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12 años y cinco meses en el infierno
—¿que demonios hago aquí?—pregunto la joven, desconocida a los ojos de Rose, caminando de una esquina a la otra de la habitación donde Rose recordaba que la mayoría de veces Cade citaba a cualquiera-esto no tiene sentido-
Jayden arrugo el entrecejo-es el infierno, ¿cuando algo si hace sentido?-
Rose sonrió al igual que el otro muchacho en la habitación. Arrimado a la pared junto al pequeño balcón sin decir mucho, sumergido seguramente en sus propios pensamientos. Tenia el semblante de alguien tranquilo, y sus ojos color ámbar no reflejaban maldad pero estaba ahí por una razón. Y al igual que todos, en sus manos había sangre.
Jayden estaba sentado a su lado, con una pierna alzada sobre otra silla del mesón que se extendía de largo hasta el otro extremo de la habitación. Por como chasqueaba la lengua cada cierto tiempo Rose podía deducir que estaba aburrido.
La otra persona restante en la habitación aparte de ella misma, era la chica de cabello castaño largo hasta la mitad de su espalda y ojos color claro como los de Jayden. Desde que había llegado, no había dicho su nombre ni preguntado por los demás. Solo cuestionaba en voz alta que estaban haciendo ahí.
Pregunta que todos tenían en ese momento.
Las paredes eran oscuras y la mesa ocupaba la mayor parte del area. El balcón era el único lugar por el cual entraba luz. Rose conocía ese lugar a la perfección, ya que aun si entender por que, en los últimos meses Cade había subido su rango en su circulo de confianza. Le había tocado atender a muchas juntas que el diablo convocaba, pero los asuntos que se discutían no eran lo uno esperaba. Era mas bien como conseguir mas almas, mas almas para torturar y para alimentarse.
Solía sentir compasión, pero Rose había llegado a un punto aunque no podía entender cuando paso, que le había dejado de interesar incluso le encontraba diversión al asunto. Jayden varías veces le había preguntado en modo de broma si finalmente la oscuridad había tomado completamente su moral con el tiempo o si ya había apagado su humanidad.
Su humanidad seguía prendida pues podía encontrar de una forma apreció en ciertas cosas de su vida como Jayden. Al pensar en el su mirada viaje a donde estaba sentado, enfrente de ella mirando con aburrimiento la mesa. Y también encontraba sentimiento de alegria al en un bar. Cade le había estado permitiendo mas libertad en los últimos meses. Sabia que seguía siendo su arma pero al menos podia ser algo mas.
Mientras fuera su soldado perfecto, Cade le permitía otros gustos.
La había estado consintiendo pero Rose no sabía porque.
