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Recostada en su cama, con la cabeza arrimada contra el respaldar. Damon Salvatore se preguntaba cuando la mujer a su lado, casi desnuda bajo las sabanas iba a despertar. Miro a su costado con una expresión de aburrimiento. El rostro de la mujer que había conocido ayer estaba tapado por su cabello castaño rojizo, este estaba desordenado sobre la almohada.
Una de las pocas cosas que podía recordar con claridad era que había estado ebrio. Lo suficiente ebrio para no recordar si es que había usado su auto para volver a la residencia Salvatore. Recordaba haber ido al bar, beber varios vasos de Bourbon y probablemente otros licores, una chica se le acerco y sonrió. Se besaron y llegaron a su cama. Damon sonrió sin alegria, solo malicia.
Se levanto de la cama y se estiro. Los huesos de su cuello tronaron levemente. Camino el corto caminó hasta el baño. Se paro frente el largo espejo que se estiraba hasta cubrir el espacio de ambos lavamanos. Damon se miro el espejo por un momento, antes de lavarse el rostro con agua del grifo. Se seco con su toalla y se bajo el boxer. Entro a la ducha y la prendió. Agua caliente empezó a correr por su cuerpo y espeso vapor nublo las paredes de vidrio que lo rodeaban.
Aunque tratara de negarlo y relajarse bajo la agua que recorría todo su cuerpo. Damon aún sentía el peso de su mundo sobre sus hombros. Todos los problemas que querían lanzarle los demás para mantenerlo distraído de lo que en verdad estaba pasando por su cabeza. Ellos pensaba que ayudaban pero en verdad no lo hacían.
En los últimos trece meses todo había parecido normal para alguien como el. Había bebido hasta no poder recordar como hablar, había besado a mas mujeres como la que se hallaba aun dormida en su cama, había recibido miradas de vergüenza y criticas silenciosas de parte de los demás. Habían querido mostrar "compasión" , o al menos así lo llamaban.
Las primeras semanas habían sido las mas sencillas, le habían dado su espacio después de haber logrado escapar del mundo prision, incluso Stefan se había marchado de la casa por un tiempo, queriendo dejarlo solo para poder llorarla en paz. Incluso su nombre se había vuelto un prohibido que pocos mencionaban, todo por el. Creyendo que lo que ayudaban.
Pero luego solo se volvió peor. Volvieron a esperar a que se alzara como un héroe, que dejara su dolor atrás y volviera a la normalidad. Pero ya no había una normalidad a la cual volver. Damon termino de ducharse y se paso las manos sobre su cabello mojado que se pegaba a su rostro, salió de la ducha y envolvió una toalla alrededor de su cintura. Se miro en el espejo del baño, en el corto espacio que no estaba cubierto de vapor. Se veía bien pero en verdad no volvería a estar bien.
Suspiro con pesadez y camino fuera del baño, de vuelta a su habitación. La mujer ya había despertado y se encontraba abrochando el cierre de su pantalón y arreglando su cabello. En cuanto lo escucho, alzo la cabeza y le sonrió. Damon arrugo las cejas en una mueca al ver su maquillaje chorreado sobre sus mejillas.
