Sé mío.

Al fin.

Estaba devastado, corría detrás de ellos, sólo llamando la atención de las personas mientras llegaban a donde estaba la estación, miré cómo entraban. Mi corazón se aceleró, me estaba una ira inmensa, quería entrar y matar a todos pero, ¿cómo? Era imposible, no podía hacer nada. Sólo soy un adolescente enamorado.

Adentro se encontraban todos queriendo hablar con alguien. Ouma seguía queriendo liberarse pero K1-B0 sin lastimarlo no lo dejaba, pasaron minutos hasta que llegó alguien que se acercó mirando con extrañeza a los jóvenes.

Detective: ¿Qué es lo que ocurre?

K1-B0: Queremos denunciar a Shuichi Saihara, un compañero por los asesinatos de varios de nuestros compañeros y el secuestro de Ouma Kokichi.

Tenko: ¡Es verdad! En nuestro salón cualquiera que tuviera alguna platica o relación con él acababan muertos.

Gonta: Y dejó al pobre Ouma traumado.

Detective: ¿Tienen alguna prueba?

Angie: ¿Qué no ve al pobre chico?

Detective: Lo veo, pero de las muertes, suposiciones no podemos hacer nada, y tú joven, ¿es cierto que fuiste secuestrado?

Ouma: Claro que no... Estas marcas me las hicieron ellos... Siempre me molestan y quiren separarme de mi novio...

Tenko: ¡¿Qué?! ¡Es mentira!

Korekiyo: No es verdad, se lo juramos.

Gonta: ¡Un caballero no le haría eso a un niño!

Detective: He oido de abuso en las escaleras más que de secuestro por parte de un simple chico.

K1-B0: ¡Tiene que creernos!

Detective: Haremos investigación dejen al chico para ponerlo en atención psicológica.

Sin más opciones los jóvenes se salieron y no notaron a nadie afuera, cada uno siguió su camino. Por otra parte, el detective se llevó a Kokichi a nada más ni nada menos que a la casa de Saihara, Kokichi estaba confundido, vaya que sí, pero a la vez ¿feliz? Al entrar vio a Saihara llorando en el suelo, pero al verlo su llanto paró.

Detective: Es la última vez que te ayudo, ahora volveré y en un par de días ustedes se van. —El tío de Saihara se fue sin nada más qué decir —

Ouma: ¡S-saihara-chan!

Saihara: ¡Ouma-kun!

Abracé fuertemente a Saihara-chan, mientras él casi me asfixiaba pero valía la pena sentir el calor de su cuerpo, nos separamos y miramos fijamente, recordando todo.

Saihara: Comenzaremos una vida nueva, Ouma-kun.

Ouma: C-cualquier lugar es bueno... Si estoy contigo.

Saihara: Sí, porque cumpliremos nuestra promesa de estar juntos por siempre.

Cargué a Ouma y lo llevé al cuatro, al fin podía sentir su calidez sin preocuparme porque alguien lo estropeara, al fin sus manos ya no temblaban al acariciar mi rostro, al fin podía contemplar su cuerpo desnudo sin manos que intentaran cubrirlo, al fin sus gemidos eran de placer, al fin lloraba de felicidad.

Ouma: Te amo.

Saihara: Yo a ti, eres sólo mío.

Mi tío cumplió, nos fuimos a otro pueblo, donde nadie descubriría nuestro oscuro pasado, aunque si lo hicieran, aún tengo talento para cocinar.
Nada ni nadie me quitarían a mi Ouma.

¿Por qué? ¿Por qué estoy con alguien que mató a mis padres y amigos? Fácil, nunca fueron mis amigos, mis padres jamás se preocuparon por mí, desde que me lo encontré, sentía que sería alguien importante para mí. Lo amo y ahora siempre estaremos juntos.

Fin.

¿Se lo esperaron? XD quería dar un ejemplo de lo lejos que puede llegar la enfermedad del síndrome de estocolmo, y la obsesión de alguien, me fascinó juntar las dos en esta historia.

La verdad soy alguien que le gusta leer sobre las dos. Espero les haya gustado.

Gracias por el apoyo y esperen otra historia muy pronto.

Yo sí actualizo rápido, #IndirectasDirectas.