◇Ver el pasado y el futuro de los demas puede ser fascinante y asombroso.¿Pero que pasa cuando no recuerdas nada de tu pasado y no sabes que te espera en el futuro?.
◇Jun es un demonio
◇Minghao es un angel
◇Dos mundos diferentes
◇Y un amor prohibido...
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-Creo que ya está - hablo dejando las herramientas aún lado para enfocarse en el piano que tenía en frente.
No sabía cómo pero lo había reparado, en su corta lista de cualidades jamás se le pasó por la cabeza que podía reparar cosas, ni muchos menos un piano. Pero se había equivocado, desde que vio el instrumente desparramado en el suelo se le hizo conocido, como si irradiaba una escencia familiar; un impulso lo llevó a decir que podía hacerlo y lo había hecho.
Faltaba poco para que Seokmin y Seungkwan llegarán buscando el piano, se dedicó a observarlo, era de mármol blanco - como casi todo en el mundo de los ángeles - y era muy grande a diferencia de los demás. Se acercó a el, atrajo un banco que estaba cerca y lo puso enfrente del instrumento, se sentó en este y pasó una mano por las teclas comprobando si funcionaban bien.
Un ligero escalofrío recorrió su espalda, como si tan solo el contacto de las teclas con sus dedos formarán una corriente eléctrica capaz de electrocutar a cualquiera. Dudo por un momento, si jamás pensó poder arreglar un piano tan solo la idea de saber tocarlo le causaba gracia.
Toco una tecla y un sonido agudo resono en la casa, toco otra pero esta vez un sonido suave llego a sus oídos, otra y un sonido grave.
-¿Se hacerlo? - se preguntó a sí mismo, inseguro.
Una voz en su interior le gritaba que lo tocara, si no sabía pues aprendería. Por un momento pensó ir donde Joshua a buscar un manual para pianistas novatos y de una vez interrogarlo porque faltaba una página al libro, pero todas esas ganas se le veian limitadas por la atracción que el piano ejercía en él.
Se encogió de hombros y comenzó a tocarlo. Una suave y hermosa melodía sonó por todo el lugar. Cerró los ojos dejándose llevar, parecía que sus dedos estaban siendo controlados por alguien más, solo era un títere.
Por un momento se sintió seguro, como si algo lo protegía. Era una canción familiar, la había escuchado en otro lugar, ¿Pero dónde? Tal vez en los recuerdos que había olvidado. Todo comenzaba a ser distante, lo único que era capaz de percibir era la pieza que interpretaba. No ocupaba partituras o letra, solo venía a su cabeza, indicándole cada nota que debía tocar.
Algunas cosas aparecieron en su cabeza, visiones pasaban como rayos enfrente de él y lo único que hacían era impulsarlo a que siguiera.
<<¿Te gusto?>>
<<Me encanto>>
<<Podría tocar para ti toda la vida>>
Las notas se hicieron más graves, una fuerza le impedía detenerse. Todo pasaba de manera rápida frente a él, no lograba percibir muy bien las cosas, siluetas deformes aparecían y voces distantes sonaban; todo le era familiar pero a la vez desconocido.
