. -Grita a lo lejos, en forma de advertencia.

-¡¿Qué ocurre?!. -Pregunto inquieto y aún con fatiga en mi cuerpo.

-¡Son demasiado, tenemos que salir de aquí!. -Indica de forma directa una vez más.

A lo lejos, doblando en la esquina, hacia nuestra dirección, se dirige una increíble y temible cantidad de ellos, tantos que ni siquiera puedo lograr contarlos, solo consigo observar el paso firme y decidido de aquellas cosas, comandadas por la muerte, que no se detendrían hasta ingerir nuestra jugosa carne, la cual para ellos es un manjar de los dioses.

-No hace falta decir que debemos seguir corriendo por nuestras vidas... -Expresa Marshall, con total aborrecimiento.

Yamila nos alcanza en un par de segundos y comenzamos a correr junto a ella, a unos cuarenta metros de nosotros se encuentra la bola enorme de Zombies persiguiéndonos, a algunos se los nota muy delgados, tanto que sus costillas sobresalen y su estómago se hunde, a otros por lo tanto, se les nota obesos, y no precisamente por que en aquello a lo que antes conocíamos como "vida", también lo fueran, para nada... En su interior se les notaba como la carne los mantenía llenos, era tan asqueroso que tan solo con verlo me daban ganas de vomitar, otra vez, había desde niños hasta adultos mayores, este nuevo mundo no se apiada de nadie.

-Y bien... ¿Alguna idea que, no implique ser tragados por Zombies?. -Dice Yamila, jadeando.

-Tal vez, si conseguimos hacer que, algún automóvil o lo que sea, genere suficiente ruido para atraerlos, al menos un instante, podríamos tener una oportunidad de alejarnos y desaparecer de su rango de visión... -Respondo cansado, notando como mis músculos se tensan y comienzan a contraerse de a poco, noto la falta de oxígeno aumentando, y mi velocidad disminuyendo, tenemos que actuar rápido, o terminaremos como Naiara y... Maya, la alegre, valiente, y dulce Maya...

-Igual que aquél día... -Dice Marshall, e inmediatamente entiendo a que se refiere, al día en el que hizo sonar la alarma de un coche estacionado para alejar a tres Zombies que me seguían, mientras intentábamos entrar al hospital, el mismo día en que perdió a su madre...

-Correcto, hagamoslo una vez más. -Le respondo, mientras Yamila nos mira con cara de intriga.

Comenzamos a dejar de correr, de a poco, Marshall se encarga de contarle a Yamila el Plan, e inmediatamente comenzamos a golpear los coches cercanos, estaban estacionados a los lados de la calle, algunos pocos atravesados, tras unos segundos de patearlos y golpear sus Capos con fuerza sin recibir ningún sonido alarmante como respuesta, lo cual es malo, la joven y cansada chica toma una barra de metal que se encontraba tirada cerca de una reja oxidada, la cual protegía una casa, y comienza a romper los vidrios, uno tras otro, coche tras coche.