ii. | Blood in your hands

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Recostada en el suelo polvoriento de su celda, Rose Lightwood dibujaba figuras con el polvo gris del suelo

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Recostada en el suelo polvoriento de su celda, Rose Lightwood dibujaba figuras con el polvo gris del suelo. Las dibujaba en el pequeño espacio que las cadenas alrededor de sus muñecas le permitirán moverse. Cuanto tiempo había pasado ahí, ya no podía recordarlo. Cade había estado en lo correcto cuando le dijo antes de meterla en esa celda que el tiempo el en el inferno no podía ser medido como el tiempo en la tierra de los vivos. Un minuto podría ser un día o un par de horas.

Rose suspiro con cansancio, no había podido conciliar el sueño en la posición tan incomoda que la dejaban ponerse las cadenas.  Y con toda la obscuridad lo único que su cuerpo pedía era eso, dormir. La única luz en la celda era la de una pequeña ventana en una de las paredes.  Rose había tenido curiosidad y había querido ver por esa ventana como en verdad era el infierno pero las cadenas se lo impidan, manteniéndola cerca del suelo.

Se preguntaba que iban hacer con ella, cual iba hacer el trabajo por el cual le había arrebatado la paz que merecía al morir. Porqué la tenían en una celda como si fuera una criminal. Rose cerro los ojos y arrimó su cabeza contra la pared. Su mente viajo a el, a Damon. Su sonrisa, el color de sus ojos, sus labios. Rose lo recordaba vivamente cada día y se preguntaba si estaba bien, si alguna vez podría volver a verlo.

Katherine había encontrado una manera de saber sobre su vida después de su muerte. Una parte de Rose quería pensar que ella también podría ver a sus seres queridos, pero otra parte no deseaba ver por miedo de que enserio fuera tan fácil de olvidar. Miedo de ver como los que quería la olvidaran fácilmente.

Había un nombre para el termino especifico, miedo a ser olvidado. Aunque en ese momento Rose no podía recordarlo. No en ese estado, como si estuviera despierta pero al mismo dormida. Aun pequeñas gotas de sudor recorrían su cuerpo debido a su alta temperatura. La celda era helada y mas en las noches pero su cuerpo seguía caliente, como si en verdad estuviera debajo de una caldera.

Paso sus manos por su rostro y trato de dormir. Trato de encontrar tranquilidad hasta que escucho un sonido nada familiar, el sonido de la celda abrirse. Rose abrió los ojos y aparto sus manos de su rostro. Por un momento sintió alivio pero ese sentimiento se borro en cuanto vio quien era la que entro.

Katherine Pierce le sonrió al verla en ese estado-Rosie, ¿como te encuentras?-

Rose giro los ojos-pudriéndome en el infierno-le contesto con ironía

La mujer morena pareció en verdad encontrar gracia en su chiste pues se carcajeó en silencio mientras paseaba de un lado de la celda al otro. Rose la observaba no queriendo bajar la guardia, temiendo que en cualquier momento la fuera atacar como una verdadera culebra. 

-enserio lamento lo de la celda, es que aun no confiamos totalmente en ti-le explicó Katherine arrimándose contra la entrada y cruzando sus brazos sobre su pecho-pero en cuanto comiences a trabajar de seguro tendrás un lugar mejor-

Smoke and Blood | 𝐓𝐇𝐄 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐈𝐄𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora