Capítulo 5

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Joseph Brown

Mierda, mierda y más mierda...

¿Ahora qué demonios le digo?

"Madeline, soy un jodido sicario-narco, pero no es porque desee, si no que mi padre me ha introducido a este mundo sin tener elección. Y por eso, cargaba el arma, porque no hay que confiar en nadie..."

¡Qué idiota, soné como un completo baboso!

Suspiro, ante la mirada interrogante que me exige la morena, - Mad... yo...

Y como si fuera satán dándome una segunda oportunidad, la puerta de entrada de la casa de Madeline, se abre mostrando a un niño rubio con una cara llena de felicidad.

- ¡Madeline! – Grita este con euforia al ver a la chica, corre hasta ella y salta hacia sus brazos, ella lo atrapa sin ningún esfuerzo - Te he esperado todo el día, ¿dónde estabas? – el niño hace puchero.

- Salí a hacer muchas cosas, pequeño, le he dicho a mamá que te dijera, ¿lo ha hecho? – el asiente con una sonrisa mostrando que le faltan varios dientes.

- ¿Y quién es él? – Pregunta mientras me examina con la mirada de arriba abajo - ¿Es tú novio Mad? – cuando la morena está apunto de hablar él la interrumpe – Porque si es así, no me agrada.

La honestidad con la que habla en vez de ofenderme, me agrada, me hace pensar que este chico cuando crezca será rudo.

La escasa risa de Mad me hace quitar la mirada del pequeño niño rudo, para posarla en ella, - No es mi novio, Geor, es... - Mad vacila por unos segundos intentando buscar las palabras correctas – Un conocido-amigo.

La miro incrédulo, - "Conocido-amigo" ¿qué clase de etiqueta es esa? – pienso y ruedo los ojos por tal respuesta.

El niño, que al parecer se llama Geor, nos mira desconfiado pero no dice más, simplemente se baja de los brazos de su hermana y se va, antes de hacerlo se gira y dice.

- Mami me ha mandado a decirte que la cena esta lista y que seas buena e invites a tu "conocido-amigo" a la misma – y con eso, termina de cruzar la puerta y desaparecer.

De inmediato vuelvo mis ojos a la morena, - Me encantaría pero... - Me voy a arrepentir de esto, lo sé... - No puedo quedarme.

Si me quedo, corro el riesgo de que ella vuelva a preguntarme más tarde, si la evito ahora, puede que en unos días Mad se olvide del pequeño incidente y no volvamos a hablar del tema nunca jamás. ¡Listo, todos felices y sin riesgos de morir!

Ella entrecierra los ojos y mis nervios florecen, - No sé qué escondes y tampoco me interesa, pero solo te advierto que te alejes de Kaylee, he notado tus intenciones con ella y sé que no son buenas – a medida que Madeline redactaba su argumento, mis ojos se engrandecen de una manera poco usual.

¿Qué carajos acaba de decir?

¿Qué ha notado mis intenciones con Kaylee? ¡Si la que me interesa es ella!

¿Qué demonios está mal en esta chica? Al parecer es de muy lento aprendizaje y no notó mi forma de insinuarme, eso debe ser.

Arrugo mi frente disgustado, - No me interesa Kaylee, para nada en el mundo, es bonita, sí – acepto y ella alza una ceja – Pero no es mi tipo. Así que tus sospechas, lamento decirte, son fallidas, hermosa – sonrió y le guiño el ojo cuando le digo lo último.

Ella parece sorprendida y apenada cuando termino de defenderme, - Oh... yo creí que... pues, intentabas... ya sabes...

- Ehh... no, no intentaba nada con ella – le aseguro.

El verano que te conocí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora