Capítulo 17

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Capitulo 17

Laura

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4:37 a.m.

Me desperté algo desorientada y sobresaltada por las pesadillas que desde hacia días me venían sacando de mi sueño conciliador, y era frustrante porque tenerlo bastante me había costado ya.

El peso de la cabeza de David sobre la mía y sus brazos cubriéndome, mitigaban en cierta medida las sensaciones desagradables de los fantasmas del pasado que volvían a llover sobre mis ojos cuando él no podía verme.

Así recostado junto a mi y con expresión relajada parecía un crio y según yo, eso era, un crio. El mismo que con su tímida y enérgica manera de ser, había cambiado tantas cosas en mi.

Parecía que dormía de maravilla, sus rizos desordenados cayendo sobre la almohada y su barba a medio crecer me volvían a poner en jaque todos mis sentidos, ¿como podía amarlo tanto?, es que a veces ni yo misma lo entendía del todo, era toda una pasada este arsenal de sentimientos, pero tampoco comprendía a que venían estos miedos ahora, qué necesidad había de comerme la cabeza, si nos estábamos llevando estupendo y todo a nuestro alrededor parecía ir como un reloj suizo la mayor parte de tiempo, y con los miedos de David, bueno, eso lo manejábamos ambos y lo trabajamos juntos y con su familia y la red de amigos que decidieron quedarse después del accidente, que tampoco habían sido tantos, pero si, los incondicionales con él.

La verdad, es que no tenia fuerzas para mentirme a mi misma, me aterraba el hecho de que sus avances fueran tan significativos, en la misma medida que me encantaba ver como cada día progresaba un poco mas, como le costaba menos hacer ciertas cosas, que meses atrás hubieran representado un imposible para él, pero, ¿Y si después de ponerse bien, me decía que se iba o que no quería estar mas conmigo?

¿Qué iba hacer yo otra vez, si él se iba de mi lado?

Todo eso, mas el hecho de retomar mi ritmo, con pocas ganas, por tener que separarme a veces todo el día de él, me estaban pasando la cuenta y también me daba cuenta de lo mucho que estaba sintiendo, o de lo mucho que me estaba permitiendo demostrar.

Me di vuelta en la cama hasta alcanzar su rostro, y dibujar pequeñas caricias en la incipiente barba que cubría la parte baja de su cara Provocando con esto que el se revolviera en su lugar.

Me acomode poniendo mi cabeza en su pecho, dejando mi oído derecho pegado a los latidos de su corazón, que parecía como si me cantasen una canción para poder dormir. Me envolví en su calor hasta perder mi batalla con Morfeo.

Nos despertamos sobre las nueve menos cuarto, cuando la alarma nos sobresaltó a los dos, Sabíamos o al menos yo sabia que teníamos un día durísimo por delante, entre que venia la madre de David, sus terapias y las idas y venidas al supermercado y por menores que se nos pudiesen olvidar, el día iba estar agotador, pero si al final todo salía como tenia planeado, el esfuerzo claramente iba a valer la pena.

Así que le di un beso a David que me miraba a un con cara de sueño y me envolví en el albornoz y me enfile hacia la cocina a poner la cafetera, necesitaba uno de los míos y en ración doble, también preparé un vaso de leche fortificada para David, Desde que hacia mas deporte para recuperar musculatura, su alimentación se había modificado, mucha fibra, mucha proteína y también mucho carbohidrato. Tenia días mejores que otros y su cuerpo lo estaba asimilando. La verdad los días que amanecía malo, se me partía el alma, ver su carita de pachucho, en contraste con su habitual semblante.

-¿Laura?- escuché despacio ni nombre desde la habitación, acto que puso en seguida mis sentidos en alerta.

-Dime amor, ¿te encuentras bien?- Pregunté autómata con el corazón en un puño, al verle aun envuelto en el edredón y un poco apagado.

Hoy sale el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora