LO QUE NUNCA TE DIJE

PARTE 9 BESO

Pov Jae

¿Puedes darme un beso? Prometo devolvértelo.

Miro el reloj por décima vez, son exactamente las 8:30 pm. Yunho debía a ver llegado hace treinta minutos, como durante la última semana que ha estado visitándome. Muevo mi cabeza alejando esos pensamientos. En realidad ni siquiera me importaba si viene o no.

Cierro los ojos y me maldigo internamente por estar pensando en él; desde que lo tuve cerca quede flechado, si una palabra muy anticuada pero que definía exactamente lo que sentía.

No importaba cuanto intentaba sacármelo de la cabeza, siempre estaba ahí atormentándome.

Miro mi pierna vendada y leo el mensaje; Eres mío Jaejoong, así que no intente escapar. Siento mi cara calentarse y golpeo mi puño contra la almohada al sentirme demasiado molesto, lo odio por hacerme sentir de esta manera.

Lo odio

Definitivamente no iba a caer en su juego, sabía perfectamente lo que estaba haciendo y yo no era un ingenuo.

Esa mañana cuando desperté, estaba muy ansioso por comenzar mi rehabilitación, no veía la hora de caminar y salir del hospital. La rehabilitación me mantuvo ocupado, me concentre en hacer lo mejor para que mi pierna se recuperara lo más pronto posible, por ahora solo podía movilizarme con ayuda de una muletas.

Y eso era muy fastidioso

Cuando finalizo mi hora de rehabilitación, volví a mi habitación. Junsu y su novio Yoochun estaba esperándome. Me agradaba mucho Yoochun era muy divertido y podía sentir la gran afinidad y lo fácil que resultaba hablar con él.

Estaba riéndome a carcajadas cuando la puerta de mi habitación se abrió; Jung Yunho entro como dueño por su casa, mi ceño instantáneamente se frunció.

–Ya te dije que no tenía que volver–gruñí con fastidio.

–Ya te dije que lo haría todos los días–respondió con una sonrisa. Saludo a mi amigo y a Yoochun

Acaso nada de lo que hacía le fastidiaba, si alguien me llegaba a tratar de esa manera, jamás volvería a pisar el mismo lugar que esa persona. Yunho era un tonto.

–Lo que digas–mi voz salió más baja de lo que debía ser.

Esquive la mirada hacia Junsu quien estaba mirándome con cautela. El simplemente se giró sin hacer uno de sus típicos comentarios y se dedicó arreglar la habitación como si fuera lo cosa más entretenido del mundo.

–Hable con el médico–dijo Yunho. Me gire dándole toda mi atención. Le pregunte si podías salir a dar un paseo y accedió–mi boca se abrió en una o.

Le había pedido un montón de veces que me dejara salir un momento fuera del hospital y no había accedido.

–Es broma verdad–arqueo una ceja no creyéndole en lo más mínimo.

–Es verdad–dice sentándose en la camilla, mucho más cerca de lo que se sentó la primera vez que vino a visitarme.

Intente mantener lo más alejado que podía, no entendía porque mi corazón se aceleraba cada vez que Yunho estaba cerca.

–No quiero ir–digo colocando mi mano en su pecho y haciendo que se aleje. Se lo que estás haciendo Jung Yunho–grite. No voy a caer un tu juego.

Yunho sonrió encogiéndose en su lugar, mientas me regalaba una de sus sonrisas más brillantes que había visto desde que lo conocía.

–En realidad. No sé de qué hablas–agrego mirando mi mano. Sus dedos se envolvieron en mi mano, podía sentir una corriente extendiéndose por mi mano y recorriendo por todo mi cuerpo.