El verano que te conocí.

Capítulo 16

 (Billy  Ann en multimedia.) 

Maratón 2/2

Madeline

Luego de darme cuenta, ya que había pensado como estúpida que Joseph regresaría a pedirme disculpas. Entro a casa, encontrándome con el interior completamente desolado. Todo está en silencio y se me hace un poco extraño. Me dirijo hacia la cocina y al entrar, noto en el refrigerador una nota sostenida con un imán, lo noto rápido ya que este queda justo frente a la entrada. La tomo y la leo.

"SALIMOS DE COMPRAS, LLEGAMOS TARDE. TE AMAMOS. xoxo"

Suspiro, - Perfecto... - susurro para mí misma, con sarcasmo, claramente. Dejo la nota en el mesón, y abro la nevera para sacar jamón y queso, para prepararme un delicioso sándwich. Moría de hambre, he de admitir.

Busco el pan y luego hago la magia. Dejo que la tostadora terminé de hacer lo que empecé y busco mi teléfono en mi bolsillo trasero.

Observo que tengo dos llamadas perdidas de Kaylee y un WhatsApp de la misma.

Ninguna de Joseph.

No sé porqué siento está leve presión de decepción al saber que ninguna de esas llamadas eran de él. No sé porque sigo esperando algo de él. Es algo que simplemente no va a pasar.... 

Decido ignorar esos sentimientos y marco el número de mi mejor amiga.

Al tercer tono, ya tengo la voz chillona de mi amiga en mi oído.

- ¡Jodeeer, Mad, ¿Dónde estabas?! He estado llamándote un millón de veces - dice exasperada.

Pongo los labios en una gruesa línea.

- Pero que exagerada eres, Kaylee.

Ya me la imagino rodando los ojos.

- Bueno, ya, solo fueron dos, pero ajá... ¿Dónde estabas? - ella sin ningún problema va directo al grano.

- Fuí a casa de los Brown - le digo con simplicidad.

- Oh... ¿En serio?

- Sí.

- Yo fui a un lugar... - ella hace una pausa.

- ¿Cuál lugar? - le pregunto con rapidez.

- Ehm... Bueno... - su voz se va agudizando un poco más cada vez - Te diré. Pero promete no enojarte, Madeline Bell.

Su voz es autoritaria, pero también con un palpable nerviosismo.

- No prometo nada. ¿Pero me vas a decir o no?

Ella bufa, - ¡Siempre le quitas lo divertido a todo! - se queja.

- Si, si - intento restarle importancia - Ahora dime.

- Joder... Bien - ella hace una pausa para tomar aire, y yo simplemente ruedo los ojos - ¿Recuerdas que Elvis se iría de viaje?

Oh boy, ya sé por dónde va esto... - hago una afirmación con mi garganta y ella continúa.