Just Sex

Allegra

— Mami, mami. Quiero ir a cazar con papá.— gritaba el niño desde la mesa.

Caminó hacia el y acarició su cabello con cariño, tomó los platos de la merienda y sonrió hacia él. Era igual a su padre, mismo cabello, mismos ojos, mismo tono de piel. Dieciocho horas de trabajo de parto para que no tenga nada de ella.

Lavó los trastos con rapidez salpicando con agua su vestido y maldiciendo su mal humor que se intensificaba con los gritos del niño que intenta llamar la atencion de su padre.

Daryl parecía hipnotizado en la televisión sin percatarse que Alex saltaba de una silla a la otra al grito de “quiero ir a cazar”.

— ¡Alex, no saltes en las sillas!— exclamó con firmeza.

El niño pareció pasar de ella que cada vez estaba mas enojada, no con el claro, es un niño. Caminó con paso firme hasta la pequeña mesa de café donde Daryl apoyaba sus pies y con enojo tomó el control de la tele apagando esta, miró al hombre que la vuelve loca quien fruncio su ceño y clavó sus ojos azules en ella.

— ¿Puedes por favor prestarle atención a tu hijo?— dijo entre dientes.

— ¿Qué mierda, mujer?— casi grito con su rostro molesto.


— ¡Maldita sea Daryl, Alex esta gritando allí, saltando de silla en silla y a ti solo te importa ese puto programa de mierda en vez de tu hijo!— vocifero con rabia.

La puerta de la habitacion de Merle se abrió dejando ver su rostro molesto y confundido, los miró a ambos con su ceño frincido antes de hablar.

— ¿Qué mierda les pasa? ¿No se dan cuenta que el niño esta frente a ustedes?— exclamo camiando hacia el pequeño que se encontraba sentado sobre la silla con las manos sobre sus muslos y su cabeza gacha.

Merle tomó al niño entre sus brazos y con una sonrisa que solo le dedicaba a él lo invito a dar unas vueltas en moto y luego a cazar ardillas que es lo que tanto queria hacer. Allegra se sintió culpable en ese instante, nunca habia gritado o peleado frente al niño, apenas Merle y Alex cruzaron la puerta la voz de Daryl se escucho.

— ¿Qué fue todo eso Allegra?— pregunto con notable molestia en su voz.

— ¿Y todavia me lo preguntas? Ya no pasas tiempo con nosotros, estas todo el día en el taller y cuando estas aquí te la pasas frente al puto televisor y bebiendo cerveza.— gritó. — ¡Ya ni siquiera tenemos sexo, la verdad no recuerdo la ultima vez que lo hicimos!— exclamó con molestia. — Anoche llegaste a las sies del bar completamente borracho. Dime Daryl ¿Estas con otra? ¿Quieres que nos vayamos asi dejamos de ser una carga para ti? Alex no se merece esto.— cruzó sus brazos bajo la mirada molesta y sorprendida de él. 


— ¿Qué putas mierdas dices, mujer?— le mira ofendido. — Me la paso trabajando todo el dia para darles lo mejor, intento que el niño tengo todo lo que yo no tuve ¿Y por que me voy una noche al bar con algunos compañeros te pones como una puta loca? No puedo creerlo Allegra. ¿Esto por sexo?— fruncio su ceño mirándome con atención.

— No… si. Bueno no solo por sexo, Daryl ya no pasas tiempo con nosotros.— paso su peso de uns pierna a la otra y suspiro. — Si tu no puedes cumplir tendré que dejarte y buscar alguien mas que pueda darme lo que merezco.— dijo con tristeza y algo de malicia.


El rostro de Daryl se transformó de molesto a sorprendido, caminó con rapidez hasta su mujer tomandola con fuerza de los brazos y la atrajo pegando su cuerpo al de ella, apoyó sus manos sobre la espalda baja de Allegra pegando sus sexos, rozando uno con el otro. 

— ¿Esto es por sexo Allegra?— susurro sobre los labios de ella quien recibía sus palabras con deleite. — ¿Quieres buscar a otro?— rozó sus labios clavando los ojos en los suyos.

La besó con pasión sin dejar de rozar su sexo contra el de ella, Allegra sentia que sus piernas se aflojaban y si no fuera por el agarre de Daryl en su cintura ya se hubiera derretido en el suelo.

— Daryl, por favor.— gimoteo.

Con la punta de su lengua recorrio la piel de su cuello succionando de ella arrancandole suspiros de placer.

— ¿Por favor que, Allegra?— susurró sobre su piel.

— Te necesito, Daryl.— susurró.


Daryl se apoderó de sus labios trayendo piedad a su cuerpo que temblaba con cada toque de él. Caminaron sin separar sus labios hasta la habitación que ambos comparten y, con adoración, Daryl recorrio el cuerpo de Allegra por encima del vestido apretando sus senos con firmeza.

