My two loves. (Malec)

27. 🍂

4 meses después.

París, se había mudado a París. El padre de Magnus aceptó que se fueran a vivir hasta aquel país.

El pequeño Rafa vivía con su padre Magnus, mientras que Max sí vivía con sus dos padres. Alec para Rafa era su padrino... o algo así.

Matthew visitaba cada dos días a su hijo. Por que sí, Matt igual se había ido a vivir a París y no solo, él vivía con Harry. Ambos estaban enamorados y no querían separarse el uno del otro, en opinión de Magnus, ellos se veían tiernos juntos.

Todos había llegado a un acuerdo y era que se fueran lejos de Seattle, París fue algo que Harry y Magnus eligieron y, obviamente, sus novios no lo cuestionaron. Alec al igual que Matt y Harry decidieron dejar la academia militar para hacer lo que ellos querían, en el caso de Matt, decidió seguir con su carrera de actuación y hasta la fecha él estaba audicionando para algunas películas, Harry se fue por el camino del baile y Alec por el de gastronomía.  Por otro lado Magnus pensaba abrir una tienda de ropa de la línea de su madre, ellos trabajarían juntos y, sí Magnus aún tenía un guardaespaldas - Will - pero solo cuando Alec no estaba cerca de Magnus, él lo cuidaba.

William estaba comprometido con Tessa, ellos al igual que los demás se fueron a París. Era raro y divertido a la vez, porque aún seguían juntos, todos.

Magnus.

En mis brazos mecía a mi pequeño Rafa, sus ojos eran entre miel y verde, justo como los de Matt, su piel era un poco más acaramelada que la de Max y supongo que eso lo sacó de mí - sonreí - Max era una copia exacta de Alec desde sus ojos oceánicos hasta su piel blanca y cabello negro. Y Rafa era una combinación mía y de Matt, aún así para mí, mis hijos eran hermosos.

Los ojitos de Rafa se cerraron al mismo tiempo que dejó de balbucear, acaricié su mejilla. Cuántas cosas habían pasado en casi un año y medio, cuántas veces lloré por mis errores y cuántas veces luché por lo que quise. Desde que me había enterado de mi embarazo, todo se había complicado, pero ahora estaba feliz, tenía a mis hijo y a Alec, quien a pesar de tantas cosas me dió una oportunidad y ahora aquí estamos, viviendo juntos.

Recosté a Rafa junto a Max, ambos ya estaban dormidos y es que aún con pocos meses de nacidos, era increíble el lazo de unión entre ellos. Siempre amanecían con sus manitas juntas, cuando Max llora, Rafa también lo hace y viceversa. Yo sé que es tal vez por ser gemelos, pero aún así nos sorprende cuán unidos están, y aún siendo gemelos, eran demasiado diferentes, algo curioso si alguien lo pregunta.

Dejé la puerta de habitación entreabierta para escuchar si lloran. Alec, mí Alec estaba acostado ya en la cama con su pecho desnudo y esos hermosos ojos azules me veían.

- ¿Ya se durmieron?

- Sip. Ambos cayeron ya. - sonrió - ¿Cómo te fue en la entrevista?

- Me rechazaron. - mi pecho dolió un poco e hice un puchero.

- Ellos son unos tontos. Tú eres un chef increíble, incluso eres el mejor. Se lo pierden. - Alec rió y lo miré raro.

- Ven aquí - palmeó mi lado de la cama. Me quité la playera, quedando solo con el pantalón de pijama.

Me acomodé a su lado y sus brazos me envolvieron, levantó mis caderas y quedé sobre él a horcajadas.

- En realidad... me aceptaron. Así que a partir de mañana trabajaré como cocinero en aquel restaurante lujoso. - sonreí.

- Eres un tonto, realmente pensaba en ir a darles una paliza a esos tipos si no te aceptaban. - sus manos fueron a mi cintura y comenzó a hacerme cosquillas.

- ¡Basta! ¡Basta, Alec! - me retorcía sobre él y reía a carcajadas.

- Shhh. Magnus vas a despertar a los niños - habló con inocencia.

- Pues... - reí - deja de hacerme... - de nuevo reí - ¡Cosquillas! - solté una enorme carcajada y de inmediato lleve las manos a mi boca.

Alec me soltó y ahora su cuerpo estaba sobre el mío. Su mano se entrelazó con la mía y acarició el anillo que llevaba puesto. El anillo familiar de Alec, el que hace tiempo me había dado.

Sus labios atraparon los míos, tan suaves se movían sobre los míos con lentitud. Me volvía loco con sus besos, porque solía darlos con lentitud y realmente lo disfrutaba, me hacía querer más y más de él.

Quería embriagarme de su calidez, quería todo de él. Su lengua dibujó una línea en mi labio inferior, mi mano se puso en su nuca y lo jalé con suavidad a mí, quería más, profundice el beso mientras nuestras lenguas se enredaban. Gemí cuando su mano se posó en la parte baja de mi espalda.

Siempre, siempre sus caricias me hacían temblar, era parte  del efecto que éste hermoso hombre tenía en mí. No podía creer que después de todo él estaba aquí, conmigo y mis hijos, nuestro hijo. Y Alec, a pesar de que Rafa no era su hijo, él lo trataba como si lo fuera. No había preferencias para él entre Max y Rafa y eso realmente me encantaba de él, al igual que otras cosas.

Cada que me besaba, no quería que parará porque parecía un sueño. Podría ser un sueño tener a este hermoso y perfecto hombre a mi lado, pero para mí enorme suerte no era un sueño.

- Te amo - susurré cuando él bajó mi ropa interior y yo la suya.

- Te amo - dijo antes de entrar en mí y hacerme sentir como si estuviera en el cielo, aunque tal vez era así, dado que él siempre iba a ser mi ángel.

Penúltimo capítulo ya. 😭😭😭
Falta el final y epílogo. 🙈 Bueno, en realidad les voy a regalar dos extras antes del final, uno será para nuestro bello Shumdario.
Gracias por leer. 💜