No tengo elección.

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Kaede notó que cuando Shuichi abrió la puerta; Kokichi se fue corriendo. Shuichi miró a Kaede algo sorprendido o más bien nervioso.

Shuichi: ¡A-akamatsu-san! ¿Q-qué te trae aquí...?

Kaede: Solamente queris darte una pequeña visita, veo que Kokichi también tuvo esa idea. —Dijo algo confusa.—

Shuichi: Ya sabes, como sus padres murieron se la pasa aquí.

Kaede: Lo sé... Una tragedia, pero, ¿puedo pasar? Quisiera platicar contigo.

Shuichi: Claro que puedes Akamatsu-san.

Kaede entró sintiendo un mal presentimiento, fue a la sala y Shuichi ofreció darle un té.

Mientras Shuichi estaba en la cocina Kaede se preguntaba dónde había ido Kokichi, miraba al rededor, en un rincón notó algo raro... Parecía sangre, Kaede palideció y miró cómo Shuichi regresaba con el té.

Shuichi: Espero te guste.

Kaede: Gracias, Saihara-kun.

Shuichi: Dime, ¿alguien más sabía que venías?

Kaede: ¿Por qué quieres saber eso?

Shuichi: Curiosidad, ya sabes, como eres popular, es extraño no verte con Kirumi o Maki, iba a decir Miu pero... Ya sabes.

Kaede: Sí... Parece una maldición.

Shuichi: Me pregunto quién será el siguiente en morir.

Kaede: ...

Shuichi: ¿No te tomarás tu té?

Kaede: Desgraciado.

Kaede tiró encima de Shuichi la mesa que había en la sala, no era grande pero fue lo suficiente para distraerlo mientras ella corrió hacia la puerta que estaba cerrada, desesperada corrió arriba mientras llamaba a Kokichi, él se asomó, estaba en la habitación de Shuichi, Kaede corrió hacia allí y ambos cerraron la puerta.

Kaede: ¡¿Qué hacemos ahora?!

Kokichi: N-no sé... He estado... S-secuestrado... Desde hace días...

Kaede: Oh, por dios, debemos sa—

Fue interrumpida por la puerta tocar fuertemente, Kokichi sabía que Saihara tenía la llave. Kaede puso a Kokichi detrás de ella mientras este lloraba, Shuichi abrió la puerta con la llave y entró, se veía furioso.

Shuichi: Ouma-kun de nuevo ha sido malo.

Kaede: ¡Dejanos en paz, maldito loco!

Shuichi: ¿Loco? De amor, eso sí te lo acepto. También sabes que no puedo dejarte viva.

Kaede: No te tengo miedo.

Kokichi: N-no... Por favor...

Shuichi: Ouma-kun, mata a Kaede y te prometo que no tendrás un castigo.

Kaede: ¡Deja a Ouma en paz! ¡Maldito enfermo!

Shuichi: Y no usarás cadenas, iremos al parque y tendrá la muerte que tú quieras, en cambio si no yo la torturaré y tu sufrirás un castigo.

Kaede: Le dije a Maki que si no volvía llamara a la policía.

Shuichi: De hecho llamó, ¿a divina quién respondió? ¿Crees que mi tío no sabe de esto?

Kaede: Mientes...

Shuichi: Aunque fuera así, morirás de una forma u otra, ¿por qué crees que me tardé en llegar aquí?

Kaede: No—

Antes de que pudieras decir algo más; Kokichi la había golpeado con la pistola que había dejado Shuichi vacía para intimidar a Ouma noches antes.

Shuichi: Eres un buen chico, ahora dime, ¿qué deseas hacer?

Kokichi: D-dame una bala...

Shuichi: Está bien, pero recuerda que si me matas a mí, mi tío vendrá y te culpará a ti de todos los crímenes. —Dijo dándole la bala.—

Kokichi: L-lo siento A-akamatsu... S-sólo quiero que no sufras...

Kokichi disparó al corazón y después cayó al piso y se puso a llorar, Shuichi se acercó y abrazó al más bajo.

Shuichi: Hiciste bien, Ouma-kun, vamos hacer la cena juntos y después podemos ver danganronpa, yo me encargaré del cuerpo.

Kokichi: ...

Kokichi se sorprendía de que Shuichi hablara cómo si nada, el pequeño sólo tenía ganas de llorar, había matado alguien pero, no tenía opción, hubiera sido peor tanto para Kaede cómo para él, besó a Shuichi en la mejilla y se separó.

Kokichi: Te amo, Saihara-chan.

Shuichi: Yo a ti, Ouma-kun.

Sé mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora