Aeropuerto | Jos Canela

33 | regreso

Abrí los ojos poco a poco, encontrándome con poca luz, quizás un poco de luz por parte de las lámparas callejeras.

Miré el despertador, el cual me mostraba las 4:13 am. Encendí rápidamente la lámpara que se encontraba a un lado, me di cuenta que me encontraba en el departamento aún.

Y a un lado de mi, se encontraba Valentina profundamente dormida, decidí no despertarla porque aún era muy temprano para arreglarse para la escuela. Me levanté para ir al baño.

Tenía emoción de mi primer día, aunque mezclada con nervios a flor de piel. Decidí tomar un baño, antes de que Valentina despertara y decidiéramos pelear por quién se bañaba primero.

Cuando salí de bañarme, mi nariz se inundó de un olor a comida, era huevo. Estaba agradecida de vivir con Valentina, porque yo no sabía más que servirme helado.

—Ya desayuné, me iré a bañar mientras tú desayunas.— me dijo mientras corría hacia el baño.

Eran las 6 am en punto. Me serví mi desayuno, pero me interrumpieron cuando tocaron el timbre. Realmente me dio miedo abrir, ¿quién podía ser a esas horas? Pero, por algo existía la mirilla. Me asomé y pude ver a un chico con una pequeña caja entre las manos, no se veía sospechoso, así que decidí abrirle.

—Buenos días, ¿señorita _____ Garnett?— me dijo al verme.

—Si, soy yo.

Me tendió la caja que llevaba entre sus manos, había llegado a la conclusión de que era de la paquetería. Pero me parecía extraño que a las 6 am estuvieran laborando.

—¿A qué se debe que sea tan temprano?— pregunté intrigada.

—La persona que lo llevó a la paquetería lo marcó como urgente, muuuy urgente.— recalcó.

—De acuerdo, gracias.— dije, y cerré la puerta con la caja entre mis manos.

Lo llevé al comedor junto a mi desayuno y comencé a abrirlo. Me di cuenta por la etiqueta que venía, que el paquete venía del extranjero, específicamente de Estados Unidos.

Helen, pensé.

Dentro se encontraba un celular completamente nuevo, y dentro una nota.

"_____, te dije que te lo pagaría, tuve que vender un número falso de Jos Canela. Cualquiera iba a creerme si les enseñaba que había pasado Año Nuevo con él. Pero no te preocupes por eso, en realidad el número falso era de mi amigo y él fingió muy bien su papel, todas creyeron que hablaban con Jos Canela, muy ilusas.
Ahora, necesito que estés sentada en un lugar, o mejor acostada, porque con lo que te voy a decir tal vez te vayas para atrás. ¿Lista? Bueno, primero una mala noticia, no me aceptaron en ninguna Universidad aquí, así que decidí estudiar en México y vivir contigo. Podría ayudarles con la renta a ti y a Valentina, podríamos ser roomies las tres. Pero en realidad no tienes mucho para pensarlo, cuando estés leyendo esto ya estaré en camino a México.
Te quiere, tu prima Helen."

Solté un grito ahogado, y casi me atraganto con el huevo que comía. Sabía que Helen quería vivir en México por su fanatismo por CD9, no era más que eso, y tal vez como última razón, yo.

—_____, ¿no vas a arreglarte?— me preguntó Valentina desde la habitación.

—Si.— dije con un hilo de voz.

—____, te estoy hablando.— salió de la habitación, pues era seguro que no me había escuchado.

Me miró intrigada cuando miró la caja y la nota a un lado, pero lo que más la asustó fue mi expresión, seguro tenía una parecida al shock.

—¿Qué te pasa? ¿Murió alguien?— me preguntó aterrada.

Le tendí la nota.

Al terminar de leerla, me miró boquiabierta, ella entendía lo mismo que yo. Que nunca podría vivir en paz mi relación con Jos, si no era por la prensa o por Rebeca, era por mi prima Helen.

—Ve el lado bueno, ahora puedes mandarle mensaje a Jos.— trató de animarme, pero no lo había conseguido.

Le saqué el chip a mi celular estrellado por Helen, y se lo introduje al nuevo celular, todos mis contactos se habían transferido. Pero había perdido fotos, todas las fotos que había sacado en mi visita a Estados Unidos.

Decidí escribirle a Jos, pues no había sabido nada de él desde nuestro regreso a México, desde el aeropuerto.

"Volví, Helen me pagó el celular estrellado".- enviado a las 6:19 am.

Después de mucho drama mañanero, Valentina y yo nos dirigimos a nuestro primer día de Universidad.

•••

El camino de regreso había sido lo mismo que el de ida, pues solo podía pensar en que Helen viviría conmigo, y que ocultar a Jos debía seguir siendo mi prioridad para no lastimar a mi prima.

Valentina había notado mi ausencia del planeta y decidió hacerme plática.

—Hay chicos lindos, eh.— dijo para sacarme de mis pensamientos. —Creí que solo era mentira todo eso de que en la Universidad eran lindos.

Reí sin muchas ganas, pues casi no le había prestado atención a los chicos, ni siquiera había disfrutado mi primer día de clases como hubiera querido.

Llegamos a nuestro destino, nuestro edificio. Subimos los escalones para llegar al segundo piso, en donde se encontraba nuestro departamento.

Una chica se encontraba con maletas en manos, no era difícil de adivinar de quién se trataba. Casi me voy para atrás cuando se dio la vuelta, no la esperaba tan pronto.

—¡Sorpresa!— exclamó y me envolvió en un dulce abrazo, realmente la quería pero me complicaba un poco la vida.

—Helen.— musité.

—Espero no ser tan inoportuna, realmente no las deje pensarlo mucho.

—No te preocupes Helen, puedes quedarte.— dijo Valentina, sin siquiera consultarme.

Nos adentramos en la casa, Helen se adelantó a mirar las habitaciones.

—Ni siquiera me lo consultaste.— le reclamé en voz baja.

—No íbamos a dejarla en la calle ¿o si?— me dijo obvia. Se adelantó junto a Helen, para ayudarle a desempacar.

Mi celular vibró anunciando un mensaje, lo saqué de mi bolsillo.

"Necesito hablar contigo".- Miguel, recibido a las 3:24 pm.

•••
Holaaa, Aeropuerto is back.
Sé que me desaparezco por mucho tiempo, pero pienso terminarla, así que nunca olvido mis historias por completo.
No prometo actualizar tan seguido, pero si prometo terminarla.
Les recomendaría que vuelvan a hacer maratón de Aeropuerto para refrescar la memoria, yo también tuve que hacerlo.
Sin más que decir, lxs tqm.❤️