Lola

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La vida en pareja con Dixon se estaba volviendo monotona y Lola lo sentía con el pasar de los dias, su pareja estaba distante, volvía tarde a casa y muchas veces con olor a alcohol encima. La estaba engañando o eso era lo que ella creía, las noches en soledad la estaban matando de angustia y muchas veces lloraba en silencio al pensar que la mejor opcion seria dejarlo para siempre, lo amaba con todo su corazón pero mas se amaba ella y no podía concebir el hecho de compartirlo con nadie.

Tras lavar los platos que habian usado para almorzar secó sus manos con el repasador y alisando su vestido volteo hacia la entrada de la cocina viendo desde alli como Dixon disfruta de un cigarrillo mientras charla con su hermano, comenzo a caminar con paso firme hacia el salón pero fue detenida por la mano de Daryl quien de un tirón la sento sobre sus piernas sorprendiendola a sobremanera al besarla con cariño.

-¿Como esta mi cuñadita preferida?- exclamó Merle con una gran sonrisa en su rostro.

-Tu unica cuñada. ¿No?- tiró con malicia viendo de reojo a su pareja quien aclaro su garganta al oírla decir aquello.

Merle fruncio su ceño para luego reirse a carcajadas.

-La única que conozco y la única que me hace esas ricas comidas que me dejan de cama. ¿Por que no dejas a la inutil de mi hermanita y te vienes conmigo?- me guiña un ojo divertido ganandose un patada por debajo de la mesa cortesía de Daryl.

Lola simplememte rió parandose con rapidez del regazo de su pareja siguiendo su camino hasta la habitación para encerrarse allí, la incomodidad de Daryl no se le paso por alto, sabía que algo no andaba bien, lo sabia desde hacia mucho pero no lo queria aceptar.

Esa noche Merle y Daryl saldrían al bar pero ella no se quedaría en casa, los iba a seguir, queria sacarse aquella duda que la estaba volviendo loca. En cuanto se marcharon luego de cenar ella subió al auto y condujo hasta el bar donde su hombre pasaba la mayoría de los fines de semana.

Al llegar estaciono fuera viendo a la gente entrar y salir, riendo y bebiendo, bajo del auto sintiendo la brisa chocar en su rostro mientras comienza a caminar hasta la puerta roja del bar. La música tenue acompaña la iluminacion del lugar, Lola camino hasta la barra, pidió una cerveza y se sento sobre uno de los bancos mirando hacia la gente. Entre todo el tumulto los vio, Merle tenía a una mujer sobre su regazo y Daryl estaba charlando con ambos mientras una tipa acariciaba muy sensualmente su cuello siguiendo la linea de este hasta su oreja y bajando por ella. La sangre de Lola hirvio del solo ver aquello, terminó su cerveza y a paso decidido caminó hasta la mesa en la cual se encontraban los dos hermanos, se paró detras de Daryl viendo como la cara de su cuñado se tranformaba.

-Cuñada.- exclamó Merle con su rostro sorprendido causando que Daryl voltee con rapidez alejando asi a la mujer que lo acariciaba.

Daryl se paró con rapidez frente a Lola quien se encontraba con las manos en la cadera mirando con seriedad aquella escena.

-¿Que mierda Dixon?- exclamó casi en un grito sintiendo su rostro arder de la rabia.

-Nena, no... no es lo que piensas.- respondió Dixon apenado.

-¿Y que mierda es lo que debo pensar?- gritó con dolor.

-¿Y esta quien es?- pregunto la mujer que minutos antes acariciaba a Daryl empujando apenas el cuerpo de Lola haciendo que la rabia crezca aún mas en ella.

-No vuelvas a tocarme.- habló entre dientes apretando los puños a los costados de su cuerpo.

—¿O que?— desafió empujandole el hombro con su dedo indice.

Lola no pudo contenerse y con la rabia recorriendo todo su cuerpo encajó un puñetazo en el rostro de aquella rubia que habia logrado sacarla de las casillas, se subio a horcajadas sobre ella tomando un gran puñado de cabello para luego golpear una y otra vez su rostro. La gente se amontono alrededor de ellas, los gritos no se hicieron esperar, la mujer se removia debajo del cuerpo de Lola intentando soltarse pero ella se lo impidió hasta que dos grandes brazos se rodean en su cintura y tiran con fuerza alejandola tanto del cuerpo de aquella mujer como del bar, Lola patalea y grita intentando soltarse pero es inútil. Una vez fuera los brazos, del que ya sabia era Daryl, la soltaron con delicadeza en el suelo.

