15 | el vuelo

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Me había quedado dormida con la televisión encendida. La luz llegaría carísima.

Pero al menos me había ayudado a despertarme justo a las a las siete de la mañana por el ruido que está había provocado.

Hoy era noche buena, en la noche tendríamos nuestra cena.

Ya es hora – gritó entrando a mi habitación Helen.

Por suerte yo ya estaba despierta, si no le hubiera lanzado lo primero que hubieran tomado mis manos.

Ya lo sé Helen.

– Te veo abajo en cinco minutos – me advirtió Helen, para que me apresurara.

Si Helen – respondí como si se lo estuviera diciendo a mi mamá.

Tomé mi sudadera amarilla y peiné rápido mi cabello. Teníamos que llegar rápido por eso no me iba a arreglar tanto.

Bajé las escaleras y me encontré a Helen comiendo un pan, tan rápido que iba a atragantarse.

Me uní a ella.

Después de medio llenar nuestros estómagos con ese desayuno express, salimos de la casa para dirigirnos hacía el aeropuerto.

Quisiera vivir en México – dijo Helen mientras manejaba.

¿Por CD9?.

– Ahí los podría ver todo el tiempo – habló con tristeza.

Sería una pesadilla Helen.

Me imaginé la idea de que Helen acosara a CD9 el triple de lo que ya lo hace, que locura. Su mamá estaría harta, seguro la daría en adopción.

El camino iba ambientado con música de CD9, lo normal. Con la misma canción de urbano, que la verdad ya empezaba a gustarme.

Así que no le hablen de amor – me descubrí cantando.

¿Estás cantando? – preguntó sorprendida.

No, fue tu imaginación – hablé rápido.

Ambas reímos ante mi mentira y más porque era raro que yo cantara eso.

Bajamos del auto cuando ya habíamos llegado a nuestro destino.

Ya están ahí, acabo de ver los chinos de Freddy – Helen se estaba asomando.

Pues vamos – traté de ocultar lo ansiosa que estaba.

Solo estaban Freddy y Bryan, los otros tres integrantes no se encontraban con ellos.

Hola – saludó Helen con un beso en la mejilla de Freddy y después de Bryan.

Hola – saludé.

Hola – respondieron al unísono.

¿Y los demás? – preguntó Helen.

Llegarán en media hora – respondió Freddy.

Bien, ahora tendré que esperar media hora en el aeropuerto para poder ver a un engreído, que no hará más que creerse el más guapo del universo.

Me encontraba sentada, mientras Helen conversaba con Bryan y Freddy sobre cuándo regresarían a Estados Unidos.

Dos chicos pelinegros y uno castaño caminaron hacia donde nos encontrábamos, después de esperar media hora.

Jos – gritó Helen en cuanto vio al chico de las pestañas de niña.

Helen – le dedicó una sonrisa.

Aeropuerto | Jos CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora