Hermoso Desastre -FIN-

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La nueva ___ es una buena chica. No bebe, ni maldice, y tiene un porcentaje adecuado de chalecos en su armario. ___ cree que tiene suficiente distancia entre su oscuro pasado y ella, pero cuando llega a la universidad con su mejor amiga América, su camino a un nuevo comienzo es rápidamente desafiado por el Chico de Una Sola Noche de la Universidad de Eastern.


Christian Ordaz, delgado y cubierto de tatuajes, es exactamente lo que ___ necesita y quiere evitar. Él pasa sus noches ganando dinero en el cuadrilátero, y sus días enamorando a sus compañeras. Intrigado por la resistencia de __ hacia sus encantos, Christian la engaña con un sencillo truco, una simple apuesta. Si él pierde, él debe mantenerse en abstinencia durante un mes. Si __ pierde, debe vivir en el apartamento de Christian por la misma cantidad de tiempo. De cualquier manera, Christian no tiene idea de que él ha encontrado a su igual.

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Capitulo 1:
Todo en la habitación gritaba que no yo no pertenecía aquí. Las escaleras estaban en ruinas, la gente estaba apretada hombro contra hombro, y el aire era una mezcla de sudor, sangre y moho. Las voces se arremolinaban mientras gritaban números y nombres una y otra vez, los brazos se agitaban y se hacían gestos para intercambiar dinero y comunicarse a través del ruido. Me sumergí entre la multitud, siguiendo de cerca a mi mejor amiga.

— ¡Guarda bien tu dinero en tu billetera, ___! —Me gritó América. Su amplia sonrisa brillaba aún en la penumbra.

— ¡Quédate cerca! ¡Empeorará una vez que comience! —gritó Shepley por encima del ruido. América tomó su mano y después la mía mientras Shepley nos dirigía a través del mar de gente.

El balido agudo de un cuerno de toro sonó en el aire lleno de humo. El ruido me sobresaltó, haciendo que saltara, buscando el origen de estallido. Un hombre estaba parado en una silla de madera, sosteniendo un fajo de billetes en la mano, el cuerno en la otra. Él mantenía el plástico en los labios.

— ¡Bienvenidos al baño de sangre! Si estás buscando Economía 101… ¡Estás en el jod*do lugar equivocado, mi amigo! Si buscas el Círculo, ¡Esto es Meca! Mi nombre es Adam, yo hago las reglas y dirijo la pelea. 
Las apuestas terminan una vez que los oponentes estén en el suelo. No se permite tocar a los combatientes, no ayudarlos, no cambios de apuestas, y no entrar en el cuadrilátero. ¡Si rompen estas reglas, se les partirá la madr* y serán retirados de aquí sin su dinero! ¡Eso las incluye a ustedes, señoritas! ¡Así que no utilicen sus put*rías para estafar al sistema, muchachos!

Shepley negó con la cabeza. — ¡Jesús, Adam! —gritó al maestro de ceremonias sobre el ruido, claramente desaprobando la elección de palabras de su amigo.

Mi corazón latía en mi pecho. Con un suéter de cachemir color rosa y unos pendientes de perlas, me sentí como una maestra de escuela en las playas de Normandía. Le prometí a América que podía enfrentar todo lo que se nos pusiera enfrente, pero en la zona cero sentí la necesidad de agarrar sus delgados brazos con ambas manos. 

Ella no me pondría en peligro, pero estar en un sótano con cincuenta o más chicos universitarios borrachos, no estaba exactamente segura de nuestras posibilidades de salir ilesas.

Después de que América conociera a Shepley en la clase de orientación de primer año, ella con frecuencia lo acompañaba a las luchas secretas en los sótanos diferentes de la Universidad de Eastern. 

Cada evento se llevaba a cabo en un lugar diferente, y se mantenía en secreto hasta una hora antes de la pelea.

Debido a que yo pertenecía a un círculo un poco más tranquilo, me sorprendió saber de un mundo subterráneo en Eastern; pero Shepley lo sabía aún antes de haberse matriculado. Christian, el compañero de cuarto y primo de Shepley, entró en su primera pelea siete meses antes. Como estudiante de primer año, se rumoreaba que él era el competidor más letal que Adam había visto en los tres años desde que creó El Círculo. Comenzando su segundo año, Christian era invencible. Juntos, Christian y Shepley fácilmente pagaban el alquiler y las facturas con las ganancias.

Novelas De Christian OrdazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora