¿Qué hago...?

22K 914 2.4K
                                    

Saihara-chan me había despertado sólo para despedirse para ir a la escuela, me había dejado solo. Al oír la puerta cerrarse y ver desde la ventana a Saihara-chan irse, de inmediato intenté quitarme la cadena, pero la cama era muy pesada, no podía levantarla por más que intentaba, estaba al punto de ponerme a llorar pero seguí intentando.

Pensaba en todo lo que me había hecho mientras con todas mis fuerzas seguía tratando de levantar la cama, hasta que pude levantarla un poco y sacar la cadena, abrí la puerta del cuarto y me puso a correr buscando la salida. Bajé y pude notar que todo estaba en su lugar, para nada parecía la casa de alguien como Saihara-chan excepto por ese cuarto, que me hizo recordar las palabras de Amami y ver que él y su hermana estaban tachados me hizo poner a llorar, ya que todos habían pensado que se habían ido.

Pero no podía distraerme de mi objetivo que era salir, al llegar a la puerta de salida traté de abrirla pero estaba cerrada con llave, me desesperé e intenté abrir una ventana pero igual estaba cerrada.

Se me vino a la mente romperla, así que fui a la cocina por algo. En la mesa noté que había una nota, con temor la tomé y la leí.

Sabía que no podía confiar en ti.

Tiré la nota asustado y tomé una olla para romper la ventana, corrí a la sala y golpeé la ventana hasta que se rompió, rápidamente salí y me eché a correr, pero para ir por mi casa tenía que pasar por la escuela, pero no estaría a salvo ahí, no había nadie en la calle, la mayoría estaban en la escuela o trabajando, caminé hasta pasar por la escuela, empecé a llorar y corrí lo más rápido que podía hasta que en poco tiempo llegué a mi casa.

Cerré todas las puertas y yo me encerré en mi habitación con una cobija y mi máscara que me gustaba usar, sólo no quería que volviera, pasó poco tiempo hasta quedarme dormido.

Oí el sonido de algo rompiéndose, era de noche. Oí unos pasos que cada vez se volvían más rápidos hasta mi habitación, y empezaron a tocar la puerta de manera calmada.

Saihara: Ouma-kun, ¿qué te dije ayer?

No respondí, me llegó un miedo terrible que me hizo temblar y llorar.

Saihara: Ouma-kun... ¿No me amas?

Seguí sin responder, sólo tapé mis oídos.

Saihara: Ouma-kun, no tienes escapatoria, sólo haz que tu castigo no sea tan fuerte si me abres.

¿Qué hago...?

Sé mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora