LO QUE NUNCA TE DIJE

PARTE 18 RAZÓN

Pov Jae

"El amor puede esperar aun cuando la razón desespera"

Empaco mi maleta mientras observo a Yunho por el rabillo del ojo; está nervioso y sigue echando un vistazo como si pensara que voy a irme y dejarlo atrás.

Idiota. Todavía sigue teniendo dudas acerca de nosotros.

Que es lo que está pasando en su cabeza. Es como si un día nos entendiéramos, hablamos y dejamos las cosas claras. Pero al día siguiente vuelve la desconfianza. Lo que sea que lo esté atormentando voy a tratar de averiguarlo.

Después de todo el me ama, y he descubierto que puedo ser muy persuasivo cuando quiero algo.

Y lo quiero a él; solo a él

––Por fin voy salir de este hospital–– digo sonriendo en su dirección. Yunho se levanta de la camilla y sonríe.

––Vamos a casa. ––pregunta suavemente.

––A donde más iríamos sino a nuestra casa. ––respondo. Entrelazo nuestras manos mientras nos empujó hacia la salida.

––Alguien está desesperado por salir. ––dice soltando una pequeña risa.

––No tienes idea de cuánto, amor. ––extraño nuestra habitación. Te extraño a ti.

Me he vuelto completamente desvergonzado. Entendí que debía dejar de contenerme, eso solo hacía que las dudas crecieran. Después de comenzar a recordar. He puesto en una balanza lo bueno y lo malo. Considero que tuvimos muchos malos momentos. Pero los buenos momentos siempre logran sacarme una sonrisa. No puedo contra eso.

Amo Jun Yunho, y eso no ha cambiado en los últimos años.

Puedo odiarlo tanto como quisiera, toda la vida incluso, pero eso solo me haría más miserable. Podía pretender que no lo amaba más, pero solo sería mentira. Y ya habíamos vivido en un una larga lista de mentiras como para seguir añadiendo más.

Yunho estaba mirándome con esa extraña expresión que había estado usando por días. Una mezcla entre sorpresa y vergüenza. Esa clase de conexión que pensé que había desaparecido, seguía intacta.

––Porque siempre me dejas sin palabras. ––dice mientras coloca sus dedos cálidos en la parte baja de mi espalda, guiándome más cerca de él mientras caminamos por el pasillo.

Me encojo de hombros y sonrió.

Recorremos todo el pasillo, hasta llegar a la puerta principal. Sostiene la puerta para mí y salimos a la calle. Mientras llegamos a la acera de enfrente, me detiene. –– ¿Espera aquí iré por el auto?

––Puedo caminar hasta ahí. ––dije retomando mi paso.

––Jaejoong, él bebe. ––susurra suavemente.

Arqueo una ceja.

––He pasado varios días en el hospital. ––necesitó estirar las piernas. Además él bebe está muy bien. ––escuchaste al doctor.

––Han sido dos días. ––aclara. Y el doctor también dijo que debes cuidarte, al menos los tres primeros meses. ––su mano se coloca en mi la parte inferior de mi estómago.

––No quiero pelear. ––dije haciendo un puchero.

El me mira y suspira rindiéndose. ––No pienses que no me he dado cuenta de que siempre haces eso, para salirte con la tuya. –– se inclina y besa mis labios.