⸙ ㅤ 𝐍𝐈𝐌𝐔𝐄. ── ⲧⲅⲟⳑⳑⲏⳙⲛⲧⲉⲅ⳽

ㅤㅤㅤㅤO1. my friend, beetlejuice.

      —BEETLEJUICE, ¿DÓNDE ESTÁS? Mis padres se enojarán si no llego a cenar.

La chica de hebras lilas buscaba a su pequeño amigo en la entrada del oscuro bosque de Arcadia, en su diestra llevaba una bolsa de basura negra con sucios calcetines dentro.
Ahora que la adolescente lo pensaba bien la idea de llevarle a su compañero una bolsa de calcetines robados a la noche de un viernes no se veía como una buena idea... ¿cierto?

—¡Vamos Beetlejuice! —Volvió a gritar ella, frustrada.— Tardé en reunir todos los calcetines y sé que estás escondido por ahí ¡Estoy a punto de irme!

Tardo unos segundos, no obstante, en cuestión de segundos el sonido de hojas secas crujir dentro del oscuro lugar la puso alerta… los pasos eran pesados y lentos simulando ser los de un gran oso u enorme animal. Probablemente a la persona común y corriente podría causarle una sensación de miedo, sin embargo, a la chica solo logró causarle un breve escalofrío.
Ella no solía tener miedo a las cosas, a pesar de su casi nula experiencia en el mundo exterior.

Así pues, de unos árboles cercanos a la joven se pudieron visualizar unos orbes rojizos y brillantes de entre la oscuridad, aquel individuo estaba escondido entre el lugar menos visible del bosque. La cosa parpadeó repetidas veces fijando su pesada vista en la chica... después en la bolsa de basura que llevaba entre sus manos, detuvo su vista en esta última.

—¡Los has traído! Hasta que al fin te dignas en volver. Tenía tanta hambre que casi devoro a una familia entera de esos esponjosos animales peludos —Vociferó una voz neutra, simulando tener la juventud de un “hombre joven”, estaba confirmado que no se trataba de un animal; no obstante, aquella cosa parlante habló con un tono de burla y arrogancia, lo que hizo rodar los ojos a la de melena lila.

—Ardillas, son ardillas, Bee.

Dijo en tono obvio, lanzando a su vez la bolsa de basura, el contrario solo soltó un desinteresado “son lo mismo” antes de que bajara de un árbol de un salto haciéndose al fin visible ante la adolescente.
Este se trataba de pequeño y ágil troll, todo lo contrario a lo que alguien se podría imaginar al escucharlo caminar y hablar.

La luz de los faroles de la calle lo iluminaban a medias, mostrando finalmente como era ese extraño ser no mayor de 40 centímetros; su piel era de piedra con formas extrañas grabadas en cada lugar visible de esta, siendo de color grisácea y agrietada con partes verdes que simulaban ser musgo, también poseía una enorme melena verde y amarillenta (casi de león) que parecía no haberse cepillado u aseado durante mucho tiempo, lo mismo sucedía algunas otras partes de su cuerpo, encontrándose cubiertas con un pelaje de igual color.
Sus ojos eran grandes y brillantes como si fueran unas enormes canicas, con la iris de un café rojizo y dos colmillos sobresalían de sus labios haciéndolo parecer una clase de ser extraño y atemorizante.
Aunque sin dudar demasiado la chica frente a él no podía dejar de pensar que en efecto, era adorable.

Ambos cruzaron miradas por unos momentos, ella no la apartó mientras que el pequeño individuo tomó la bolsa negra, rompiéndola para ver su contenido y ver si todo estaba en lo correcto.

—Gracias Joon, eres un amor.

—Hm... como sea. —La chica, ahora conocida como Joon, asintió dándose media vuelta para irse y dejar solo a la cosa extraña.

—¿Qué? ¿Te vas tan rápido? ¡Apenas he llegado!

— ¿Qué me estás diciendo? ¡He esperado veinte minutos a que llegaras! —Exclamó molesta, cosa realmente rara en ella.— Papá y mamá estarán molestos por que aun no he vuelto a casa. No puedo salir a la hora que desee y menos ahora que se enteraron que escapo para venir contigo, ¡Piensan que salgo con un chico!