Desabrocho los pequeños botones de la prenda para luego inclinarse, tomar el borde de ésta y quitársela por completo dejandola en una diminuta tanga rosa pastel con pequeños detalles de encaje blanco.

La arrojó con delicadeza en la cama y se arrodilló entre sus piernas, beso sus muslos y con sumo cuidado quito la única prenda que lo separaba de su objetivo. Acarició la piel de sus piernas mientras las recorría con besos mojados hasta llegar al valle de su sexo, Allegra se retorcia de placer bajo sus toques, la desesperaba su accionar.

— ¿Asi que… quieres buscar a otro?— murmuro sobre la piel de su vientre.

— Si.— susurró con duda.


Daryl flexiono las piernas de Allegra dejando una a cada lado, besó la parte interna de sus muslos para luego pasar su lengua por la abertura de sus labios arrancandole un gemido exiquisito. Con su lengua recorrió el sexo de ella succionando su clítoris con deseo mientras con una mano presionaba su cintura para evitar que se mueva con la otra se abria camino en su interior entrando y saliendo con una lentitud tan tortuosa que Allegra no podia evitar gimotear e intentar mover su cuerpo en busca de mas fricción. Con una sonrisa ladina se separó del cuerpo de Allegra clavando sus ojos en ella quien suplicante suspiraba por mas.

— Si no te quedas quieta no voy a continuar.— dijo mientras la penetraba lentamente con los dedos.

— Daryl, te lo suplico.— gimoteo casi en un sollozo.


Dixon hundió su cabeza entre las piernas de Allegra quien hacia de todas sus fuerzas de voluntad para quedarse lo mas quita posible. Los gemidos de ella se hacian audibles cada vez mas fuertes, Daryl sentía como con cada movimiento de sus dedos ella se tensaba aún mas, cuando la sintió lista para su clímax se alejó de ella dejándola desconcertada en el lugar.

Allegra apoyó sus codos sobre el colchón y lo observó desabrochar los botones de su camisa con lentitud sin despegar los ojos del cuerpo desnudo de ella. Se quitó la ropa con demora haciendo sufrir a la mujer sobre su cama, como un animal salvaje acechando a su victima, se acercó hasta ella tocando su miembro, deslizando su mano de arriba abajo sobre el.

Volteó el cuerpo de Allegra dejándola en cuatro y expuesta sobre su cama, dejo algunos besos por la espalda baja de ella acercando su miembro a la entrada de su sexo, apoyo su mano junto a la cabeza de Allegra que se encontraba sobre el colchón y acerco su boca al oido de ella.

— Voy a hacerte ver las estrellas.— susurró para luego aprisionar con los dientes el lóbulo de su oreja y tirar de ella enviando sensaciones a todo su cuerpo.

Sin previo aviso se hundió en su interior arrancandole un sonoro gemido de satisfacción de sus labios, sus penetraciones eran duras y firmes, Allegra estaba envuelta en placer. Una nalgada resono en su cuerpo arracando un gemido de sorpresa, lo miro por encima de su hombro mordiendose el labio y disfrutando de ese lado salvaje que Daryl sacaba a veces, él apreto su agarre en la cintura de ella con una mano y con la otra repitió su accionar.

— Si Daryl, así.— gimio Allegra.

Dixon gruño en respuesta acelerando asi sus embestidas, tomó el cabello de Allegra en una coleta desprolija y tiró de esta echando hacia atrás la cabeza de ella, se acerco hasta su boca pegando su pecho a la espalda de ella y beso sus labios con pasión.

— ¿Vas a buscarte otro Allegra?— exclamó tras tirar de su labio inferior.

Daryl se separó con rapidez para asi salir de su interior y voltearla recostandola sobre las sábanas, se introdujo en ella nuevamente apresurando sus movimientos.

Sus cuerpos llegaron al clímax al mismo tiempo llenando la habitación de un sonoro gemido, Allegra sintió como su cuerpo se tensaba al unísono y como él se dejaba ir en su interior, se dejo caer sobre ella intentando no aplastarla mientras sus respiraciones se acompasaban, Daryl tomo un respiro y se recosto junto a su mujer. Con lentitud Allegra apoyó su cabeza sobre el pecho de él suspirando, Daryl acaricio su cabello y sonrió.

— No quiero que se vayan. No estoy con nadie Allegra, solo te amo a ti y jamas me atrevería a engañarte.— suspiró y dejo un tierno beso en su frente. — Alex y tú son lo mejor que tengo, es cierto, los descuide. Pero no se volera a repetir.

— ¿De verdad?— dijo con un nudo en la garganta.


— Te lo prometo.