—¿Que mierda es lo que te pasa?— exclamó Dixon con un tono molesto.

—¿A mi? ¿De verdad lo preguntas? O me vas a decir que lo que vi alli dentro era una puta ilusión optica.— grito fuera de sí.

—No se que mierda es lo que viste o creiste ver, pero no era nada.— Daryl dio un paso al frente intentando acercarse a ella.

—¡Vete a la puta mierda Dixon!— exclamó caminando con prisa hasta su auto para asi salir arando del lugar dejando una nube de tierra en el estacionamiento.

Condujo con algo de prisa hasta la cabaña que compartía con los Dixon mientras sentía las lagrimas caer por sus mejillas que nublan su vista y como el nudo en su garganta aprieta con fuerza. Le dolía saber que sus sospechas eran ciertas, el hombre al que le entregó su confianza la había traicionado de la peor forma. Dejo el auto estacionado de cualquier forma entrando con rapidez a la cabaña, a grandes zancadas se dirigió al cuarto que compartía con Daryl y tomó el bolso en el que alguna vez habia traido sus cosas y comenzó a guardar su ropa con rabia.

—¿Que carajo piensas que haces?— exclamo Dixon confundido viendo como su mujer caminaba de un lado al otro con ropa en sus manos.

—Me voy a la mierda. No voy a estar aquí viendo como me engañas con cualquier puta mientras yo me quedo a cocinarte y lavarte la ropa. No soy tu puta esclava.— gritó llena de cólera.

—¿De que estas hablando Lola? Para.— tomó a su histerica mujer de los brazos deteniendola frente a él. —Yo no te estoy engañando con nadie.— dijo con seguridad clavando sus ojos azules en los verdes de ella.

—No me mientas Daryl, acabo de verlo con mis propios ojos.— la voz comenzo a fallarle gracias al gran nudo de emociones que se habia formado en su garganta al ver aquella escena en el bar.

—Lo que viste en el bar era una estupida niña que buscaba drogas e intentaba seducir al puto de mi hermano mientras la niñata de su amiga no dejaba de joderme.— apretó su agarre cuando su mujer intentó soltarse de un tiron. —Vamos mujer, si no hubieras llegado yo mismo la hubiera mandado a la mierda.

—No me mientas Dixon, no parecias para nada molesto con aquella situación.— apreto sus labios intentando contener las lagrimas pero fue en vano.

Dixon subió sus manos hasta el rostro de su mujer limpiandole las lagrimas con sus pulgares, sonrió de lado con ternura y dejo un tierno beso en sus labios.

—Nena, jamas podría engañarte. ¿Es que no te has visto al espejo? Eres hermosa y soy un puto afortunado por tenerte a mi lado. Eres inteligente y siempre tienes una solución para todo. Cocinas de puta madre y eso no lo digo solo yo. ¿Piensas que Merle me dejaría engañarte? Ese hijo de puta te adora.— murmuró acariciando sus mejillas.

Dixon besó los labios de Lola con gran deseo, ella no se resistió, amaba sentirlo de aquella forma. Por mas enojada que estaba no podía negar que lo amaba y que caeria una y mil veces en sus redes, caminaron con lentitud hasta la cama de ambos, Daryl se sentó en el colchón dejando a Lola parada entre sus piernas mirandola con plena devoción.

Con lentitud, Lola desabrocho uno a uno los botones de la camisa de su hombre sin quitar sus ojos de los de él, le encantaba perderse en el azul profundo de ellos.

Deslizó la camisa por sus hombros hasta dejarla caer sobre el colchón, admiro su torso desnudo por un momento para luego unir sus labios en un dulce beso.

Dixon acarició la espalda de su mujer hasta el cierre de su ajustada falda, lo bajo con calma y posteriormente la dejo caer al suelo, Lola saco sus piernas fuera de la prenda empujandola lejos de su cuerpo. La mujer se subió a horcajadas sobre el cuerpo del hombre que tanto ama haciendo que el caiga de espaldas, acarició su pecho con lentitud bajando hasta su vientre y subiendo de nuevo, disfrutando de la suave piel que él posee. Lola podia sentir el gran bulto de los pantalones de Dixon entre sus piernas y con gran provocación rozó su entrepierna con la de él haciendo que suelte un gemido de excitación.

Con desesperación la atrajo a su boca tomandola de la nuca mientras con la otra mano acaricia su espalda por debajo de la ropa, ella con rapidez quito su prenda superior arrojándola lejos volviendo a besar los labios de su hombre.

