Las Aventuras De Nasho (Natsux)

Respuestas.

— ¿Aún no se han acostumbrado…?

— No… Recuerda que no todos tienen tu mismo aguante, Natsu. —Ese comentario hizo crecer una sonrisa en él.

— Heh', aún no puedo creer que podamos recuperar tres meses de tiempo perdido en tan solo una hora… … Es simplemente increíble.

— Si… —Estaba algo decaída, no podía negarlo aunque quisiera después de todo… Natsu se percató de ello al instante.

— ¿Ya… —Respiró profundamente...
Sabía perfectamente que su amiga no estaba en un buen momento y probablemente tardaría en recuperarse.
Su tristeza tenía nombre y quería saber si aún rondaba los alrededores.— … ya se marcharon…?

— Hace unos momentos… Tú aún seguías bajo los efectos del hechizo cuando lo hicieron.—Seguía cabizbaja, evitando cualquier contacto visual.

En verdad quería darle una golpiza a Jellal; no por los actos pasados, si no por la repercusión que causaba su presencia en su amiga.

— Me alegro… —Ella le observó con el ceño fruncido. 

— ¿Qué quieres decir?

— No lloraste… —Su mirada no se dirigía a ella, si no a la hermosa luna llena que se alzaba encima suya; iluminado el cielo estrellado.

— ¿Mnh'...?

— Esta vez no lloraste, Erza… —Su corazón dió un salto al ver la sonrisa que su amigo le brindaba… Fue contagiosa, claro que lo fue; aquella calidez que solo él podía dar fue tan abrasiva que no pudo evitar sonreír con ánimos renovados… Al menos un poco.
No lo supo hasta ahora, pero todos los encuentros con Jellal habían sido en circunstancias trágicas o simplemente inoportunas. Nunca pudieron disfrutar de esa calidez que ambos podían darse… Era como si el destino quisiera jugarles mala tras mala pasada… … Aún con todo ello, se dió cuenta que, desde la Torre Del Cielo, dejó de sentirse tan presa de la tristeza que aquello le causaba. No estaba del todo segura, ni siquiera sabía interpretar bien estas sensaciones que obtenía gracias a Natsu… Pero algo le decía, le gritaba que algo estaba naciendo en ella y era todo culpa del tonto y busca pleitos de su amigo...— Iré al lago que está cerca de aquí… ¿Quieres venir?

— Claro… Los demás tardarán un poco en recuperarse.

Así ambos partieron hacía el dichoso lugar, quizás de forma más unida de lo habitual…

Erza aún estaba indecisa sobre sus sentimientos, sin embargo, de algo estaba completamente segura; quería mucho a Natsu, quizá más de lo que alguna vez imaginó a ciencia cierta.

Habiendo pasado tanto tiempo juntos…; tantas risas, tantas tristezas…

¿Quién sabe? Quizá en esta noche luminiscente pueda encontrar aquella respuesta que tanto ansiaba.

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— ¿Estás seguro de dejarlo así como así…? Sabes bien que no podrás verla en un largo tiempo, Jellal… —Era Ultear quien le dirigía la palabra.

— Lo sé… pero está claro que es mejor así de todos modos; alguien rodeado de oscuridad como yo no pued-

— ¡Deja de ponerte la máscara del malo, Jellal…! —Meredy, quien estaba al lado de ella, se sobresaltó al oír el grito de Ultear… Definitivamente no se esperaba aquella reacción. — Por una vez, por una sola vez intenta pensar en ti, no en lo que sea mejor para todos… —Meredy abrazo delicadamente a Ultear en un intento de calmarla...— L-Lo siento Meredy… En verdad me saca de quicio. —Ignorando a Jellal, quien a su vez evitaba su mirada, siguió el sendero junto a la pelirosa.— Te aprecio mucho, Jellal… Pero entiende, no puedes seguir con ese estúpido ideal… ... Algún día otro hombre intentará llegar al corazón de Erza y pobre de ti si lo consigue...

Con aquello último dicho, ambas siguieron su camino, dejando a un afligido Jellal atrás.

— Eso lo sé maldición… E-Es solo que aún no estoy listo… —Dejando que aquellas palabras se pierdan en el aire, siguió el mismo camino que sus acompañantes sin decir una palabra más.

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Erza y Natsu por fin habían llegado a su destino; un hermoso lago cristalino que estaba rodeado por la densidad del bosque; árboles y flores por las orillas, la hermosa luna llena reflejada en aquel estanque transparente… … Evidentemente, un hermoso lugar para disfrutar en buena compañía.

— Es hermoso...

— ¿A qué sí…? Lo ví cuando apenas llegamos a la playa; está bastante dentro del bosque, pero vale la pena el recorrido hehe'...

Ambos caminaron unos cuantos pasos hasta llegar a la orilla de aquel lago. Natsu se tiró al instante, pero ella se quedó sentada, con los pies hundidos en el agua y observando con una tierna sonrisa las acciones de su compañero; quién estaba lavando su cabello desordenado distraídamente.

— ¿Por qué no entras…? ¡El agua está perfecta!

— N-No, aquí estoy bien… A-Además, solo vine para cerciorarme de que no hagas ninguna estupidez. —Maldijo su leve tartamudeo por lo bajo… Quizá fue la luz de la luna que le iluminaba, el aspecto exótico resultante de sus hebras rosas húmedas y peinadas hacia atrás o la simple pero reluciente sonrisa que le obsequiaba, pero su estómago tenía mariposas y sentía el rostro más caliente de lo usual… Sensaciones que ya había sentido antes, pero que no esperaba experimentar en este momento...

— Vamos, vamos… Solo es por un rato, Erza...

— ¡He dicho que n-¡KYA~!

— Gajaja-jajaja… ¡Estás toda empapada…! —Reía victorioso de su cometido, pues había tomado a la pelirroja desprevenida; tomándola del brazo, la arrastró hacia el agua, dejándola completamente empapada… Aunque su travesura hubiera sido mejor si ella llevase su pesada armadura antes que el traje bikini negro...

— Si serás...

— Ja-ja-ja...ja… … E-Espera Erza era una bro-¡Ooof'! —Y lo último que vio fue negro después de aquel gancho al estómago.

— Solo tú sabes arruinar un ambiente tan bonito como este, idiota… —Molesta, empapada y aún con aquellas sensaciones que abrumaban su cabeza; no pudo evitar tomar una vista bastante extensa del rostro durmiente de su compañero…

Chuu~

Le resultó imposible no hacerlo, no cuando se lo veía tan tierno y sereno en ese estado...

— S-Será mejor que volvamos con los chicos… —Se detuvo a mirar al muchacho que cargaba en brazos un momento… Sabía perfectamente lo que sentía por él, pero dejaría el asunto para luego; lo importante ahora eran Los Grandes Juegos Mágicos…

Aunque, bueno… ¿Quién podría reclamarle algo por los besos que definitivamente le robaría mientras dormía…?

Nadie podía verlos salvo, desconocido para ella, una bonita Hada que paseaba con una sonrisa; contenta de presenciar el amor en los jóvenes de su gremio...

•Nasho-Sama•