⸙ ㅤ 𝐍𝐈𝐌𝐔𝐄. ── ⲧⲅⲟⳑⳑⲏⳙⲛⲧⲉⲅ⳽

ㅤㅤㅤㅤO3. roller skates, shaeskpeare and trolls.

      —¿EN SERIO ESTAMOS HACIENDO esto? Beetlejuice, yo debería de estar haciendo mis deberes. Escaparme ahora ya no es muy recomendable para mi, ¿sabes?

—Shhh... solo, guarda silencio y observa. Lo que nos importa es el amuleto que él porta.

Y ahora aquella pareja se encontraban afuera de la casa del joven Lake. Después de que el trolecillo le diera un breve resumen sobre lo que necesitaba saber él había convencido a la fémina de salir de casa al anochecer para cerciorarse de que no pasará nada malo con el muchacho, por lo que ahora solo observaban como el nuevo cazatroles recitaba unas palabras grabadas en un amuleto frente a su amigo rechoncho, momentos después una armadura brillante y resplandeciente cubría todo su cuerpo, eso sin duda sorprendió a la chica.

—Beetlejuice ¿V-viste... viste lo que acabó de pasar?

—Sí, ¡ahora cállate! que alguien viene.

Sin inmutarse por lo anterior visto advirtió el pequeño troll de presencias no identificadas, lo que obligó a que ambos se escondieran de entre la oscuridad de los árboles.
Estando camuflados entre los arbustos divisaron a dos trolls que dejaron anonadada a la chica, uno de ellos era el más pequeño: poseía seis ojos, cuatro brazos, piel azul y era bastante muy extraño, a su lado se encontraba uno mucho más atemorizante, enorme y con cierto parecido al pequeño Beetlejuice.

A la chica se le heló la sangre con solo verlos, y esperando a que estos entraran a la casa de Lake no se complico la vida para levantarse e irse, acompañada después del pequeño troll.

—¡Oye! ¡Joon! ¿A dónde vas exactamente? —Reclamaba el troll con molestia, siguiéndole el paso estando en las sombras, siendo solo visible para ella al estar a una corta distancia.

—¿A dónde crees? ¡A casa! no estoy lista para esto —E hizo más rápido su andar, tratando de perder en el camino a su acompañante… sabía que no resultaría.— ¿Y si esos troles fueran de los malos que me contaste? ¿Qué haría yo si intentan herir a James mientras yo me quedo paralizada? Beetlejuice, yo… y-yo no creo estar apta para este poder divino o… como le llames.

Ante la desconfianza y miedo que pasaba la joven, el troll no hizo más que pararse frente a ella y hacer el intento de animarla, como solía hacerlo en momentos difíciles desde que la adolescente tenía memoria.

—Es un deber sagrado, —Corrigió él.— y no todas las personas lo tienen, eres especial. ¡Por favor, dímelo a mi! tuve que soportarte tantos años para saber que eras la indicada para esto.

—¿Pero como se supone que soy la indicada? —Dudó mordiendo suavemente su labio inferior.— No tengo fuerza, valentía, sabiduría o esas cosas que hacen a los héroes en los cómics o películas.

—¡Pero es que no se necesita nada de eso, Joon! Únicamente se necesita esto, —Señalo a su corazón, haciendo que por unos momentos vuelva a creer en si misma.— Y eso es algo que nadie además del joven James y tú tienen. Son únicos… y por eso deberás protegerlo, él aun no está verdaderamente preparado, es por eso que es nuestro deber cumplir con lo que nos corresponde.

—¿Y yo estoy preparada?

—Lo estarás, el molde que he formado en ti ya está hecho, —Continuó el troll.— Solo falta llenarlo, y eso será la parte difícil, pero no imposible.

Pararon de caminar para simplemente mirarse y pensar en las reflexivas palabras que le fueron recibidas a la chica, ella suspiró y rendida asintió con un leve movimiento de cabeza.
Cuando era niña el pequeño troll solía llamarla Guerrera a punta de lanza, y aunque en un inicio pensó que se refería a ella así porque sus padres le habían obsequiado un arco y flecha de juguete pronto comprendió de no era solamente por eso.
Desde el momento en el que Beetlejuice apareció en su casa supo que ese sobrenombre se convertiría en realidad.