—Daryl, te necesito.— suspiro sobre sus labios sintiendo como su hombre acaricia la piel de su espalda.

Dixon volteó la situación quedando sobre el cuerpo de su mujer, beso sus labios bajando por su cuello hasta su vientre, la oyó suspirar anticipando sus movimientos. Deslizó la tanga de encaje negro por las palidas piernas de Lola dejándola completamente desnuda frente a él, separó sus piernas besando sus muslos escuchando los pequeños suspiros entrecortados de su mujer.

Con lentitud repasó su lengua por el sexo de Lola haciendola retorcer de placer al sentir la calidez de ella. Apretó con firmeza la cadera de ella sosteniendola en su lugar mientras formaba circulos alrededor de su clítoris haciendo que suelte sonoros gemidos que retumbaban en toda la habitacion.

Se arrodillo entre sus piernas recorriendo con sus dedos el sexo de su mujer hasta hundirse dentro de ella observando con lujuria como ella goza gracias a su tacto.

—Oh dios nena, estas tan mojada.— exclamó viendo como sus dedos se resbalan dentro y fuera de ella.

—Daryl, te necesito dentro de mi.— suplico entre jadeos de placer.

Como si de una orden se tratara desabrocho su pantalon con rapidez bajandolo por sus piernas y de una profunda estocada se hundio en el interior de Lola arrancando un fuerte gemido de satisfacción. Sus movimientos eran certeros y profundos, la exitacion recorria el cuerpo de ella que se abrazaba a la espalda de Dixon sintiendo como
sus ojos se humedecian y aguantando las lagrimas mordió el hombro de él con poca fuerza.

No podía evitar sentirse mal por que sabia muy dentro de ella que estaba creyendo una mentira, que todo lo que acaba de decirle no era verdad, que si ella no hubiera aparecido en el bar seguramente se estaria revolcando con aquella mujer y que el sexo que estaba recibiendo en este momento era de caridad. Podia sentir las lágrimas resvalar por sus cienes mientras oia a Daryl gruñir de placer, no podia dejar de amarlo de un momento a otro y se odiaba por eso, por que sabia que caia en sus juegos y al dia siguiente el volvería a hacer lo mismo.

Daryl despegó su rostro del cuello de su mujer para clavar sus ojos en ella, al ver el estado en el que encontraba se detuvo en seco, la miró con preocupacion recorriendo su rostro intentando buscar una respuesta a su estado.

—¿Que pasa, nena? ¿Te lastime?— susurró acariciando las mejillas de Lola.

—No.— dijo en un murmullo casi inaudible. —Solo continúa.— rogó tras sorber su nariz.

Dixon no podia continuar viendo lo destrozada que se encontraba la mujer que tanto ama, por que si, por supuesto que la ama. Se separó de su cuerpo saliendo de su interior y se sento al borde de la cama apoyando sus codos sobre las rodillas escondiendo su rostro entre las manos.

—¿Me vas a decir que es lo que te pasa?— dijo mirando hacia Lola quien se había acurrucado contra el respaldo de la cama abrazando sus rodillas y escondiendo su rostro entre ellas. —Lola por el amor de dios, dime que mierda es lo que hice.— pidió ya exasperado.

—Se que me engañas Daryl, se que si yo no llegaba al bar hoy seguramente habrias terminado entre las piernas de aquella mujer. No puedo seguir asi...

—¿Que mierda mujer? ¿De donde sacas todas esas putadas?— exclamó molesto por aquella situación.

Se arrodillo frente a ella levantando su rostro obligandola a mirarlo y clavando sus ojos en los de ella le hablo con seguridad.

—Nena, te amo a ti y solo a ti. No te engañaria con nadie nunca por que tu eres perfecta.— volvio a besar sus labios con ternura absoluta mientras ella sollozaba conteniendo las lagrimas. —Cariño, debes creerme cuando te lo digo, de verdad te amo como nunca amé a nadie.— se recosto sobre su almohada. —Ven.— dijo invitandola a recostarse sobre su pecho.

Aun algo dudosa apoyó su cabeza sobre el pecho de Daryl oyendo el latir de su corazon algo acelerado, acaricio su torso sintiendo que podría creer en él por que era lo que mas queria en el mundo, saber que sus palabras eran ciertas y que nada podría separarlos.

—Me hiciste hablar como un puto cursi de mierda. Solo por ti nena.— murmuró causando una carcajada en Lola.

—Te amo Dixon.— susurró besando su mejilla.

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