Sé mío.

El día en que lo vi.

Escuela nueva, parecería otro típico comienzo de clases...  Pero para mi fortuna fue el mejor día de toda mi jodida vida. .

Caminaba camino a esta escuela como siempre usando mi gorra, perdido en mis pensamientos; cuando  choqué con alguien.

Saihara: ¡Auch! P-por favor... Le agradecería que se fijara para la próxima.

???: L-lo lamento... E-es que llegaba tarde...

Me fijé en la persona y era un chico bajito, parecía ir apenas en primaria.

Saihara: Jajaja, perdón pequeño, pero estás lejos de la primaria...

???: ¡N-no voy a la primaria...! Iré a mi nueva escuela que está cerca de aquí...

Saihara: P-perdón... No era mi intensión ofenderte... —Me tapé la cara con mi gorra avergonzado.—

???: No te preocupes... Estoy acostumbrado...

Saihara: Irás en la misma escuela que yo... Espero nos llevemos bien.

???: C-creo que este... No fue el mejor comienzo... —Rió — Soy Ouma Kokichi, un gusto...

Saihara: Soy Shuichi Saihara... También es un gusto. —Sonreí.—

Ouma: Creo que vamos los dos tarde... Será mejor... Apurarse...

Después de eso él y yo entramos juntos y descubrí que iba en mi mismo salón. Algo extraño sentía, algo que jamás había sentido, no dejaba de mirarlo todo el tiempo de las clases, casi ni presté atención, cuando era hora de receso; vi que él salió con algo de prisa, lo seguí disimuladamente, tratando de que no me viera, lo vi que se sentó en un lugar alejado de todos y ponía las manos en su cara empezando a llorar. Inmediatamente me acerqué a él sin pensarlo y lo abracé con fuerza, no dijo nada, sólo correspondió, ese sentimiento se hacía más grande al sentir en contacto físico, sentí que tenía una erección y me puse a sudar completamente rojo, me separé de él sentándome a su lado tratando de ocultar la erección con mi gorra.

Saihara: ¿Por qué... Llorabas...?

Ouma: Tengo miedo... D-de que m-me molesten como en otras escuelas... N-no quiero volver a vivir eso...

Saihara: Yo te protegeré...

Ouma: ¿D-de verdad...?

Saihara: Sí. —Limpié sus lágrimas.—

Ouma: G-gracias... S-Saihara-chan.

Después de eso, mi sentimiento incrementó más, quería abrazarlo más, besarlo, verlo desnudo, gimiendo mi nombre, ¡¿qué me estaba pasando?! Sólo quería estar con él... Protegerlo, que fuera mío.

Cundo terminaron las clases lo seguí discretamente a su casa, en el camino disimuladamente le tomaba fotos, no notaba nada... Era tan distraído... Que daba ternura, llegó para después entrar, había averiguado dónde vivía.

Al día siguiente; vi que Ouma estaba hablando con Amami Rantaro que iba en nuestra clase, pero no se veía una disfunción amistosa, Amami le gritaba a mi Ouma, yo me acerqué y me llevé a Ouma tomándolo del brazo mientras caminaba le hice una mirada asesina a Amami que incluso hasta se notó su cara de miedo.

Ouma: G-gracias... S-Saihara-chan.

Saihara: Te dije que te protegería... Ouma-kun.

Lo abracé nuevamente para después pedirle que se tomara una foto conmigo, él algo tímido asintió y nos la tomamos. Después lo acompañé al salón y después en el receso la pasé con él.

Al volver a mi casa miré mi celular con la foto de mi Ouma y yo, empecé a babear mientras me ponía cada vez más rojo, quería más, más de él. Fui a su casa a ver qué hacía, afortunadamente una ventana estaba abierta y me pude colar, noté que parecía que no había nadie, excepto él que se oía caminando arriba, ¿por qué hacía eso? Sólo sentía la necesidad de hacerlo, me escondí hasta que se durmiera, oí la puerta de su cuarto cerrarse y procedí a examinar la saca, todo era tan impecable, la cocina, la sala. Había pasado un buen rato para dejar que mi Ouma se durmiera, fui con cuidado a su cuarto, abrí la puerta lo más discreto posible y me acerqué a verlo, parecía un ángel... Tan puro, tan inocente, mi estupidez hizo acercarme hasta sus labios y besarlo.

Él abrió los ojos sorprendido, yo entré en pánico, para mi fortuna los volvió a cerrar, parecía en verdad cansado, me separé y me fui, tenía miedo... ¿Qué sucedería mañana?